Capítulo 26

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 ~Marja~

— ¿Ben? —Pregunte mirándolo totalmente sorprendida. ¿Qué hacía ahí? Y ¿Cómo había entrado a la casa? Mi cuerpo se congelo y luche para obligarme a decir algo, pero no tenía idea que decir. Mi cerebro se había quedado en blanco y nada se me ocurría. Todos mis pensamientos giraban en torno a él y lo que habíamos vivido juntos.

Cruzo el espacio que nos separaba en un instante, sus ojos brillaron de ese modo que tanto me gustaba, me tomo de la cintura y fundió su boca a la mía. El pulso se me disparo y las piernas comenzaron a temblarme. Me aferre a su cuello y él me apretó contra su cuerpo. Disminuyo un poco la intensidad del beso, y paso de ser intenso a algo más tierno y suave, lleno de sentimientos, tanto que me hizo sentir mariposas en el estómago. Era un beso de amor.

—Marja —Susurro acariciando mi rostro. Como si quisiera comprobar que era real, que de verdad estaba ahí— Mi Marja —Amaba cuando me llamaba de esa forma. Sí, yo era suya. Sentí escocer los ojos.

—Ben —Conteste con un hilo de voz. Se había formado un enorme nudo en mi garganta y las lágrimas me nublaban la vista. Pero ahí estaba mi hombre sexy y ardiente. Su tacto, su aroma y su pasión. Todo.

—Escúchame —Levanto mi rostro y me obligo a mirarlo. Deslizo sus pulgares por mis mejillas y limpio las lágrimas— Lo siento, soy un idiota. Te lastime.

Ben no era el único que se había equivocado. En realidad, él había intentado hacer las cosas de la manera correcta en más de una ocasión, pero mis miedos y temores me impidieron darme cuenta de mis sentimientos por él. No podía creer que estuviera ahí, que pudiera sentir de nuevo sus labios sobre los míos, sus brazos sobre mi cuerpo. Tenía que ser un sueño.

—No, Ben. Yo lo siento, yo tuve la culpa.

—No —Dijo negado con un movimiento de cabeza— Prometí que nunca te haría daño y te hice llorar, te hice llorar —Dijo con una expresión afligida.

— ¡Ben! — ¡Dios lo amaba demasiado y no me gustaba verlo así!

—No llores —De nueva cuenta limpio con sus pulgares las lágrimas que rodaban por mis mejillas. No podía dejar de llorar, debía parecer una tonta. Pero todas mis emociones estaban disparadas en todas direcciones. Me sentí feliz y al mismo tiempo culpable. Era un caos emocional.

—Ben.

—Marja. Por favor, escúchame. No te pido nada, nada que tu no quieras, solo déjame quedarme contigo. Déjame amarte…

—Ben… te amo —Tenía que decirlo, ya no tenía dudas, ahora estaba segura de lo que sentía por él. Me miro sorprendido como si no creyera lo que estaba escuchando— Te amo —Repetí, reafirmando lo que decía.

—Yo también te amo mi preciosa niña —Me pego a él y me beso— No sabes cómo te amo.

—Quiero ser tu novia, si tú quieres —Se apartó sorprendido y me miró fijamente.

—No tienes que hacerlo si no quieres…

Inocente FlirteoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora