Capítulo 2

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Aunque Ben cambio rápido su expresión, pude notar la sorpresa reflejada en su rostro. La verdad ni yo misma  entendía porque lo había dicho, no era lo que pretendía, no inicialmente. Nos miramos unos segundos, que se volvieron eternos.

―No sabes lo que pides ―Contesto con voz ronca y desviando la mirada a un lado. Tal vez era el momento para dejar el tema por la paz, pero una vocecilla interna me incitaba a seguir.

― ¿Por qué? ―Negó con un movimiento de cabeza.

―Olvídalo ―Abrió la puerta del auto― Entra ―Me indico y obedeci de mala gana. No me gustaba cuando se hacia el loco y evitada el tema. Rodeo el vehículo y subió. Bien, acababa de comenzar algo, así que debía terminarlo. Lo mire fijamente.

―Ben ―No contesto. Se limitó a sacar las llaves de su pantalón.

―Marja, déjalo.

―Entonces dime ―Sin contestar ni mirarme, encendió el auto y comenzamos a movernos. Creí que no diría más sobre el asunto.

―Lo que me gusta... ―Dijo con calma― Va más allá de lo que ese par hacía.

― ¿Creí que nunca lo habías hecho? ―Se encogió de hombros.

―Quien sabe.

―Aun no contestas mi pregunta ―Presione.

―Marja. Piensa en esto, una vez que ocurra, las cosas no volverían a ser las mismas. No habría más salidas o no serían del mismo modo.

―Eso no es una respuesta ―Suspiro fastidiado, evidentemente no le estaba poniendo fáciles las cosas.

―Eres la amiga de mi hermana.

― ¿Tan malo es un "inocente flirteo"? Creí que habías dicho que solo era darse "amor" ―Sonrió de lado y me miro de reojo.

―Eso dije. Es solo que para mí... no es solo dar un poco de amor ¿No sé si entiendes a lo que me refiero? ―Claro que sabía a qué se refería "sexo" ― Además, de que no existiría ninguna clase de compromiso ni nada sentimental. No me gustan las complicaciones.

―Eso lo sé ―Conteste sin titubear.

―Si te hago algo, Perla me mata.

―No harías nada que yo no quisiera ―Estaba volándome la barda, pero no podía negar que moría por saber que podía hacer con ese cuerpo tan atractivo― Además... de que no tendría porque saberlo ―Frunció la frente― Seria como de rutina, salidas normales.

―Dejemos el tema ¿Quieres? ―Podría continuar presionando, pero al parecer había dado por terminado el tema, y continuar forzando las cosas no era bueno. Ya había dicho demasiado y me había insinuado bastante, lo demás pasaría la línea permitida.

―De acuerdo ―Conteste cruzándome de brazos y mirando por la ventana. Continuamos en silencio hasta llegar a mi casa― Nos vemos mañana ―Dije al salir del auto, esta vez, sin despedirme de beso. Camine hacia la puerta y cuando estaba por colocar la llave en la chapa.

― ¿Quieres compañía? ―Me gire y lo mire, tenía medio cuerpo fuera del auto y me miraba con una sonrisa. Ya me había insinuado mucho por una noche, tenía que tener algo de dignidad.

―Que descanses ―Conteste, abriendo la puerta.

En cuentas resumidas, no había dicho "no" ni tampoco "si". Lo que me dejaba con muchas dudas. Tenía dos opciones, tomar medidas más drásticas o dejarlo por la paz. Por el momento no pensaría demasiado en ello.

Me levante casi después de las 10, cuando mi madre llamo, para preguntar cómo iban las cosas.

―Sí, mamá. Todo está en orden.

Inocente FlirteoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora