Inocente Flirteo

Capítulo 23

  

— ¿Segura que todo está bien? —Pregunto mi tía, mientras me miraba balancear las piernas sobre el sillón blanco de su habitación “mágica” como la llamaba yo.

—Si  —Conteste intentando sonreír. Aunque sabía muy bien que no podía engañarla. Ella me conocía mejor que mi propia madre— No te preocupes por mí y atiende tu tienda.

—No es ninguna molestia. Además es la hora de la comida, que regresen más tarde si quieren comprar algo. Ya tienes un par de horas sentada aquí tu sola —Pero eso me ayudaba un poco. Necesitaba dejar de pensar en Ben y en lo que pasaba. ¿En qué momento todo se había complicado de esa forma? ¿En qué momento me dolía su indiferencia y que me ocultara cosas? Porque eso era lo que más me dolía, que no confiaba en mí.

—Bueno —Dije mirando a través del ventanal. El cielo estaba completamente libre de nubes, por lo que el clima era templado, pero la habitación siempre se mantenía templada que sumada con esa aroma a especies, me relajaba.

— ¿Quieres contarme que te preocupa? —La mire debatiéndome entre contarle u ocultarle, lo que pasaba, pues ella conocía muy bien a Ben. ¿Qué diría al respecto?

—No sé —Confesé.

— ¿Problemas con Ben? —Me sorprendió que preguntara directamente por él. ¿Realmente tenia poderes mágicos? O ¿Era tan trasparente que podía ver a través de mí?

— ¿Cómo lo sabes? —Se removió sobre su asiento y cruzo las manos sobre sus piernas.

—Después de que llegaste, lo vi pasar frente a la tienda —El corazón me dio un vuelco ¿Me había seguido? ¡Dios! ¡Dios! ¡Mi Ben! ¡Mi Ben había venido detrás de mí! No sé si debía sentirme halagada o molesta ¿Había sido por Max? O ¿Por qué le preocupaba yo? Fuera como fuera, me había seguido a pesar de mostrar indiferencia. Eres chico tonto.

— ¿De verdad? —Pregunte como no creyendo lo que escuchaba.

—Si —Wow. Estaba sin palabras. Ben no dejaba de sorprenderme— ¿Estas saliendo con él? —Pregunto mi tía con expresión relajada.

—Si —Conteste. Necesitaba contarle a alguien, así que ella era una buena opción.

— ¿Son…? —Mi tía conocía muy bien mi aberración a la palabra “Novios” por eso mismo, había dejado la pregunta en el aire.

—No.

— ¿No te lo ha pedido? —Suspire sintiéndome una tonta. ¿Qué si no lo había hecho? Era la segunda vez que lo preguntaba, pero… yo no me sentía del todo segura.

—Lo hizo. Y no una vez.

— ¿Qué le dijiste?

—Que no quiero compromisos.

— ¿Aun temes? —Pregunto con cautela.