Capitulo 29

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Arizona.

Estaba a punto de revelarle en nombre a Calliope cuando sentí un bajón muy fuerte y enseguida como mis bragas se humedecieron, igual a la sensación de mi periodo pero esta vez con dolor en el vientre y cada vez aumentaba más. Así que sin decirle más nada me pare corriendo al baño.

Me baje el pantalón de la pijama y pude ve como estaba manchado de sangre que provenía de mi vagina y no sabía porque. Me asuste demasiado, no era mucha pero no dejaba de salir así que me saque toda la parte de abajo y me senté en el inodoro para que la sangre cayera ahí. Estaba más que asustada obviamente pero soy cirujana fetal, sé que en los embarazos un sangrado puede ser normal, pero a los seis meses ya es riesgo.

-Callie! – Grite desde el baño para que pudiera escucharme

- ¿Si amor?- Me contesto desde el otro lado de la puerta

-Puedes venir por favor? -

Entro y su expresión cambio totalmente, tenía los ojos muy abiertos y sus labios se secaron de inmediato.

-Qu..Que sucedió? – Su tono alarmante me exaltó un poco

- Estoy teniendo un sangrado, es normal en los primeros meses de embarazo amor, no te asustes. Pero yo ya estoy de seis meses

Callie.

Abrí la puerta y la vi sentada con las piernas abiertas en el excusado, estaba sin ropa de la parte de abajo y al voltear vi su pantalón de pijama y panties arrojados en el suelo manchados levemente de sangre.

Sentí como enseguida mis labios se secaron por la impresión, realmente no quería que estuviéramos en la posición que me estoy imaginando. Aborto. No lo sé si nuestra relación soportaría eso. Pero me deje de malos pensamientos.

-Qu..Que sucedió? -

- Estoy teniendo un sangrado, es normal en los primeros meses de embarazo amor, no te asustes. Pero yo ya estoy de seis meses

Mi respiración se empezó a acelerar, el solo pensar que mi hija podría estar en peligro me ponía de nervios y me provocaba demasiada ansiedad.

-Callie, me ayudas a entrar a la ducha? – Me dijo intentado pararse y entrar

-Sí, pero primero voy a llamar a tu ginecóloga y a la obstetra para que te vengan a revisar y nos digan si es normal o no – Me acerque a auxiliarla, la tome de la cintura y ella agarro mis hombros.

Cuando vi la sangre correr por sus piernas solo me hizo recordar el horrible día que me conto lo que le sucedió y como estuvo de frágil esos días.

Prácticamente corrí por mi celular a la habitación, llame a la ginecóloga de Arizona y la obstetra que estaba monitoreando su embarazo. Me dijeron que estaban aquí en veinte minutos que no nos alarmáramos podía ser normal.

Podía.

O no.

Volví con ella y le dije ya las había llamado, mientras la ayudaba con el baño, cuando entre ella ya estaba dentro de la regadera y solo me pidió que la enjabonara y masajeara su cabello, su sangrado ya era intermitente, como el periodo. Salió de la ducha y le pase su ropa pero se pudo una toalla sanitaria para no manchar si volvía a salir sangre.

Seque su cabello y estaba ansiosa porque llegaran, avise abajo que en cuanto estuvieran aquí les abrieran de inmediato, solo le informe de la situación a Margarita, no podía asustar a Sofía, así que solo nosotras tres sabíamos.

Estábamos las dos en la habitación, creo que yo estaban más nerviosa que Arizona porque solo caminaba en círculos.

Tocaron la puerta y rápidamente fui a abrirla. Era Margarita

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