Capítulo 35

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Arizona.

Alguna vez han sentido la sensación de que en este momento su vida está mejor que nunca? Todo está en su lugar y como debería de estar.

Bueno pues así me siento yo. La semana pasada estábamos planeando con Callie la BabyMoon, el lugar donde nos quedaríamos, algunas actividades y cosas así.

Hoy estamos ya aquí, estamos llegando a Los Hamptons, la casa que compró Calliope es una cosa increíble, tiene tres habitaciones principales y tres de invitados, piscina, cine en casa, cuarto de juegos y un jardín que dios mío!, gigante. Al principio me enfadé un poco con Callie por ese impulso, uno no anda por la vida comprando casas de millones de dólares, pero después lo vi como un gasto menos, en un futuro que decidamos venir aquí nos ahorraremos todo el hospedaje. Así que pues ya no me quejo, mejor la disfruto.

Estos días estaré solo con mi esposa, ella y yo nada más, disfrutando de nuestra compañía, y haciendo cosas divertidas juntas.

Sofía se está quedando con su abuelita Lucía, habíamos quedado con mi madre, pero es mejor que vaya con Lucía, se hacen compañía juntas y por ella no había problema.

Tenemos planeado llegando de acá hacer la sesión de fotos familiares, una con mi vientre de embarazada y otra ya que nazca Lu. Al igual que aquí Callie y yo trataremos de tomar algunas fotos pero más íntimas.

Son casi las 11 pm, hace una hora llegamos, en este momento estamos acomodando las cosas en el closet que tenemos, ya que estaremos una semana aquí.
A cargo de la cadena está Katherine, la vicepresidente de Luxury Hoteles Torres. Así que por eso Callie no se preocupa, está en buenas manos.

Quiero que esta semana sea muy especial para nosotras, reavivar nuestra intimidad como pareja, volvernos a conectar y gozar un poco de la estadía. Por eso es que compré unos sets de lencería que se a Callie la vuelven loca. Antes de venir pasamos a un supermercado, ya que no planeamos salir a cenar, queremos pasarla aquí. Juntas. Si salimos solo sería a la playa o una que otra actividad que planeé como las motos acuáticas.

Compramos más que nada comida y todo para sobrevivir estos días, vino, champagne, yo se que yo no puedo beber, pero a Callie le encanta el vino, y con el champagne tengo otras ideas, más ardientes.

Ya que bajamos todo y acomodamos, Callie dijo ella quería hacer la cena.

Subí rápido a la habitación para ponerme más cómoda, me saqué casi toda la ropa, solo me dejé las bragas que traía, y me puse una blusa larga arriba. Así que andaba semidesnuda, prácticamente solo traía unas bragas y la blusa no más.

Bajé y ella ya estaba cocinando. Ella aún llevaba puesta su ropa de oficina, una camisa social blanca de botones y pantalón de vestir, la hacía ver extremadamente sexy.

Callie: Pan con ajo o parmesano?

Volteó y pude ver como tenía las mejillas llenas de harina. Estaba preparando pasta. Fui hasta ella y la sacudí un poco y después puse un beso en sus labios.

Callie: Y eso?

Arizona: Solo un besito.

Callie: Si sabes que te amo verdad?

Arizona: Si me amaras no me preguntarías, es obvio que parmesano. Pero también te amo.

Callie: Jajajaja, está bien.

Arizona: Necesitas ayuda aquí?

Callie: Ven, ayúdame con la masa.

Me acerqué a ella y se puso detrás de mi, primero me tomó por la cintura y depositó un beso en mi cuello, después llevó sus manos a las mías y comenzó a guiar mis manos para amasar la masa, eso era un poco excitante. El ambiente cambió totalmente cuando ahora sus manos seguían con las mías pero ella hizo mi cabeza hacia un lado teniendo total acceso a mi cuello y comenzó besándolo y mordiéndolo. Ya la masa había quedado a un lado, apoyé mis manos en la encimera y seguía disfrutando el toque, aunque mi vientre de embarazada no ayudaba, rozaba mi trasero con su pelvis para excitarla. Llevó sus manos al borde de mi blusa y la subió hasta mi cintura, dejando descubierto mi trasero.

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