Capítulo 41

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Arizona.
Salimos de casa a eso de las cinco y diez minutos, dejamos a las chicas merendando y a Luciana dormida en los brazos de Margarita.
Nos montamos a la camioneta y el chofer nos dejó en el lugar con uno de nuestros guardaespaldas. Bajamos y entramos tomadas de la mano, enseguida que pusimos un pie dentro un señor de unos sesenta y su esposa nos abordaron.

Arthur: Calliope Torres! Años que no te veía.

Callie: Arthur! Un gusto saludarte de nuevo.

Callie se acercó y se dieron un gran abrazo.

Arthur: La ultima vez que nos vimos estabas cursando la facultad de medicina. Y ahora toda una mujer de negocios.

Callie: Hace bastante tiempo!

Arthur: Los años no pasan en vano.

Callie: Verdad que no. Oh! Una disculpa. Mi esposa Arizona Robbins.

Arizona: Arizona Robbins, mucho gusto!

Le tendí la mano y rápidamente la tomó.

Arthur: El gusto es mío. Mi esposa Caroline.

Callie: Un placer.

Seguimos platicando un poco más con ellos y después salimos de ahí directo por algo de beber.

Callie: Champagne o margarita?

Arizona: Agua mineral.

Callie: Oh verdad, lo siento! No puedes beber.

Arizona: Si, es por eso. Ven vamos, te tienes que lucir con tus colegas.

Callie: Lo haré.

Arizona: Lo se, siempre lo haces. - Me acerqué le di un beso en la mejilla.

Mientras caminábamos en el lugar encontrándonos y saludando algunos socios de Callie llegamos con algunos más y ahí nos quedamos.

Callie: Buenas tardes señores, señoritas!

Andrew: Calliope Torres, un gusto verte por aquí!

Callie: Lo mismo digo. Mi esposa Arizona Robbins.

Arizona: Buenas tardes! Placer conocerlos.

Andrew: El placer es mío.

Ava: Un gusto conocerte! Y tu esposa, una dama digna de admirar.

Callie: Muchas gracias. Es lo mismo que yo pienso.

Arizona: Gracias!

Platicamos unos diez minutos hasta que vi que ella se quedaba viendo descaradamente mi escote sin siquiera disimularlo, en ocasiones me miraba a los ojos pero en un momento se le iba la mirada a mis pechos. Hasta que Callie se puso detrás de mi, puso sus dos manos en mis caderas de forma posesiva y me pegó a su pelvis.
Debido a que mi escote era muy pronunciado llamaba mucho la atención, pero no es motivo para que me vea de esa manera.

Aunque Callie me tenía de una manera muy posesiva pegada a ella Ava no despegaba su mirada de mi. Callie se dio cuenta y se puso enfrente de ella para desviar su atención.

Callie: Bueno, nosotras nos retiramos. Gusto platicar con ustedes, después hablamos de negocios Andrew.

Andrew: Tenlo por seguro Torres.

Ava: Hasta luego.

Callie me sostenía con su brazo y solo pude oír lo que le susurró a la mujer antes de irnos.

Callie: Ella es mía. - Vi como la expresión de Ava cambió de un momento a otro y se puso seria, pero su rostro evidenciaba rabia.

Fuimos a rellenar nuestras bebidas y debo admitir que me prendió demasiado lo que Calliope hizo, así que quería salir lo más rápido de ahí para arrancarle la blusa y meter mi mano en su...

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