Siempre serás mi universo

Capitulo 33

Callie.
Cuando entramos me sorprendí realmente.
Era un striptease club.
Sinceramente nunca entraría a un lugar de estos por mi gusto, respeto totalmente pero si en casa tengo a mi bella esposa que estoy segura le encanta cumplir todas mis fantasías y mucho más, para que echar a perder el grandioso matrimonio que tenemos. Además de que la amo.

Estaba casi solo, había a lo mucho diez personas dentro, pero a nosotros nos llevaron directamente a una sala aparte. Llegamos y al medio de la habitación había un tubo de pole dance, a los alrededores sillones en forma de L y algunas mesas auxiliares supongo para apoyar cosas. Rápidamente nos recibieron con una bebida y ya estaban cuatro bailarinas esperando por nosotros, traté de sentarme lo más apartada para que ninguna se me acercara, pero fue inútil, al verme más alejada una se fue directo a mi. Me muevo para que se de cuenta no tengo interés alguno pero es muy intensa y me sigue a donde voy, hasta que me rindo y ya dejo que suceda. Solo pienso " Es rápido, ademas solo firman y me voy" Con ese pensamiento me mantuve para poder sobrellevar la situación. Mi bebida aún estaba llena y ellos ya iban por la quinta ronda, decidí no tomar ya que se como soy y con unas copas yo me descontrolo así que mejor lo evito y no cometer algún error del cual me arrepienta toda mi vida.
Se me pasaban los minutos y ella seguía pegada a mi, en ocasiones me bailaba o se sentaba y me sacaba plática. Cuando volteé ya solo vi a Greta y la bailarina conmigo, ahí estaban solo ellas dos, los demás seguro se deben haber ido a algún privado o así. La ventaja es que solo necesito la firma de uno para poder cerrar el trato, quien sea. Rayne, la bailarina, ya se estaba poniendo demasiado íntima conmigo, se sentó a mi lado y comenzó a acariciar mi muslo, rasguñaba levemente. Me sentía demasiado incómoda.

Rayne: Acaso no quiere Señora Torres?. Se que le encantaría probar un poco de mí.

Callie: Aléjate, tengo esposa.

Trataba de sonar no tan grosera, pero no estaba nada cómoda ahí.

Greta: Muévete Rayne, de ella me encargo yo.

Rayne: Me voy.

Greta le extendió un billete de cien dólares, esta lo tomó, se puso su bata y se fue no sin antes besar a Greta muy apasionadamente. Se veía que era un lugar que ella frecuentaba. Sabía que ahora Greta venía por mi, así que decidí mejor ir al baño.

Callie: Ya vengo, voy al baño.

Greta: Espera, tu vejiga puede esperar, creo que quieres un poco de esto.

Estaba a punto de pararme y sin darme tiempo de nada puso sus dos manos en mis hombros para evitarlo tirándome contra el sillón. Ella iba a besarme.

Pero la detuve.

Callie: Está bien, acepto. Te haré lo que quieras, pero antes firma, así me aseguro de que lo harás.

Se lo solté con una voz muy excitante para que viera que en verdad deseaba esto y se dejara llevar por el placer.

Greta: Acepto, pero harás todo lo que te pida. Todo.

Callie: Absolutamente todo, seré tu esclava sexual si quieres.

Greta: Me parece perfecto, pásame eso.

Le entregué la carpeta con los papeles, los abrió y firmó cada uno de ellos. Acabado esto rápidamente se montó en mi regazo.

Greta: Ya cumplí mi parte del trato, te toca.

Callie: Lo sé, solo espera, realmente tengo que ir al baño.

Greta: Te vigilo nena. No escapes.

Callie: Claro que no, estoy emocionada por lo que me espera.

Arizona.

Ya era tarde, son casi las 7 pm y Callie no ha llegado, supongo se quedó un rato más pero ya estoy empezando a preocuparme, pero no le marco porque sé que está en cosas de negocios y prefiero no distraerla, pero al diablo los nervios me están matando, así que decido llamarle.