Callie.Estábamos ya en la habitación de maternidad, Arizona aún no tenía los diez centímetros de dilatación, estaba en siete, por lo que aún teníamos que esperar. Llevábamos aquí desde la mañana esperando dilatara más.
Estaba apoyada en la cama con las dos manos y yo masajeaba su espalda.Arizona: Dios mío esto duele como el infierno!
Callie: Aguanta tantito más amor, ya casi.
La verdad yo estaba más que impaciente, pero no sabía que hacer, solo estar ahí con ella y darle palabras de aliento.
Pasaron las horas y ya eran las once de la noche, entró la obstetra.
Silvia: Te voy a revisar, ya pasaron más de tres horas, si aún no está en posición tendremos que hacer cesárea.
Arizona: De ninguna manera, está niña nace ya!
Volvió a gritar, ya las contracciones eran muy seguidas. La obstetra comenzó a hacerle el tacto.
Silvia: Bingo! Luciana está lista para salir.
Rápido vi como se movieron las enfermeras, empezaron a traer todo y a acondicionar la habitación, mientras mi esposa gritaba con cada contracción.
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Arizona: Dios mío!
Callie: Vamos amor, puja.
Silvia: Venga Arizona, ya casi.
Volvió a pujar y claramente gritó. No me imagino el dolor que debe estar sintiendo.
Arizona: No, no sé si puedo.
Vi la desesperación en su mirada cuando por más que pujaba Luciana no se dignaba a salir.
Callie: Claro que puedes mi amor, estoy aquí contigo.
Sujeté más fuerte su mano dándole conforto para que siguiera, mi mano comenzaba a ponerse morada de la intensidad con que ella la tomaba, pero estoy totalmente segura que su dolor era mucho mayor.
Seguía pujando y ya gotas de sudor caían por su frente y pecho.
Silvia: Uno más, ya veo la cabeza!
Callie: Puja amor, estamos a nada de conocerla.
Silvia contó hasta tres y el grito de Arizona llenaba la habitación hasta que un hermoso llanto lo sustituyó.
Luciana Thalía Robbins Torres acababa de nacer.
Arizona tiró su cabeza hacia atrás abatida por el cansancio.
La obstetra nos mostró rápidamente a la bebé y se la entregó a las enfermeras.
Arizona: Nuestra hija.
Callie: Nuestra hija amor.
Puse un beso en su frente y encaré nuestros ojos llenos de lágrimas, mientras terminaban con ella.
Después de unos minutos que se llevaron a Luciana, la doctora nos la entregó y ahí la pudimos ver detalladamente. Ella era tan, pero tan linda.
Si, nosotros ya estábamos llorando.
La acomodaron con Arizona en brazos y enseguida tomó el pecho.
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Siempre serás mi universo
FanfictionEsta es la historia de Calzona, Arizona llega a Nueva York, dispuesta a luchar por el amor de su vida, pero la vida les va a poner mas retos si quieren volver a estar juntas. Escenas +18 Ningún personaje es mío, son parte de la serie Greys Anatomy ...