Capitulo 50 Final.

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Arizona.

Callie: Auch!

Arizona: Se movieron?

Callie: Si, fuerte. - Apoyé la cabeza en su gran barriga de casi ocho meses y susurré.

Arizona: Holi, están ahí? Solo quiero que sepan que los esperamos con muchas ansias su mami, sus hermanas y yo - Deposité un beso en su ombligo por encima de la blusa.

Callie: Amo cuando les hablas, saben quien eres, siempre terminan calmados.

Arizona: Me encanta hablarles.

Callie regresó hasta la cocina y terminó de hacer la cena, pronto llegaría Sofía.

Luciana: Mamaaa! - Escuchamos que gritó Lu desde el piso de arriba.

Arizona: Yo voy.

Fui hasta su habitación pero ahí no estaba.

Arizona: Donde estás?

Luciana: En tu cuarto.

Corrí hasta allí pensando lo peor pero me tiré a reír cuando vi lo que vi.

Arizona: Que te pasó? Jajajaja

Luciana: Mamá! No se me quita! - Su carita de
enfado era tan linda.

Estaba nada más y nada menos que toda rayada de la cara, era algo negro pero no sabía que; su cabello estaba lleno de gel y todo duro.

Arizona: Pero... jajaja, que te pusiste en la cara?

Luciana: Duh, una mascarilla. - Me acerqué a donde estaba y claro, LUCIANA ESTO NO ES UNA MASCARILLA! Era grasa para los zapatos negra de esa que se usa para darle color a los zapatos y hacerlos que brillen.

Arizona: Nena, esto no es mascarilla.

Luciana: Ay mamá! Tu culpa.

Arizona: Y la mía porque?

Luciana: Tu dejaste esto aquí.

Arizona: Pero tú estás de metiche aquí.

Luciana: Mamá! Ya ayúdame - Sus ojos se llenaron de lagrimas.

Arizona: Ya, ya ven aquí.

Tomé una toallita húmeda y cierto, no salía la pintura de su cara.

Arizona: Ni modo, tendremos que decirle a mami, ella seguro sabe como quitártelo.

Luciana: Ella me va a regañar.

Arizona: Ven aquí. - La tomé en brazos y me dirigí hasta abajo donde estaba mi esposa haciendo la cena.

Luciana ya tiene cuatro años casi cinco, es todo un barco de emociones, tiene demasiada energía se la pasa brincando de un lado a otro y juega, juega y nunca se cansa, con Callie alguna vez pensamos en darle alguna pastillita para relajarla pero nos retractamos.

Es una niña de cabello castaño, con unos lindos ojos que con el tiempo se hicieron aún más azules como los míos, tiene los hoyuelos que derriten a cualquiera, Callie dice es una mini Robbins pero la verdad yo creo es una Callie en su total esplendor, es amorosa, intensa, nunca para; ah, y ama con su vida la pizza y bailar.

Está en clases de hip hop desde que tiene dos años y medio, hacía gimnasia no le gustó, ballet tampoco, gimnasia rítmica mucho menos, hasta que descubrimos su verdadero hábitat natural, los deportes que tontamente son considerados para niños; actualmente es cinta verde en taekwondo estuvo un tiempo en box pero era muy pequeña y temíamos se lastimara.

Siempre serás mi universo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora