Epílogo

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El primer destino al que fue Midari fue el reino de las hadas, situado en el bosque con el mismo nombre.

- Tengo que contarles lo que pasó... Aunque se supone que este lugar está prohibido, o algo.

Midari avanzó un poco en el bosque y pronto encontró una cara familiar.

Voret, la prima de Suura estaba ante ella. La reconoció porque ella también asistió a las pruebas de selección en Vilendar.

- ¡Bienvenida al bosque de las hadas, Midari!
Exclamó Voret.

- ¡Voret!

- ¿Me recuerdas?

- ¡Claro!

- Ven por favor, te acompañaré.

- ¿Adónde?

- Ahora lo verás.

Midari y Voret avanzaron un poco en el bosque y llegaron a su destino.

- Aquí es.

Voret se detuvo. Ambas se encontraban en un enorme claro en el bosque. había algunas decenas de hadas pululando por los alrededores y algunas pequeñas casas bajo los árboles y también en ellos.

- ¿Cómo hemos llegado tan pronto?

- Sólo las hadas podemos viajar por aquí sin perdernos. Además, podemos atravesar el bosque entero en pocos segundos.
Dijo Voret, sonriendo.

- ¿Por qué me has traído aquí?

- Estás aquí porque querías decirnos que Suura no ha regresado contigo, ¿verdad?

- Sí...

- No debes preocuparte. Hace tiempo que lo sabemos. Me alegra que al final hayas regresado al menos tú.

- ¿Cómo lo sabíais?

- Fíjate en ese árbol.

Voret le mostró un viejo árbol a Midari.

- Este es el árbol de las hadas. Cuando un hada muere, su alma regresa aquí y renace como un nuevo ser vivo.

- ¿Quiere decir que Suura...?

- Sí, ella ya ha renacido. Pero no nos recuerda. No recordamos nada de nuestras vidas pasadas.

- Ya veo. Aún así me reconforta saber que alguna de las hadas que hoy viven es Suura. Ella realmente no merecía morir así...

Voret vio como la expresión de Midari cambiaba.

- No te lamentes por eso, por favor. Bastante has hecho hoy con venir aquí. Te lo agradezco de corazón.

- Gracias por mostrarme este lugar. ¿No se suponía que nadie o casi nadie podía venir aquí?

- No eres el tipo de persona que vaya a contar nada. Además, una vez te vayas no sabrás volver. Sólo las hadas sabemos.

Mientras hablaban, un corro de hadas se había formado alrededor de Midari. Algunas curioseaban entre sus pertenencias, otras le tocaban el pelo o se pegaban a sus piernas.

- Qué hermosas son todas.

Midari sonrió.

Voret les hizo una señal para que no la molestaran tanto.

- Oye Voret, sobre lo que ha sucedido en Thyria

Algunas de las hadas se escondieron en cuanto escucharon a Midari nombrar ese tema.

- No debes preocuparte. Jacob cree que nos ha vencido. Lo llevamos a un lugar diferente en el bosque y muchas hadas se sacrificaron para hacerle creer que nos había vencido a todas. No salimos del bosque, pero tampoco pueden encontrarnos, así que lo que suceda fuera de estos bosques no nos afecta.

Cazadores de demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora