El tiempo se había detenido. Arakar no podía creérselo.
El demonio avanzó rápidamente hacia su rival, pero sin que esta hiciera absolutamente nada.
Estaba muy cerca, Dwalla estaba casi a su alcance, pero algo detuvo a Arakar.
Su estómago de repente comenzó a doler, un instinto primario, algo en la mente de Arakar le dijo que se había acabado ese momento y que debía concluir.Pese a no estar en una posición perfecta, Arakar pudo golpear a Dwalla en el brazo izquierdo.
El tiempo retomó su curso.
Arakar empezó a escupir sangre por la boca... Pero el brazo de Dwalla se había desintegrado totalmente, manchando a la chica y al demonio de sangre.
Arakar se puso la mano en la boca y retrocedió para sanarse.
- ¿¡Arakar, qué acaba de pasar!?
Dijo Dakem.Midari estaba igual de sorprendida que el demonio.
- Esa velocidad... no... no ha sido velocidad. Mi cuerpo ha tratado de rechazar algo. Estaba rechazando... ¿"eso"?
Dakem temblaba y miraba sus manos, desorientado.Arakar miró a Dakem igualmente sorprendido.
- Es el pináculo de todos los poderes, si dominas ese poder podrás conquistar todos los mundos Arakar.
Dijo Dakem en un tono mucho más animado.- El tiempo se...
Dijo Arakar mientras escupía más sangre.- ¿El tiempo se detuvo?
Dijo Midari, mirando el brazo de su compañera.- Está bien Midari.
Dijo Dwalla, levantando un grupo de rocas que tenía cerca con su control de la tierra.- No está bien Dwalla, no puedes seguir peleando contra un monstruo así...
- La realidad es que yo estoy agradecida...
Dijo Dwalla sonriendo.Arakar había acabado de sanarse.
- Dakem, no estoy seguro de poder volver a hacerlo.
Dijo Arakar, comprobando que todo su cuerpo estaba sanado de nuevo, mirando repetidas veces sus piernas y las palmas de sus manos.- No importa, acaba el combate. Tenemos mucho tiempo por delante para mejorar esa habilidad.
- Dwalla...
Dijo Midari, con los ojos vidriosos.- Si Arakar hubiera usado esa monstruosa habilidad correctamente ya estaría muerta.
Dwalla juntó todas las rocas que había alzado y generó con ellas un brazo de piedra para sustituir al que había perdido.Dwalla tranquilizó a Midari levantando el pulgar del nuevo brazo.
- Tienes agallas al seguir en pie sin apenas inmutarte tras haber visto eso, humana.
Dijo Dakem.- ¿Y qué otra cosa quieres que haga, felicitarlo como tú has hecho?
Dijo la humana, tratando de provocar a ambos demonios.- Nada de lo que digas ya va a afectarme. Ha sido mala suerte no haber podido golpear tu cabeza, pero me es igual.
Arakar estaba sonriendo.El demonio caminó hacia Dwalla.
- Gracias a ti he podido obtener este poder, gracias a ti todos los demás mundos caerán. Todo gracias a haberte enfrentado aquí hoy, Dwalla. ¡Yo soy el que no puede estar más agradecido!
Arakar comenzó de nuevo a atacar a Dwalla, esta vez con una sonrisa en su rostro, dejando ver sus afiladísimos dientes mientras trataba de destrozar a su oponente con barridos y zarpazos de una fuerza inigualable.- Fíjate en como el combate acaba.
Arakar atacó el costado izquierdo de Dwalla, y en cuanto esta trató de detener el ataque, el demonio simplemente destrozó el brazo izquierdo hecho de rocas que Dwalla había improvisado.
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Cazadores de demonios
Phiêu lưuHace décadas una raza con una fuerza imponente se erigió sobre todas las demás y empezó a esclavizar a toda forma de vida. Esa raza no era otra que la raza demoníaca. Los esclavos nutrían a los demonios con su miedo y su odio, engrosando los ejércit...