Desafío elemental

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- Habéis estado derrotando a todos los demonios que os atacaban...

- No te haces a una idea de cuánto cuesta abrir portales entre mundos, maldito troll descerebrado.

Las dos criaturas volaban con alas oscuras. Tenían largas colas acabadas en una flecha. En sus caras, además de la belleza natural destacaban sus puntiagudos colmillos.

- ¿Mujeres demonio?
Talok se detuvo a frotarse los ojos.

- Súcubos.
Corrigió una de las dos.

- Somos más fuertes que los demonios normales y tenemos buena mano con la magia.

- Lo contrario a un patoso como tú...
La súcubo lanzó un rayo de luz hacia la cara del troll y éste se cubrió rápidamente, casi por instinto.

- La oscuridad atrapa a los que evitan la luz, troll.
La otra súcubo lanzó un hechizo alrededor del troll; unas formaciones de oscuridad similares a raíces y ramas rodearon las extremidades y el torso de Talok.

- Esperad a que os coja...
Dijo Talok, tensando sus músculos y apretando la mandíbula para salir de aquella situación.

- Cuando la oscuridad te rodea, solo la luz puede guiarte de nuevo.
La súcubo lanzó una bola de luz que impactó sobre el troll. El hechizo oscuro se deshizo, pero la potente luz quemó la piel del troll, ocasionando graves daños por toda la parte delantera de su cuerpo.

- Nos dijeron que nos quedásemos al margen, pero es tan difícil hacer caso a una pandilla de incompetentes tan grande.

- Todos esos estúpidos planes tan complicados los llevarán a la muerte. Es más sencillo acabar con el rival cuando éste está indefenso.
Dijo la otra súcubo.

- Vais a necesitar algo más que frases estúpidas que me dan igual y hechizos baratos para matarme.

Las dos súcubos se juntaron de nuevo, espalda con espalda.

- En este mundo nadie puede ordenarnos qué debemos y qué no debemos hacer. Esa es la diferencia entre todo lo que has enfrentado hasta ahora y nosotras dos.

- Somos Zari y Zula, las gemelas súcubos, maestras de portales.
Ambas hermanas hicieron una reverencia ante el troll.

- Me importa un comino. Os voy a partir la cabeza a las dos.

- Inténtalo, troll asqueroso.
Dijo Zari, volando hacia arriba.

Las hermanas se separaron de nuevo, cada una se situó a un lado del troll. Zari usaba ropajes más claros, Zula, en cambio, vestía de negro.

Ambas hermanas lanzaron un ataque combinado, un haz de luz por la derecha, lanzado por Zula y un haz de oscuridad por la izquierda, lanzado por su hermana.

Talok estaba recibiendo mucho daño pero se cubría todo lo que podía. Sus brazos sangraban, la piel y las escamas de las partes afectadas del troll se caían y dejaban a la vista la carne sanguinolenta y enrojecida.

- Un momento... ¿la hermana con la ropa blanca es la que usa hechizos oscuros y la de los hechizos de luz viste de negro?
Talok empezó la frase con el fin de que sus rivales se detuvieran o bajaran la guardia, pero al acabarla, el propio troll se dio cuenta de que eso le parecía tan gracioso que le daba igual todo lo demás.

- ¡JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA!
Talok reía como nunca antes lo había hecho. El troll estaba algo encorvado, sujetándose la barriga por temor a que los pulmones se le salieran por la boca.

- ¿Desde cuando un ser por evolucionar como tú cree tener sentido de la estética?
Dijo Zula, con desdén, deteniendo su ataque al mismo tiempo que su hermana.

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