Nuevo enemigo

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Midari caminaba al lado de Dwalla, sin decir nada.
Pasado un rato, Dwalla dirigió su cabeza hacia ella.

- Cuesta creerlo, eso es lo que debes estar pensando.
Dijo Dwalla, sin dejar de caminar.

- Pues sí. Pensaba que las personas ciegas no podían hacer... bueno, todo lo que tú haces.

- La tierra que piso dibuja el mundo en mi mente. Mis pies son mis ojos.

Midari estuvo en silencio un rato, pensando qué quería preguntar.

Dwalla hizo uno de sus pasos más corto de lo normal para esquivar una piedra.

- ¿Cómo sientes algo que no se mueve?

- La luz también me ayuda a ver. Aunque sea en un área muy corta, puedo sentir la luz, bañando lo que nos rodea. Si siento que no hay luz en un lugar concreto, es porque hay algo y si ese algo se mueve, no es algo, sino alguien.

- Muy interesante.

- ¿Sabes nadar?
Interrumpió Will a las chicas.

- Sí.
Contestó Dwalla.

- Entonces podrías pescar. Eso está bien.

Talok sonrió desde detrás.

- Podríamos parar a comer algo, ya sabéis, para reponer fuerzas.

- No hace mucho que te has comido un par de serpientes enteras...
Dijo Tarso.

- Creo que el troll no se refería a eso.
Kryp se detuvo en seco.

- Siento a muchos. Están fuera de mi alcance, pero la tierra tiembla mucho.
Dijo Dwalla.

Midari, Rábil y Suura se acercaron a la tierra pero no notaron nada.

- ¿Estáis seguros?
Dijo Suura.

- No notaréis las vibraciones, son demasiado pequeñas.
Respondió Dwalla.

- Sea como sea, deberíamos prepararnos.
Will lanzó su arpón por el aire y lo cogió por el mango. El filo apuntaba hacia abajo y ligeramente hacia atrás.

Rábil cambió sus dagas de mano con un ágil movimiento de muñecas antes de volverse invisible.
Tarso se puso delante de todos, descargó su escudo y lo cargó con ambas manos.
Kryp movió su bastón por todo su cuerpo hasta dejarlo sobre sus hombros, cogido por ambas manos.
Suura empezó a volar a tres palmos del suelo, aleteando suave pero constantemente con sus hermosas alas.
Talok se acercó al frente y puso su garrote en el hombro.
Dwalla adoptó una posición defensiva y Midari preparó un hechizo para lanzar en cuanto el enemigo se presentara.

El grupo esperó por varios segundos. De los alrededores empezaron a aparecer demonios. Decenas de ellos.

- Midari, no ataques aún.
Dijo Will.

Midari asintió, algo sorprendida por las palabras del antiguo.

- Rábil debe haber preparado algo, ataca solo cuando sepas que no puedes fallar. ¿De qué es el hechizo?

- Es de hielo. Podría congelar a varios si apunto bien.

- Apunta atrás, Talok ve hacia la izquierda, yo iré a la derecha, Kryp al centro. Dwalla y Midari se encargan de la parte de atrás.

- Yo valoraré quién necesita más ayuda, no os separéis mucho.
Dijo Tarso.

- Me quedaré en el centro, no os alejéis demasiado y así Tarso y yo podremos cubriros con hechizos y habilidades de apoyo.

Los demonios se acercaban cada vez más.

- Voy a contar hasta tres. Si Rábil no aparece voy a lanzar el hechizo.

Cazadores de demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora