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Para este entonces, el vampiro ya estaba más que cansado tanto mental y físicamente. ¿La razón? Ya faltaban días para la fiesta de cumpleaños de su niño, tenía que organizar todo y que quedará perfecto, y cuando nos referimos a que quede perfecto, estamos hablando de que tenía que hacer que el cazador pasará desapercibido, ya sea echándole a patadas del lugar u ocultar su olor de mortal.

Otra cosa que le agotaba demasiado era lo que cargaba con él, el hecho de tener otro hijo le estaba quitando magia, energía y le abría más su apetito.

-Te vez cansado.- y la voz del diablo resonó por su cabeza, sacándole de sus pensamientos. Dirigió su vista al cazador, que no hacía más que estar con él a todo momento.

-¿Sabes que puedes estar libremente por el castillo?¿No?.- contesto con una pregunta y un tono de voz molesto el vampiro, solo quería que está situación terminará pronto.

-De hecho, acabo de venir de ver cómo Charlos y Jasper se agarraban a golpes por un mapache.- contesto cómo si nada de lo que acababa de pasar no hubiese pasado.

-¡¿Y no hiciste nada, tú, grandísimo idiota?!.- y allí estaba nuevamente el mal temperamento del rey de los vampiros.

-No es cómo que me fuese a quedar para recibir una paliza por parte de Suave, ese sujeto se ve débil, pero la verdad es que da miedo mientras está enojado.- El tono de burla que usaba el cazador solo hacia que el vampiro se enfadara más.

Algo que no pasó desapercibido por Macabre, por lo que, sin que el vampiro se diera cuenta, se levanta y se acercó hasta donde estaba su amado sentado, comenzando a tratar de abrazarle y comenzó a darle pequeños besos en su cuello.

-Ahora no, macabre.- el vampiro hablo ya un poco más relajado, trato de alejar al cazador de él, pero esas caricias que se le eran brindadas le hacían perder toda fuerza.- eres un idiota, si alguien entra-

-Nadie va a entrar a menos que sean tus hermanos, y si eso pasa será porque tú estás haciendo mucho ruido.- comento burlón el más alto, comenzando a colar sus manos en los ropajes del vampiro, sintiendo como esté comenzaba a estremecer se.- solo un momento, te vez cansado.

Lentamente y con cuidado de no arruinar el momento, el mayor en altura comento a quitar la capa del vampiro y después a desabotonar lentamente su camisa, aún en su labor de repartir mimos en el cuello y un poco más abajo del dueño del castillo.

-Ngh~... Está bien, pero tienes solo unos minutos.- al escuchar eso el cazador sonrió triunfante, volteando la silla donde estaba el vampiro, haciendo que quedarán frente a frente.

-Creeme que son los mismos minutos que no desaprovechare y te haré sentir en el cielo, dulzura.- y así, nuevamente, el cazador le acorraló en la silla, está vez besándole en su boca mientras comenzaba a pasear sus manos por el cuerpo de su amado.

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Después de un rato, el vampiro estaba recostado en el sillón que estaba en aquella habitación, estaba tapado con su capa. Dormía pacíficamente mientras el cazador le observaba con mucha ternura mientras comenzaba a vestirse nuevamente.

Algo que jamás creyó capaz Macabre fue el hecho de que el vampiro comenzara a abrirse a él y mostrará ese lado tan sensible y necesitado de amor, aunque, no iba a negar que él también necesitaba de Fallacy.

Un leve toque en la puerta y el sonido de está abriéndose le saco de sus pensamientos y volteó su vista hacia atrás, viendo entre confundido, apenado y divertido a un Jasper con los ojos vendados y de tras de él venía Suave, tomándole del hombro para que el chico no fuera a tropezar; Suave que a diferencia del niño, este estaba desviando la mirada con un sonrojó que cubría todo su rostro.

-Mi amo Jasper quiere dejar la lista de lo que le gustaría que hubiera en su fiesta de cumpleaños, así que simplemente la dejaremos en el escritorio, si sería tan amable de decirle al amo Fallacy, señor Macabre, se lo agradecería mucho.- comento Suave, tratando de ponerse serio y mantenerse al margen.

-Suave ¿Puedo quitarme ya la venda de los ojos? Pica mucho.- comento Jasper en su ignorancia e inocencia.

-¡NO!.- levantó la voz nervioso el mayordomo, tratando de corregir su error de haberle gritado a su joven amo.- Q-Quiero decir, aún no, recuerde que le tengo pequeñas sorpresas por todo el castillo y usted no tiene que verlas.- sin esperar más, el mayordomo cargo al niño y se dirigió rápidamente a la puerta.- Muchas gracias señor Macabre, por su atención y lamentamos interrumpir.- finalizó Suave y salió con Jasper, dando un portazo debido a los nervios.

-¿Qué estaban haciendo?.- se escuchó la voz del niño cuestionar a su mayordomo.

-¡Yo te puedo decir que estaban haciendo, Jasper!.- y también se escuchó la voz de Charlos, que trataba de corromper al pequeño de casi 13, porque si, pese a la edad de Jasper, tanto sus tíos como su padre jamás se atrevieron a hablar de eso con él.

-¡Date por muerto, Charlos!.- finalmente se escuchó como Suave corría detrás del vampiro pelirrojo para evitar que ese mocoso le quitará y corrompiera la inocencia de su niño.

En cambio, el cazador reía divertido dentro del despacho de su amado, esa familia le hacía sentir bien, no le hacía sentir solo, ni despreciado.

Trataría de protegerlos, aunque Jasper y sus tíos le vieran con desconfianza, o aunque Fallacy le viera a veces con molestia, debía admitir que se sentía completo.

Algo que no sentía desde hace años atrás, volvía a revivir estando en ese castillo.

la bestia y el cazador ||fallacy x macabre(?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora