la bestia y el cazador ||fallacy x macabre(?

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Ese castillo, ese castillo que se lograba ver desde aquel pueblo, que vivía temeroso del dueño de este mismo.

Claro, la gente le temía a lo diferente, lo diferente era malo, era raro, era un vampiro solitario que solo se mantenía alejado por no lograr ser comprendido y poder proteger a los suyos. Su familia y la servidumbre eran los únicos que no demostraban temor ante él, y a pesar de ser tratado con mucho respeto, las sirvientas y familia le trataban a veces como a alguien normal. No como a alguien peligroso, no como a un fenómeno de circo. Si algo aprendió en el pasado, fue que la gente del pueblo eran los verdaderos monstruos, le habían arrebatado lo que más amaba en el mundo en ese entonces. Ni los lobos, ni las brujas, ni los magos. Simplemente eran seres incomprendidos. Al igual que él, no valía la pena tratar de hacer las paces con gentuza como esa, no valía la pena tener que lidiar con personas de mente cerrada y estúpida que no se tomaría el tiempo de escuchar y comprender.

Ahora mismo se encontraba en su despacho, siempre era así, encerrarse, educar a su hijo, practicar el piano, la misma rutina. Lidiar con Eterna se había vuelto aburrido, pues cada que la veía se volvían muy predecibles sus ataques. Si talvez llegará alguien que de verdad le diera pelea, alguien que tuviera la osadía de faltar le al respeto, se llamaba masoquista por eso; decidió olvidar eso y desechar esos ridículos deseos y pensar en otra cosa.

Salió de sus casilla cuando un toque muy suave sonó en aquella espaciosa habitación.

-Pase...- dijo en un tono bastante tranquilo, pero eso no quitaba que su voz no fuera grave y autoritaria. El chico de la boina entró e hizo una reverencia, el esqueleto-vampiro asintió, dando a entender que podía hablar.

-Disculpe la intromisión mi Lord, vengo con noticias enviadas por el señor Charles.- detuvo su anuncio gracias al vampiro.

-Suave, Charles y yo te hemos dicho millones de veces que al estar a solas con nosotros, nos digas hermanos, o incluso por nuestros propios nombres .- le miro para seguido soltar un sonoro suspiro. Sabía que su hermano no cambiaría ese hábito suyo.- Deja las formalidades, eres mi hermano.

-Bueno, ¿puedo proseguir, hermano?.- pregunto el esqueleto del corazón invertido.- Charles anuncio que ha aparecido un nuevo cazador, en esta semana ya han desaparecido brujas, lobos, magos, e incluso vampiros. Volviendo lo en un total de 16 por todos, 4 brujas, 2 magos, 5 lobos y el resto vampiros, se dice que es un peligro, en lo personal, me gustaría estar al tanto de la seguridad del joven amo Jasper, si me lo permite mi Lord.- Fallacy no podía negar que Suave era quien mejor protegía a su hijo, a lo que no se negó.- Nuestro hermano apenas pudo escapar, Death fue quien le ha salvado. Ambos piden refugio en tu castillo, hermano.- el mayor miro a su mayordomo, suspiro y asintió sin decir ningúna palabra.- con su permiso, mi Lord. Tengo que preparar las habitaciones.- Suave nuevamente comenzó a usar ese tono tan formal con el mayor, claro, porque sabía que la servidumbre era servicial y leal al igual que chismosa y no pasaría por alto que justo en ese momento estuvieran pasando personas ajenas a la familia, el mayordomo hizo una reverencia y salió, dejando al dueño del castillo con dudas y más trabajo.

¿Un cazador nuevo?
¿Será incluso mejor que Eterna?

Tenía que preparar a Charlos, jamás dejaría que su hijo estuviera involucrado en peleas como estás, era su más grande tesoro entre tantas riquezas, aunque no lo dijera muy a menudo; pero tampoco mandaría al chico pelirrojo a hacer el trabajo más difícil, le apreciaba y sabía que el chicho hacia lo mismo, claro,después de haberlo salvado de que Eterna le asesinara después de acabar con la familia del chico, ambos tomaron afectó el uno por el otro, no al grado que Fallacy amaba a su hijo, pero claro que se arrepentiría de su muerte, soltó un suspiro y dejo esos pensamientos para después.

Salió de la habitación, se dirigió al jardín en donde sabía que se encontraba su hijo, antes de llegar se encontró con el vampiro de cabellos rojizos acosando nuevamente a una de las sirvientas, así que ¿Por qué no molestar un poco?.

-Charlos, se que gustas de Fiby, pero hay algo importante de lo que me gustaría hablar en un momento, así que, espero seas puntual.- sin dejar reaccionar al vampiro pelirrojo, dejándole el rostro completamente rojo al igual que a la sirvienta, salió en busca del pequeño niño de 12 años. Al mirar que estaba acariciando a un pequeño conejo que se había colado al jardín, se acercó con la intención de comentarle sobre lo que está sucediendo.

-Jasper...- hablo con ese típico tono de voz serio, haciendo que el animalito saliera brincando de pavor. El niño volteó a verle algo preocupado. Se levantó y se sacudió sus ropajes. Suponía que estaba en problemas por haberse ensuciado.

-¿Sucede algo padre?.- en su tono de voz podía notar se que estaba nervioso, la mayor parte del tiempo su padre siempre le reprendía por gastar le bromas a la servidumbre también, o porque se enteró de alguna travesura que hizo.

-Jasper, pronto tendrás 13, a lo que también pronto serás independiente y quiero que comiences a entender ciertos asuntos.- posó una mano en el hombro del más joven y lo llevo a una banca hecha de piedra, el vampiro mayor se sentó a su lado.- escucha, sabes que tu padre no es de demostrar sentimientos, en especial contigo, hay asuntos en los que prefiero excluir te a ti y pedir ayuda al imbécil de Charlos, no porque no te tenga confianza, si no, porque ya perdí a tu madre.- el pequeño vampiro le miro con  algo de sorpresa y también tristeza, el asunto del asesinato de su madre aún era algo delicado.- y no soportaría perderte a ti, Suave estará cuidando de ti estos días, solo hasta que pase el peligro de él nuevo cazador.- volteó a ver al infante, este solo agachó la mirada.- oye, pronto se acerca tu cumpleaños, y sabes que puedes pedir lo que quieras, así que di me, ¿ya pensaste que quieres?.- Jasper se levantó de la banca y sin aviso abrazo a su padre, sorprendiendo un poco a este, pero no dudo en corresponder apegando el pequeño cuerpo de su niño al suyo, recordando cuando a penas era un bebé y siempre lo tenía en brazos.

-Me gustaría que no te pasará nada.- habla mientras ocultaba su rostro en el pecho de Fallacy, no era sorpresa que el chico ya sabía que con las palabras que su padre le había dicho, era más que obvio que decían "Puedo morir, sin quererlo realmente o sin despedirme de ti, así que, si eso pasara, promete que vivirás por los dos." Y eso, realmente le dolía al niño, así que no le importo mucho que el mayor le reprendiera después por hacer aquello o haber arrugado sus ropajes, era su padre después de todo.

-Lo prometo...- contesto el mayor, sintiendo igual que su hijo, aquel pesar sobre sus hombros, y rezaba a los dioses existentes, si es que podían escuchar a alguien que no era devoto a ellos, que protegieran a su niño a toda costa.