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Las emociones bien pueden comprarse cómo un río.

Simplemente fluyen; a veces se estancan, algunas otras veces son muy claras y otras veces son turbias y profundas, pero jamás se terminan.

Sinceramente Jasper no sabía si se estaba ahogando con el agua realmente o todo lo que sentía, las emociones en ese momento era lo que te arrebataba el aire.

Al tener herido el hombro no podía nadar bien, ni siquiera podía acercarse a la orilla para sujetarse de algo, no le queda nada más que dejar que la corriente le llevará.

"Padre, tíos, amigos ¿Por qué?¿Qué les impulso a querer sacrificarse?"

El chiquillo al estar tan metido en sus pensamientos, no noto cuando alguien más había saltado al río y le había sujetado con fuerza para sacarlo de allí.

Ahora el aire era una bendición y le daba algo de tranquilidad al estar fuera del agua.

-¿Estás bien?.- una voz suave y preocupada llamo su atención, trato de aclarar bien su vista y pudo distinguir a un esqueleto, un poco más alto que él, que vestía de ropas blancas y doradas.- ¿tienes alguna otra herida a parte de la que tienes en el hombro?.- el contrario trato de revisar a Jasper, incluso trato de acercarse.

Pero el chiquillo al ver que el mayor se acercaba no dudo en convertirse en su forma de murciélago, tal vez no pudiendo volar por su herida, pero eso no le impedía ocultarse en los huecos de la tierra o de los árboles.

-¿¡Cómo se que no me quieres matar!? ¡Alejate!.- el otro suspiro, entendía el porque de la defensiva del chico.

-Yo, no soy cómo ellos, ni siquiera soy cazador o se manejar un arma cómo las que tienen ellos.- lentamente, el mayor de los dos se acercó al hueco donde estaba Jasper, extendiendo su mano por si el pequeño murciélago quería salir.- me llamo Gabriel, solo quiero ayudarte a ti y a los tuyos.- lo último que quería el hermano del cazador era que el niño huyera y se encontrará con alguien que de verdad podría hacerle daño.- si sirve de algo, yo conocía a tu padre y a tus tíos en nuestra niñez.- estás palabras habían funcionado bastante, pues Jasper sabía que su familia tenía pocos amigos, los podrías contar con una mano y te sobrarían dedos.

-¿Cómo me encontraste?.- el niño salió de su escondite para volver a su forma normal, soltando un quejido por el dolor.

-Realmente vengo a ayudarlos a todos, no importa si sean vampiros o los que les atacaron, yo no tengo un bando al cual pertenecer, para mí son personas a las que necesito ayudar por igual.

-Ya veo...- Jasper sin decir nada más con respecto a aquello, se pudo de pie y comenzó a caminar ¿A dónde? Tal vez a buscar una solución a todo esto.- Adiós y gracias por salvarme.- en ese momento, el chiquillo agradecía tener con él la espada que le había regalado Charlos en su fiesta, al menos si se podría defender.

-¡Espera! Estás herido. No puedes ir así.- Gabriel se había puesto a la defensiva, lo último que quería era que hubiera más muertos.

-¿No puedo? Mírame hacerlo.- contesto en un tono vacilante Jasper, tratando de subir a un árbol para poder orientarse, no sabía que parte del bosque era esa y tampoco sabía dónde quedaba el castillo.

-Ugh, eres igual de obstinado que tu padre. Ahora entiendo porque dicen que la manzana no cae muy lejos del árbol.- el adulto había estado siguiendo los paso, solo que él se quedó abajo del árbol por si el chiquillo daba un paso en falso. Y fue lo que pasó, Jasper pronto se vio callendo gracias a que se rompió una rama, para su fortuna, Gabriel había podido atraparle antes de que si quiera tocará el suelo.- déjame ayudarte, con suerte podríamos ayudar a tu familia.

la bestia y el cazador ||fallacy x macabre(?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora