La caminata no duró mucho, o bueno, no fue como Jasper pensaba que sería, Lofy había cambiado demasiado, ya no era aquella chica que tartamudeaba por su falta de control de nervios, de hecho, hablar con ella era agradable.
-Jajaja si, y ahora mi padre está al tanto de Suave por lo que pasó.- terminaba de contar su anécdota aquel chico que aparentaba ser ya casi un adulto por su forma de comportarse, aunque la realidad era que estaba por pasar a la adolescencia.
-Entonces no ha cambiado nada el castillo en mi partida.- la chica lagarto detuvo su andar cuando estuvo frente a una puerta pequeña de una cabaña bastante noble.- hemos llegado.- se hizo a un lado para dejar pasar al chico.- adelante señorito.- hablo con cortesía y burla la chica.
Algo que al parecer, a Jasper no le molestaba, sin decir nada más, entro a aquella cabaña bien cuidada.
Un olor a té impregnaba el lugar, era agradable alejarse de sus deberes como hijo de un vampiro de gran prestigio.
-Es realmente linda tu casa.- dijo el niño, tratando de no sonar tan descortés después de haber entrado.
-Gracias.- le sonrió la ex-sirvienta.- amm... joven Jasper, me gustaría que dejará su espada cerca de la puerta, por educación más que nada.- el menor sin rechistar tomo su espada con toda y funda y se dirigió a ponerla cerca de la puerta de entrada, tal vez era una costumbre de la mujer y no quería ser grosero en una casa ajena a la de él, después de todo, Suave siempre se esmeraba para enseñarle modales.
La chica sonrió y dejó aquella canasta que traía en la mesa.
-Ire a preparar té, talvez también algunos panecillos con mermelada como solía hacer en el castillo.- dijo en un tono suave y dulce, seguido, la ex-sirvienta se retiró a la cocina
Jasper se puso a divagar por la pequeña sala que estaba allí.
No era muy espectacular que digamos, pero era reconfortante estar en un lugar cálido y acogedor.
No fue hasta que un retrato, mejor dicho, un boceto, estaba doblado abajo de un mantel algo viejo y percudido.
Con cuidado de no romper el papel, que ya estaba algo deteriorado, lo tomó.
Al desdoblar aquel pedazo de papel, su única reacción del vampiro fue ir a por su espada que estaba en la puerta, pero está ya no se encontraba allí.
-Awww, ¿buscabas la espada que te dejo mamí?.- esa maldita voz.
Jasper, entre temeroso y molesto, volteo a ver a la cazadora odiada por los de su raza, y por todas las criaturas diferentes a los mortales.
-Eterna...- fue lo único que dijo el chico, muy en el fondo, sabía que ir con Lofy le atraía problemas.
-En carne y hueso, mi amigo.- se burlo aquella odiosa mujer.
Pero algo que realmente paralizó al niño, fue que en el marco de la puerta de la cocina, donde se supondría estaría Lofy, se encontraba otro cazador de ropas de blanco y negro.
Que le miraba de una forma muy penetrante, si su mirada fuera un arma mortal, Jasper ya estaría muerto.
-parece que no le quitas la mirada a mi camarada.- dijo burlona la cazadora.- te presento a Cruz, un aspirante a cazador, pero igual de habilidoso que su maestro Macabre.- el chiquillo apenas si reaccionó de esquivar una flecha del trance en el que se encontraba.
Rápidamente y como pudo, jaló una sábana que estaba sobre el sofá y se la arrojo a eterna al rostro, haciendo que está perdiera un poco el equilibrio y callera sobre el de ropas monocromáticas.
Jasper por su parte, comenzó a correr y se encerró en una habitación, poniendo llave a la puerta.
En donde había ocurrido lo demás, Cruz empujó bruscamente a la cazadora y fue tras el chiquillo trato de abrir la puerta, patear la o tirar la. Pero al parecer, aquel mocoso era astuto para bloquear la puerta.
Sin hacer mucho ruido, volvió a la habitación en donde estaba la cazadora.
En la habitación en donde estaba Jasper encerrado, al dejar de escuchar como trataban de forcejear la puerta pudo tranquilizarse un poco, con sigilo, camino hacia la ventana.
Miró cuidadosamente si no había rastro de los otros dos para poder salir, al ver que el bosque estaba desolado, abrió la ventana.
Aunque sus intenciones de huir se vieron frustradas cuando una flecha le atravesó en el hombro, algo que le había dolido como los mil demonios, pero le alegraba que no le hubiese dado en el pecho.
Como pudo se arrastró hacia un lugar seguro, una lluvia de flechas comenzó a invadir aquella habitación. Aunque se levantará, unas cuantas flechas le darían y lo herían de muerte.
Pronto un olor a que algo se quemaba llamo su atención, seguido de un poco de humo colándose por la pequeña abertura que estaba abajo de la puerta.
Tenía que salir lo más pronto posible y digamos que el dolor y el olor a humo y sangre de su herida que se combinaban no le ayudaba de mucho.
Un destello fugas invadió su mirada, y es que como si se tratara de una falsa realidad, una chica vestida de sirvienta apareció a lado suyo, abrazándole sobreprotectora mente.
-Ya estamos juntos, mi dulce y querido Jasper, no nos volverán a separar, lo prometo.- y si es que fuera un sueño, no dejaría que lo despertarán jamás.
Literalmente...
¿Por qué si pedía ayuda nadie venía a buscarle?
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la bestia y el cazador ||fallacy x macabre(?
FanfictionEntre la pasión y el pecado se lleva a cabo una hermosa danza de agonía y muerte, dónde los únicos testigos son aquellos recuerdos que salen a flote después de ser enterrados en los rotos sentimientos de la bestia. Olvidando aquella rivalidad para s...