la bestia y el cazador ||fallacy x macabre(?

❣13❣

En el pueblo, Cruz estaba en aquella casa que se les fue presentada en su tiempo de hospedaje. Esperando pacientemente al cazador, no hace mucho comenzó a sentir algo por él, tenía pensado que en cuanto esté volviera con Encre, decirle todo, aunque simplemente no pudo ese día.

Encre ya mostraba mejoras, aunque, cuando el doctor Simon le hizo un chequeo, no encontraron mordidas ni nada, y el pintor no recordaba nada.

Cuantas ganas tenía de matar al vampiro y demostrarle a su "amor" que no era un simple debilucho. Aunque, sus planes se vieron frustrados. Ya eran días desde que no veía a Macabre, y la única vez que le pudo ver bien noto que no tenía su capa con él, y que en su cuello tenía marcas, marcas que significaban que ya tenía dueño. Lo que le rompió más el corazón fue que no era cualquier sujeto quien le hizo esas malditas marcas, era aquel estúpido vampiro.

Fallacy le había quitado a su amor, pero no sé quedaría así.

-¡Cruz!.- la voz del mayor se escucho desde su habitación, el aspirante a cazador sin decir nada, fue hasta donde estaba Macabre.

-¿Qué quieres?.- estaba bastante cortante desde que noto que él vampiro y SU cazador se habían divertido mucho hace días.

-Mira esto.- y sin que Cruz pudiera reaccionar, unas cuantas flechas volaron y quedaron clavadas en la puerta, en donde estaba este.

-¡¿Qué diablos te pasa por la cabeza?!.- las flechas sole le habían rozado, unos milímetros más y moría.

-Esta preciosa me ayudara con los lobos.- dijo mientras besaba una ballesta que disparó como 7 flechas a la vez.

-¿...y los vampiros?.- ahora era el momento.

-¿Qué hay con ellos?.- Cruz sabía más que nadie que el mayor quería evitar el tema. Ya se hacía una idea del porque.

-¿Cómo vamos a matar a los vampiros?.- sin rodeos, fue directo al punto.

-....ah,si. ¿Teníamos qué matarlos?.- Macabre comenzó a divagar en su habitación, como si quisiera evitar al de ropas monocromáticas.

-Si, tenemos.- Cruz se fue acercando al otro, quedando cara a cara, aunque, el de ropas de blanco y negro era más pequeño.

-¿Cruz?.- a Macabre le daba igual lo que dijera su ayudante, lo que dijera el pueblo.

-¿Qué tiene el que yo no?.- eso dejo confundido al cazador.- es arrogante, es un asesino, es un vampiro. ¡Él es el enemigo! ¡¿Qué le has visto que te robó el corazón?! .- en cuanto menos lo pensó, ya estaba gritando.- ¡yo puedo ser mejor que él! ¡Yo te puedo hacer feliz!.- las manos de Cruz tomaron la ropa del cazador, atrayendo lo más a su rostro.- yo debía de haber estado en su lugar.- Cruz corto el espacio que quedaba entre ambos rostros.

El más bajo abrió los ojos, ya que por la poca distancia los había cerrado. Observando cómo su misión de besar a su amor platónico fue fallida, la mano de Macabre tapaba su boca del de blanco y negro, impidiendo el beso.

-Es verdad, tu no eres él, y es por eso que me he enamorado de ese vampiro, como tú le llamas, porque no es igual a los demás.- Macabre apartó al chico, que solo bajo la mirada cuando comenzó a soltar unas lágrimas traviesas que salieron sin su consentimiento.- me tengo que ir.- el ambiente para el cazador se había vuelto incómodo, salió de su habitación dejando a su ayudante solo en esta.

En cambió, Cruz, se acercó a él tocador, mirando en el espejo como su rostro por fin estaba empapado en lágrimas.

Su tristeza fue reemplazada por una rabia inmensa, o bueno, se convino con está. No hizo otra cosa en ese momento más que sacar su ira. Tirando y rompiendo todo a su paso. Sin duda, el vampiro cada vez hacia más enemigos.