Papá por Accidente.

Capitulo 5

¿Qué acaba de decir?

¿Escuché bien?

¿Jorge con problemas en sus partes?

Repito... ¿QUÉ?

-Jorge hace algo así como mh, ¿4 años quizás? nos dijo que no podía tener hijos porque algo malo había en un líquido, no entendí bien. Aunque fue inteligente ya que para que papá le sediera los derechos de la empresa la única condición era tener un heredero, espero unos meses y luego nos dijo.

-¿Le creyeron? -comencé a reír. Jorge sí podía tener hijos, Diego y León eran un claro ejemplo de eso. Tampoco era como si me importara, ya había estado nueve años sola y que les diera el apellido o algo así no cambiaría nada, menos quería que mis hijos fueran como su familia y giraran al rededor del dinero.

-Sí pero ahora no lo sé.

-¡Créele! Él tiene razón, no puede tener hijos. Después de todo León y Diego no lo son.

-¿Cómo dices eso? ¡Son iguales a él!

-Es coincidencia -hice una mueca, no era buena mintiendo.

-Por favor no me digas que Jorge te dejó cuando le hablaste sobre el embarazo.

-Nunca se lo dije -seguíamos sentadas. Apoyé mi cabeza en el cabezero del sofá.

-¿Por qué?

-Porque se irían a Estados Unidos y todo iba a cambiar.

-Dejaste a unos niños sin padres Martina-me reprochó.

-¡Tenía miedo! Aún no estaba segura si el embarazo era cierto y cuando le fui a decir estaba tirado en su cama llorando porque se iría, no supe que hacer y lo dejé. Cuando supe que era cierto me odié mil veces, no quería que eso estuviera pasando, jamás había imaginado ser madre joven y menos soltera. Le conté a mamá y nos cambiamos a Londres, Holmes Chapel era una mierda sin él y si quería comenzar otra vez junto al bebé tenía que formar otra de vida. Después supe que eran dos y ya nada más fue sorpresa para mí, era como si todo se hubiera unido en mi contra. Papá encontró un buen trabajo y me ayudó con los bebés, mamá los cuidaba mientras yo estudiaba. Me gradué y trabajé en algunos lugares hasta juntar el dinero suficiente para poder estar sola con ellos, han pasado tres años.

-Él te buscó.

-¿Qué?

-Jorge -suspiré, no podía ser cierto- Estuvimos algunos meses en Los Ángeles pero volvió a Inglaterra, ¡Maldita sea! ¡Estuvo dos meses buscándote! No te encontró y volvió a LA, comenzó a salir con muchas chicas y se volvió loco -rió como si estuviera recordando esa época- Sus novias no duraban más de dos meses, después de ti nunca tuvo nada serio. Te amaba.

-Yo también lo hacía.

-Martina, tienes que decirle.

-De ninguna manera -traté de mantener la calma- No sé si él está bien y no quiero darle falsas ilusiones a los niños ¿Qué pasa si no quire ser padre y yo llego con los niños? Lo he hecho sola todo este tiempo.

-Merecen tener un padre.

-Quizás, pero también merecían una familia y la he tenido que formar sóla.

-Porque tu has querido -se acercó y tomó mis manos- No estoy segura si el te sigue amando pero le jodiste la vida al marcharte.

-No le diré -mantuve mi desición, no le iba a decir.

-Yo tampoco lo haré pero no quiero ver a mi hermano toda su vida mal por tí. Nueve años Martina. Nueve años y el no ha podido tener una relación seria porque lo dejaste lo bastante mal como para no querer enamorarse otra vez.