Papá por Accidente.

Capitulo 22. Maratón 5/6

MARTINA.

-No lo sé, por favor yo...

-Martina ¿No quieres estar conmigo?

-¿Entiendes lo que estas diciendo? Recién nos hemos vuelto a ver hace dos semanas y ya quieres que estemos juntos -dije nerviosa.

-Bueno, posiblemente sea porque no te he podido superar en nueve años y el hecho de que haya follado con chicas no quiere decir que te haya olvidado.

Escuchamos el sonido de un lápiz en el suelo.

-¿Eres imbécil? -grité. Diego se había ido corriendo hacia las escaleras.

-Martina...

-Nada Jorge, si quieres estar aquí tienes que cuidar tus palabras.

-No estoy maldita mente acostumbrado a estar con niños ¿Bien? No me pidas tanto -se paró exaltado.

-¿Qué? ¿Te vas a ir ahora?

-Joder no, sólo iré a hablar con Diego no quiero que tenga una mala impresión de mi si sabe lo que significa la palabra follar.

-Lo sabe.

(...)

-¿Dónde irán? -pregunté al ver que Jorge iba hacia la puerta de la mano de Diego.

-Oh nada -sonrió Diego.

-Diego.

-León está arriba -gritó Jorge seguido del sonido de la puerta.

-¡León! -comencé a subir las escaleras hasta la habitación de León.

-¿Qué? -estaba acostado en la cama con la jaula de la serpiente a un lado.

-¿Dónde fueron Jorge y Diego ?

-Fueron a comprar algo -no me miró. ¿Qué le pasaba?

-León, ¿Que está pasando contigo?

-Nada -bajó la cabeza con un puchero. ¿Iba a llorar?

-León...

-Mamá, ¿Puedes dejarme sólo?

-Ni de broma León dime qué pasa -me senté en la cama y toqué su pierna.

-Jorge... -¿Jorge? ¿Qué hizo Jorge?- Él...

-León, ¿Qué pasa con Jorge?

-¿Él quiere ser nuestro papá o no? -junto su mirada con la mía. León estaba inseguro. No pensaba que Jorge los quería, aunque demonios los conoce hace tan poco tiempo que tampoco yo estoy segura.

-Yo... No lo sé León, ¿Por qué no hablas tú con él? -vi las pequeñas manos de León juntarse delante de su estómago.

-Jorge quiere más a Diego -¿¡Ese era el problema!?

-¡No! -mi pequeño estaba sintiéndose sólo y su mamá no estuvo allí, las ganas de comenzar a llorar junto a León me invadieron y a los segundos unas lágrimas caían por mis mejillas- León no digas eso -León se subió en mis piernas y limpió mi mejilla con el dedo índice- Ninguno de nosotros tiene preferencia ¿Entiendes? Los queremos a los dos por igual.

-Mamá, se nota a kilómetros que Jorge quiere más a Diego.

-¿En serio sientes eso? Jorge no habría comprado una serpiente para ti si prefiriera a Diego.

-Van a comprar un hámster ahora -¿Qué? ¡Un ratón!

-¿Qué? -pregunté con un hilo de voz. ¡Un maldito hámster!