Capitulo 35.

10.8K 430 70
                                    

Tres meses de embarazo.

-Vale, hoy son tres meses -sonrió Jorge con el cabello despeinado, se veía tan sexy en la cama. Sus manos fueron hasta mi estómago y pasó la mano por debajo del pijama.

-¿Vamos a decirles? -pregunté nerviosa, le había prometido a Jorge que le diríamos a los gemelos sobre el embarazo cuando yo tuviera los tres meses.

-No, hoy iremos a escoger una nueva casa -la sonrisa no se había ido de su rostro.

-¿Qué? -él no me estaba diciendo eso.

-Seremos cinco en una casa con tres habitaciones ¿Es en serio? Digo, está bien pero no quiero realmente que Diego tenga que dormir con León o la bebé en nuestra habitación. No hay peros, tu sólo escoge una que quieras y la sientas como hogar -besó mis labios y se levantó- Uh, tengo hambre.

-¿En serio vas a comprar una? ¿Qué pasará con esta?

-No sé Martina, es tuya no mía.

-Iré a hacer desayuno, los gemelos hoy tienen su primer entrenamiento.

-Quiero pasteles -jadeó.

-¿Por qué no te jodes? ¿Te estás riendo de mi? ¡Sabes que soy pésima en eso! -exclamé. La última vez que intentamos hacer pasteles todos juntos... No diré lo que pasó después.

-Olvide lo agresiva que has estado, bueno me confirmo con tostadas -sonrió.

Caminé hasta la cocina y comencé a preparar el desayuno pensando en los locos dos meses que han pasado.

León y Diego hoy tenían su primer entrenamiento en una nueva escuela de fútbol, Jorge la había encontrado y dijo que allí iban todos los hijos de sus socios así que definitivamente tenían que ir allí los gemelos. Me imagino la cantidad de madres que van a haber con carteles de oro y diamantes alentando a sus hijos.

Pero también teníamos que ver la casa ¿En serio nos íbamos a ir de aquí? ¡Era necesario pero no quiero dejar este lugar!

Estos días han sido súper ultra mega hiper locos. Los vómitos se acabaron cuando estuve de dos meses no he vuelto a tener mareos desde ese día pero Jorge es una real molestia, no deja que haga nada, lo que agradezco pero no es necesario y los gemelos están en sus días de hacer travesuras y locuras.

-Mamá... -susurró León en la puerta de la cocina.

-¿Qué, León? -sonreí.

-Te está saliendo estómago -lo miré sorprendida. ¿Estómago? ¡Tenía tres meses! Yo no veía ningún tipo de "panza"- ¡No es que estés gorda! Pero es raro -caminó hasta mí y puso sus manos en mi estómago, igual que Jorge- Wow, es redondito -algo estaba mal con mi hijo- ¡ah! ¡Tiene vida propia! -miré mi estómago y sonreí. Mi pequeño maní había estado algo inquieto últimamente y amaba eso.

-Sigo enferma -me excusé.

-¿Aún?

-Sí, jamás se pasará ¿Estás listo para el entrenamiento?

-Sip -sonrió y abrazó mi cintura- ¿Nos irás a ver tu?

-Es hasta las 1 pm y luego iremos a ver una casa -no lo podía creer.

-¿Una casa? ¿Para qué? -preguntó confundido.

-Para nosotros, quizás Spider podría tener su propia habitación -León abrió los ojos emocionado y se alejó de mí. Sentí una punzada en el estómago y jadeé, había dolido.

-¿Estás bien?

-Sí...

¡No! ¿Qué había sido eso?

Papá por Accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora