Papá por Accidente.

Capitulo 27.

-¿China? -Mechi mordió sus uñas nerviosa.

-No iré a un lugar que no entiendo ni mierda lo que hablan -gruñó Jorge  negando con la cabeza.

-¡La idea es conocer! -bufó mi amiga.

-Deja eso, Mer -rió Xabiani besando su mejilla.

-Yo creo que ten...

-No, definitivamente no Martina -me interrumpió Jorge.

-¡Oye! -golpeé su hombro molesta- Ni sabias que lugar iba a decir.

-¿Cuál es la magnífica idea que tienes? -negué y miré la cancha donde estaban los gemelos. Francesca y Violetta habían estado animándolos desde más cerca y aunque León odiaba eso ahora estaba feliz de tener a Violeta allí. Diego sólo gruñía porque él era algo más tonto que León y necesitaba estar concentrado para jugar bien. Es por eso que Francesca después de unos minutos llegó al lado de Xabi.

-Dilo, yo quiero saber -dijo Mechi fulminando con la mirada a Jorge. Me separé de él y me acerqué más a mi amiga.

-¡Sería genial ir a Brasil! ¿Te imaginas? Esos chicos haciéndonos masajes a ti, a las gemelas y a mi mientras estos estúpidos se van a ver partidos -levanté las manos emocionada.

-No, estas mal -Jorge dijo y apretó su mandíbula.

-¡Hombre, sólo piénsalo! Vamos a ver a esas chicas con cuerpos perfectos todos los días, vamos a ir a ver todos los partidos de Inglaterra, León y Diego nos van a ayudar con las madres sexy ¿Qué más quieres? -no, maldito Xabi, mil veces maldito.

-Hey, eres muy inteligente -Jorge sonrió y me abrazó por los hombros. Estábamos sentados en fila, Jorge, yo, Mercedes y Xabiani, Francesca a un lado de él mirando a Diego enojada.

-Deberías dejar de pensar estupideces -Mechi golpeó el hombro de Xabi.

-Entonces dejen de pensar cosas estúpida ustedes también -bufó.

-¿Y si vamos a Los Ángeles? Allá estaba disneyland y bueno...

-No, nosotros ya conocemos allá -rió Jorge.

-Pero nosotras no y los gemelos tampoco -lo miré haciendo pucheros.

-Mierda, tienes a todo el maldito planeta tierra para escoger un país y escoges uno al que ya hemos ido -rió.

-¡Deja de ofender a mi amiga! -gruñó Mechi.

-¡Ven acá! ¡Francesa, Dios, era sólo una broma! -gritó Diego desde la cancha, habían unas pequeñas rejas que separaban los asientos del pasto.

-¡Diego la pelota! -gritó Francesca asustada, dejé de verla y miré a Diego, estaba en el suelo. León se acercó a él corriendo y me miró con miedo. Miré a Jorge para saber que hacer pero ya no estaba, a los segundos apareció a un lado de León y Diego. Me paré más tranquila, al menos Jorge ya estaba con él.

Correr por el pasto con tacones era extremadamente difícil y creo que me doblé el pie más de una vez. Diego estaba tirado con la mano en su rostro y Jorge sostenía su cuello para que pudieran ver su rostro. Tenía sangre en la nariz.

¿Por qué a Diego siempre le pasaba todo lo malo?

-¡Ah! Papá no, no -gimió de dolor cuando Jorge intentó tocar su nariz.

-Diego tengo que ver tu nariz -dijo. El entrenador miraba la escena sin saber que hacer, ¿Por qué no era Isaac el entrenador? Apuesto a que él hubiera hecho algo mejor que esto.

-¡Fue Jason! -gritó un niño. León acomodó su cabello y esa fue mi señal, me saqué rápidamente los zapatos y cuando comenzó a correr salí detrás de él para tomarlo, León iba a golpearlo.