Papá por Accidente.

Capitulo 44.

HOLAAAAAA

¡Hola mis amores de mi vida! ¿Cómo están? ¿Cómo le van en esta vida?

Yoooooo... bueno estoy bien... quiero pedirle disculpas por no seguir, es que la vida en mi país (Venezuela) esta difícil pero bueeeeno que mas hay que echar palante.

De verdad mis sinceras disculpas por seguir actualizando la novela, por tardar prácticamente un año para darle fin a la novela. Todavía no es el final pero FALTAN 9 capítulos.

Les propongo algo... Si hoy el capítulo llega a tener 60 votos + 60 comentarios. Subiré dos capítulos mas.

Disfruten el capitulo del día de hoy.

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- No -murmuré, era la quinta vez que me tenía que despertar en la noche porque Alice no dejaba de llorar.

Antes de que Jorge se despertara apagué la cosa que sonar y caminé hasta la habitación de mi bebé. Lloraba como sí hoy fuera el último día que pudiera hacerlo y lágrimas caían de sus mejillas.

- ¡A ver, a ver! -la tomé en brazos y le acaricié la espalda- ¿Qué es lo que pasa, princesa? -hoy era la quinta noche que pasábamos en casa y Alice no parecía cómoda.- ¿Tienes hambre? -comenzó a llorar aún más, iba a despertar a los gemelos y eso no estaría bien.- ¡Oh, ya entiendo! Tienes un problemita allí abajo -parecía imbécil hablando con ella, pero era entretenido hacerlo.- veamos pequeña –susurré.- Alguien está enferma del estómago -besé sus mejillas y terminé de sacar su pequeño pijama para poder cambiar el pañal. Cuando lo saqué, Alice dejo de llorar y metió sus deditos a su boca- Woah Ali, que asco -me di vuelta para poder pasar el olor que había invadido la habitación- mierda, estás muy fuerte.

Traté de no respirar y boté su pañal lo más rápido que pude, la limpié y luego volví aponer uno nuevo, puse su pijama y la tomé en brazos, eran las 7am y no estaba dispuesta a volver a levantarme, nuestra cama era bastante grande como para dormir con Alice.

- Amor -susurré moviendo a Jorge - Jorge mueve tu trasero y deja que Ali duerma con nosotros hoy.

- ¿Ah?

- Córrete - Jorge se movió casi inconsciente y sonreí agradecida- Es hora de dormir, princesa, y papá no estará feliz con que su pequeña maní lo despierte así que sólo duerme ¿Vale? -la pequeña se aferró a mis brazos y se durmió.

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- ¡Joder! ¿Cómo mierda llegó aquí? -gritó Jorge.

¡No!

Abrí mis ojos y las ganas de matar a Jorge no me faltaron cuando vi a la pequeña hacer pucheros.

- Cállate -gruñí.

Alice comenzó a llorar y Jorge me miró arrepentido. Toqué mi cabeza tratando de darme fuerzas y luego tomé a la pequeña y la acomodé en mi pecho para que pudiera tranquilizarse.

- Es que no avisaste que dormirá con nosotros - Jorge se acercó a mi y besó mis labios, sin ánimos de responderle sólo acomodé a Ali para qué pudiera alimentarse- amor, lo siento es que la vi aquí y me asusté -susurró Jorge acariciando el brazo de la pequeña.

- Está bien -sonreí. Alice gruñó y volví a guardar mi pecho.

Que gruñona era mi pequeña.

- Amor, ¿No quieres que tu madre venga por unos días? Digo, lo haces excelente pero con los gemelos tenías la ayuda de ella y...

- No, estoy bien -sonreí.