Capitulo 14

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-Shh -Aw, mi cabeza- Vas a despertarlos -rió Diego. Mierda ¿Qué había pasado ayer?

-Agh -Jorge se movió a un lado mío- cállense- Sentí sus brazos a mi alrededor ¿Por qué lo hacía?

-Iugh ¿Qué haces con mamá? -susurró León a Jorge. No me quería mover.

-¿Pueden callarse? -preguntó Jorge, abrí los ojos asustada y toqué mi cabeza. Demonios. Diego saltó a la cama y me abrazó de forma protectora.

-¿Estás bien? -me susurró. Reí, mi bebé.

-Sí ¿Por qué debería estar mal?

-Porque estás con Jorge-miré a Jorge que fulminaba con la mirada a Diego.

-Es hora de ir a casa -hablé fuerte para qué Jorge pudiera escuchar.

-Sí, ordenen sus cosas mientras -estiró sus brazos y bajó a los dos niños.

-No le hagas nada a mamá -dijo León.

-Que no -gruñó Jorge. Los gemelos salieron de la habitación y suspiré de alivio, sus susurros y gritos me aborrecían- Hola, guapa -susurró en mi oído.

-¡Jorge!

-Ayer casi te mueres de lo borracha -rió, música para mis oídos.

-¡Me besaste! -tapé mi cara con las sábanas.

-Sí, y también te besaría otras partes pero eres muy terca y orgullosa -acarició mi mejilla.

-Basta -golpee su hombro desnudo- ¿Qué haces sin camisa?

-No tengo idea, llegamos acá y después del beso me dormí, seguramente me la quité cuando estaba durmiendo.

-Después sólo dormimos -le dije convencida.

-Sí, después del bar y el alcohol quedamos muertos -susurró en mi oído.

-Aléjate -murmuré nerviosa, sentía su respiración en mi oído.

-Oh, vamos -pegó su espalda a mi pecho.

-¡Jorge! -grité sorprendida.

-¿Mmh?

-Tu... tu, está...

-Oh -se alejó de mí y comenzó a reír- Lo siento, no es nada personal. Ya sabes que todos los hombres al despertar despiertan con... Ya sabes -rió. Hice una mueca.

-¿León y Diego también?

-¡No! Son muy pequeños pero en unos años más sí -sonrió de lado.

-Agh, no -gruñí.

-Es algo normal Martina -dejó su cabeza en mi cuello- Es como sí la primera eyaculación fuera la primera vez que a las chicas le llega ¿Entiendes?

-¡No! Jorge no sigas -no quería escuchar.

-Pero a diferencia de las chicas, los hombres lo hacen porque quieren, ya sabes lo de la mano -levantó y movió su mano frente a mi cara.

-¡Jorge!

-A los 11, a los gemelos le quedan dos años -sonrió orgulloso, lo separe de mí y lo miré asqueada.

-¿Estas bromeando? -levanté las cejas.

-Después echaran competencias de mead-

-¡Jorge! ¡Ya! Es suficiente -saque la sábanas y me levanté de la cama, no estaba dispuesta a hablar sobre esto.

-Oh -suspiró y cerró los ojos. Lo miré enternecida, se veía guapo así.

¿Qué? ¿Guapo? ¿Qué esta mal conmigo? Entré al baño de la habitación, preparada psicológicamente para ver a alguien horrible en el espejo, y tenía razón, estaba horrible.

Papá por Accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora