Habían sido semanas ocupadas para ambos, por su parte, Viktor seguía poniéndose al corriente con todo lo sucedido durante su ausencia, mientras que para Horacio habían sido semanas de infiltración constante, sumado a los informes que debía realizar al respecto.
Llegaban a casa apenas para dormir, demasiado cansados como para concentrarse en algo más.
Horacio estaba desanimado al sentir que su relación se enfriaba, creía que estaba perdiendo a Volkov y eso le dolía.
Esto no había pasado desapercibido para Viktor, conocía bastante bien al moreno para darse cuenta de que algo no estaba bien.Pidió el día libre, tenía conocimiento de que su novio se reuniría en la sede con algunos agentes de la LSSD para informarles sobre algunas cosas relativas a sus investigaciones.
Se puso una gabardina negra, con unos pantalones entallados del mismo color, usaba debajo de ésta su típica camisa color rojo vino, junto con un reloj de plata y una cadena del mismo material.
Pasó por una florería del norte, tampoco quería correr el riesgo de ser reconocido en una florería del sur, evitando así preguntas incómodas e innecesarias por parte de los vendedores.
Compró unos cuantos girasoles y después pasó por una licorería para comprar el vino más caro que encontró; nunca fue muy fan del vino, pero le parecía el más adecuado para la ocasión.
También pasó al 24/7 a comprar chocolates y unas cuantas velas, quería darle la sorpresa más romántica posible, quería ver nuevamente ese brillo de emoción en los ojos enamorados de su novio.
Él mismo se avergonzaba de lo "cursi" que podía parecer, pero cuando dijo que por Horacio haría cualquier cosa, lo decía en serio. Eso incluía darle sorpresas románticas sólo para verlo sonreír.
La reunión con la LSSD había finalizado, por lo que se dió media vuelta, dispuesto a irse hacia su oficina para tomar algo de ropa limpia y dirigirse a las duchas.
Mientras se dirigía hacia ahí, pudo ver una tenue luz naranja provenir de la oficina, cosa que activó sus alarmas, haciéndolo caminar un poco más despacio y con cautela, llegando poco a poco y comenzando a visualizar cada detalle.
Las velas se encontraban en las esquinas del escritorio y el vino situado cuidadosamente justo en el centro de la mesa, a un costado de este, la pequeña caja de chocolates, los favoritos del agente.
Caminó hacia su escritorio, comenzando a inspeccionar cada detalle mientras sentía su corazón comenzar a latir con fuerza. Se dió media vuelta, sólo para encontrarse al ruso de cabellos plateados de pie, frente a la puerta, sosteniendo el ramo de girasoles con una mano y un par de copas con la otra.
Corrió a abrazarlo, rodeando su cuello con sus brazos y poniéndose de puntitas para alcanzar a darle un tierno beso en la barbilla.
—¿Por qué?— dijo con una deslumbrante sonrisa en los labios.
—Porque quiero verte sonreír— tomó delicadamente su mentón, levantando su cabeza para depositar un suave beso en su sonrisa.
Horacio soltó una ligera risa que expresaba su felicidad, tomando el ramo de flores y colocándolo con cuidado en uno de los sillones de la oficina, para después tomar las copas y colocarlas en el escritorio suavemente.
Una vez dejado al ruso con las manos libres, se abalanzó nuevamente hacia él, poniéndose de puntitas para poder alcanzar sus labios, los cuales besó suavemente con una sonrisa.
Continuaron dándose pequeños besos cortos y dulces, con una delicadeza increíble, besaban los labios ajenos como si se tratase de un cristal que se rompería al mínimo tacto.
Se separaron lentamente, mientras Horacio acariciaba la mejilla del ruso, detallando cada punto de su rostro, preguntándose cómo logró enamorar a alguien tan perfecto como él.
En la cabeza de Volkov surgía la misma pregunta. Adoraba cada detalle de Horacio: su risa, su carisma, su bromas de doble sentido, su amor por el cotilleo, cada tierna sonrisa y el brillo en su mirada cuando se emocionaba. Todo en él lo hacía perfecto, incluso sus imperfecciones.
—Te amo— dijo casi en un susurro, como si fuera un secreto que las paredes no pudieran contar.
—También te amo. — respondió el ruso, con la misma delicadeza en su voz, y la misma carga de amor en sus palabras.
Se miraban con ternura, apreciando cada detalle del rostro ajeno, cada poro, cada línea, sintiendo su pecho llenarse de una inexpresable calidez y sus labios curvarse en una inevitable sonrisa.
Sus corazones latían al unísono, entonando la bella melodía de quienes se aman.
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Cortito pero soft 💖
Espero les haya gustado 💖
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Valentine
RomanceEste libro está hecho por el #VolkacioValentine. Habrá pequeños one-shots y algunos mini-au de algunos pocos capítulos. Espero que les guste.