Día 17: Matching.

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—¡Volkov! ¡Mira esto! — entró emocionado al piso que compartían, corriendo como un niño pequeño por toda la casa, de habitación en habitación buscando a su pareja.

—¿Qué sucede? — salía el ruso del cuarto de baño, terminando de secarse el cabello.

—¡Mira lo que compré! — dejó la bolsa en la cama, desesperado, metiendo sus manos y comenzando a sacar el contenido de la misma.

Sacó una pequeña caja cuadrada de la bolsa, depositándola con cuidado sobre la cama. Dejó la bolsa a un lado, tomando nuevamente la pequeña caja y haciéndole una seña al ruso para que se acercase.

Volkov miraba curioso cada movimiento, quería saber qué era lo que tenía tan emocionado a su novio, así que comenzó a acercarse a la cama, sin perder de vista la pequeña caja que sostenía ahora el de cresta entre sus manos.

Horacio comenzó a abrir la caja, extendiendo sus brazos hacia el ruso, para que éste pudiera observar mejor lo que había dentro.

El ruso sintió rápidamente cómo sus mejillas comenzaban a arder cuando vió por fin el interior de la caja.

Dos delgados anillos plateados, eran sencillos, pero en uno de ellos se podía ver la figura de una luna, y en el otro, un sol. Entendió rápidamente la analogía, haciendo que su corazón se acelerara y el rubor incrementara.

—¿Para... nosotros? — preguntó, nervioso, recibiendo un asentimiento de cabeza como respuesta.

Tomó el anillo con la figura del sol, tomando suavemente la mano izquierda del de cresta y comenzando a deslizar suavemente el aro en el dedo medio, observando el hermoso contraste del moreno con el plateado de la joya.

Observó el rostro de su pareja, notando el leve sonrojo que había causado la delicada acción, pues éste no esperaba que le colocara el anillo de una forma tan delicada y, a su parecer, romántica.

Después, tomó el otro anillo, con el grabado de luna, colocándolo en su mano izquierda en el mismo dedo. Levantó la vista hacia el de cresta, quien sonreía ampliamente observando ambos anillos en sus manos.

Tenían que mantener oculta su relación aún ante los civiles, sobretodo ante la gente con la que trabajaba Horacio, pues cualquier error podría delatarlos.

El moreno había contenido las ganas de que utilizaran alguna prenda combinada, o incluso fondos de pantalla compartida pues, si bien sabía que el ruso no se negaría, era un factor que lo podría delatar fácilmente con cualquier pequeño descuido.

Es por eso, que al ver aquél par de anillos en las vitrinas de la joyería, no pudo evitar entrar a comprarlos. Conocía bastante bien a su pareja, y sabía que solía utilizar anillos que, además, estaban cubiertos por los guantes que siempre utilizaba.

El de cresta siempre utilizaba múltiples accesorios en las manos, por lo que tampoco le preocupaba que la gente se fije en el anillo. Además, el diseño era discreto, lo que ayudaba a pasar desapercibido.

Lo importante era que tanto él como Volkov sabían el significado y que se recordaran mutuamente cada vez que sintieran el pequeño aro plateado rodeando su dedo.

Era una promesa no verbal del amor que se tenían, un recordatorio de que nunca estarían solos, que siempre se tendrían el uno al otro.

Una nota mental de que siempre estarían juntos. 

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Admito que el de hoy probablemente me quedó un poco meh. Pido disculpas, realmente me costó pensar en alguna idea que pudiera desarrollar bien, además de que me llené de ocupaciones y no tengo tanto tiempo para escribir. :(

Aún así, espero que les guste, y si no, les prometo que mañana intentaré que sea mucho mejor.

Gracias por leer. 💖

ValentineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora