Valentine

Día 11: Abrazos

El sol comenzaba a salir por el horizonte, causando que una barrera de luz se desplace por toda la extensión de la ciudad, comenzando a despertar a las plantas y ocasionando que el canto de las aves comenzara a sonar.

Se encontraban recostados en la cama, el brazo de Horacio cruzaba por encima del pecho de Volkov y una de sus piernas abrazaba las del ruso, impidiéndole moverse.

—Horacio, debo irme ya a trabajar — murmuró, como si no quisiera ser escuchado.

—Hmmm — se quejó — eres el comisario, date unas vacaciones a tí mismo — murmuró con la voz ronca y los ojos aún cerrados.

—Alguien tiene que cuidar la ciudad — contrario a sus palabras, mantenía los ojos cerrados, disfrutando el abrazo que le proporcionaba su pareja.

Le gustaba sentirse inundado por su perfume, es por eso que aprovechaba cada oportunidad para abrazarle, respirando su aroma, agradeciéndole a la vida por el regalo de su compañía.

Poca gente conocía aquel lado romántico y cursi del comisario, sólo Horacio y algunos compañeros cercanos que alguna vez le ayudaron a organizarle alguna sorpresa, bajo la amenaza de no revelar una sola palabra o quedarían fuera del cuerpo.

Le gustaba mantener su imagen, pero a pesar de todo, nunca se negaba a los abrazos que el de cresta le daba al terminar un código 3 o cuando se encontraban en algún sitio.

Cuando lo veía, dejaba de importarle el resto del mundo, y las apariencias se volvían sólo una ilusión.

Cuando sentía aquellos fuertes brazos rodearle cariñosamente por la cintura, debido a la diferencia de altura, le daba igual quién pudiera verle o quién pudiera escuchar el suave "te amo" que le susurraba al oído.

Su prioridad siempre era él.

Y siempre lo sería.

Sus brazos eran su refugio y sus besos eran su hogar. Su compañía era todo lo que necesitaba.

Quizás por eso es que aquella mañana decidió llamarle a Kovacs para informarle que no asistiría a trabajar.

Se acurrucaron nuevamente, enredándose entre sus brazos, simplemente disfrutando el calor contrario, la dulce mezcla de sus aromas y la suavidad del roce de sus labios.

Ahí, en aquella cama, se encontraban ambas almas jurándose amor eterno, sabiendo que, si vivían mil años, se amarían mil más.

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Muuuuy cortito, pero espero que les haya gustado. 💖

Decidí hacerlo así porque quería hacer algo soft y siento que algo cortito de una mañana cotidiana como pareja es bastante soft 💖