—¿Qué quieres?—le pregunté de forma directa.
—Hola, ¿qué tal? Yo estoy bien, gracias por preocuparte.—empezó a decir de forma sarcástica.
—Al grano, ¿qué haces aquí?
—¿Acaso no te dije que me avisarás cuando llegarás a casa?
—Si, ¿pero tu crees que ahora mismo me apetece quedar contigo? Porque si crees que si, la verdad es que no. Tengo que ayudar a mi abuela con mis primos.—le fui muy directa.
—Necesito hablar contigo.
—¿De qué? Porque que yo sepa, no hay nada de que hablar.—le dije mientras me apoyaba en el margen de la puerta y cruzaba los brazos.
—Es sobre la chica de la cita, que esta de cumple dentro de dos semanas y no sé que comprarle.—y cuándo lo escuché, quería que la tierra me tragase, pero también me quedé chocada al ver que la chica también cumple en la misma semana que yo.
—Mira, Nathan...tienes una floristería cerca de tu apartamento para mandarle un ramo de flores, tienes un supermercado al lado de esa floristería para comprarle bombones, y si ya tienes fotos con ellas, las imprimes y puedes acompañarles con las flores y con los bombones. ¿Tan difícil te es pensar?—le dije fingiendo una voz normal.
—Es que no sé que regalarle, ya que aún no la conozco de todo.
—¿Y no sabes preguntarle que cosas le gustan?—le dije frunciendo un ceño.
—Bueno, da igual....gracias por ayudarme y lo siento por molestarte.—me dijo cambiándome de tema.
—No hay de que, pero para la próxima también le puedes preguntarle a Trish, que fijo que tiene mejores ideas que yo.
—No creo...—me dijo mientras negaba con la cabeza—. Bueno, me voy. Adiós.—y me despedí de él, para luego cerrar la puerta.
Justo cuándo cerré la puerta, al girarme tenía a mis tres primos con los brazos cruzados pero con una mano en la barbilla. La verdad es que me hicieron mucha gracia, pero decidí aguantármela y hacer que seguía enfadada, ya que mi orgullo me pide a gritos que siga así.
—¿Quién era?—me preguntó Ryan.
—No te interesa.—le dije mientras pasaba por ellos y me dirigía a la habitación.
—Prima, ¿tienes novio?—pregunto Ansel mientras seguia en la misma posición que estaba cuándo me giré.
—No, no estoy para aguantar tanto drama en mi vida.
—Pero si ya vives en el drama.—dijo Ryan detrás mía.
—Chss...nadie hablo contigo.—le contesté mientras lo fulminaba.
—Pues yo tengo novia, y es muy guapa. Aunque a veces se cela, porque me pongo a jugar con otras chicas.—empezó a decir Ariel.
—Te recomiendo que no celes a tu chica, y espero que te comportes con ella mejor, que como te comportas aquí.—le dije agachándome a su altura.
—Si yo me comporto bien.
—Si, si...cuando duermes, lo único.—le respondí.
—Anda, renacuajos. Vamos a seguir con la partida.—le dijo Ryan a ellos, y enseguida se fueron corriendo a seguir jugando a la play.
(...)
Ya era de noche, ya hemos cenado y nos tocaba poner a dormir a estos dos pequeños que lo único que querían era seguir jugando a la Play Station.
—Vamos, pequeños. Hay que irse a dormir.—le dijo nuestro abuela, mientras todos subíamos a la planta de arriba.
—Abuela, no tengo sueño.—empezó a protestar Ariel.
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Nada es imposible
Romance¿Qué pasá después de haber estado todo el verano haciendo ejercicio, comiendo sano y disfrutando del verano? Bueno, pues yo sé la respuesta. Soy Hannah, una chica que nunca fui popular en el instituto y que no llamaba la atención a los chicos, pero...