39. La mejor noche

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—Hola...—le dije, con una pequeña sonrisa.

—Me lo contó Diego...

—Yo...quiero arreglar todo esto.—le dije, apartándome de la puerta para que entrará.

—Lo sé...—y entró dentro de la habitación.

—Nathan, no te pude olvidar en estos dos años. ¿Crees que te iba a dejar ir tan fácil e iba a dejar que Mariah saliera con la suya?—le dije, siguiéndolo hasta la terraza de la habitación.

—¿Qué es lo que te pasa con Mariah?—me preguntó, viéndome.

—Maltrata a Valeria y a mi me trata fatal. Pero lo más importante es lo de Valeria.

—¿Y cómo lo sabes si no estás con nosotros presente?

—La niñera y Trish son testigos. Y también te puedes fijar como Valeria se tensa cada vez que la ve. ¿Acaso te parece poco lo que te estoy contando?—le dije, viéndolo fijamente.

—No, no me parece poco. Pero tampoco tengo pruebas de ello.—y enseguida decidí coger mi móvil, donde tenía el video que me paso Trish hoy por la tarde, por si Nathan no me creía.

El video era grabado por las cámaras de seguridad de la casa y Trish lo consiguió gracias por algunos contactos que tiene.

—Mira el video y luego ya me dirás lo que te parece.—le dije, dándole el móvil.

Nathan se puso a ver el video y cuando acabo de verlo, estaba apretando la mandíbula y cerrando sus manos en puños.

—¡Joder! ¡¿Por qué no me di de cuenta?! ¡¿Por qué?!—empezó a gritar, culpándose.

—Nathan...

—¡No le voy a volver a permitir que le vuelva hacer algo a Valeria!

—Nathan...—lo llame, acercándome a él y le agarré el rostro—. No es tu culpa de que no te enterarás de ello, ya que ella es muy buena actriz para esto. Pero no te voy a decir que fuiste bastante cabezudo de no creerme, después de haberte dicho miles de veces lo que ocurría.

—¿Por qué no te hice caso? ¿Por qué?—me dijo, empezando a estresarse.

—Lo importante es que te diste cuenta antes de que sucediera algo que te pudieses arrepentir.

—Como casarme con ella.

—Lo siento si te fastidie tu despedida de solteros, pero necesitaba hacer esto antes de que las cosas se pusieran peor.—le dije, girándome a ver el paisaje que dejaba ver la terraza.

—Hannah, me acabas de salvar de algo que me iba arrepentir si llegará hacerlo.—me dijo, apoyándome una mano en mi hombro.

—No quiero que Valeria siga pasándolo mal....pero si después de esto, decides casarte con Mariah. Solo te dijo, que si Valeria vuelve a junta mía con alguna muestra de maltrato, hago de todo para meter a esa mujer en el calabozo.—le dije, viéndolo muy seria.

—Hannah, ¿acaso no entendiste lo que te dije?

—¿Qué?—le dije, incrédulamente.

—Que gracias por salvarme de lo que iba hacer. Porque me iba a casar con una persona que me iba amargar la vida tanto a mi como a Valeria. Por eso, no quiero casarme con Mariah.—y enseguida me quede sorprendida.

—¿Estás enserio?—le pregunté, sin aun creerme lo que me dijo.

—Si...por cierto, le saqué la custodia de Valeria a Mariah. Y tengo aquí los papeles para que tu firmes, aceptando que te harás cargo de la custodia de Valeria. Siendo su tutora, como madre.

Nada es imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora