40. Nervios a flor de piel

33 3 0
                                    

La boda de Nathan y Mariah tuvieron que atrasarla un mes más, pero por fin llegó el día en el cual ya sabía que iba a suceder durante la ceremonia. Nathan me aseguro de que no nos iba a pasar nada y eso esperaba. Durante la mañana, estuvimos preparándonos. Como ya sabeis, la boda iba a ser en Los Ángeles, así que Logan y yo nos quedamos en su apartamento que tiene allí, mientras que mi padres y mi hermana reservaron una habitación en un hotel, y Rosa se encargó de cuidar a Valeria durante la ceremonia.

Yo le ayude a colocarle la corbata a Nathan y él me ayudo a cerrar la cremallera de mi vestido. Él estaba bastante tranquilo, en cambio yo tenia los nervios a flor de piel.

—Tranquila, ¿vale?—y yo asentí, mientras que agarraba las manos de Nathan que las tenía apoyadas alrededor de mis mejillas.

—Espero que salga como lo tenemos planeado.

—Va a salir todo bien. Y si eso no sucede, ya Trish y Grace se encargan del plan B.

—No quiero que pase nada que ponga en peligro a alguno de nosotros. ¿Vale?

—Bonita, no nos va a pasar nada. El plan no tiene nada grave por el cual te tengas que preocupar.—y me besó.

—Voy a maquillarme.

Al acabar de prepararnos bajamos a la entrada del edificio, ya que nos esperaba Rosa con Valeria a su lado. Cuando Valeria nos vio, enseguida empezó a moverse en los brazos de Rosa para venir a junta nosotros.

—¡Mamá! ¡Papá!—y Nathan la cogió en sus brazos.

—¿Qué tal está la niña de mis ojos?—le dijo Nathan, dejándole besos por toda la cara.

—¡Bien!

—¿Te comportaste bien con la abuela Rosa?—y ya asintió toda emocionada mientras que extendía sus brazos para que la cogiera en mis brazos.

—Cariño, mamá no te puede coger ahora que nos tenemos que ir.—dijo Rosa acercándose a coger a Valeria.

Cuando Rosa tenía a Valeria en sus brazos, Nathan se giró hacia mí.

—Quiero que estés tranquila, ¿si?—y Nathan apoyó una mano en mi barriga.

—No te lo puedo asegurar.

—Hazlo por esa personita.—y me acarició mi barriga.

—Nathan, aún no sabem....—lo interrumpí.

—Por favor...—y yo asentí antes de que me diera un corto beso para irse cuanto antes.

Cuando ellos se fueron, apareció el coche de Trish. En él iba Trish, su novio, Grace y el novio de Grace. Entré dentro del coche y me senté al  lado de Grace, que iba en el medio.

—¡Hola! ¡WOW! ¡Estás que luces!—gritó Grace al verme.

—Ella luce hasta sin prepararse.—le siguió el rollo Trish.

—¿Podemos irnos ya?—le dije, nerviosa.

—¡Joder! Mira que Nathan me avisó, pero tampoco pensé que estabas tan nerviosa.—dijo Trish, abriendo más los ojos de lo habitual.

—Hannah, todo va a salir bien y si en un caso eso no sucede, nos encargaremos nosotros—me dijo el novio de Trish viendo al novio de Grace, que los dos eran policías.

Durante el camino estuvieron hablando pero yo estaba concentrada en recordar todo el plan. A veces Grace me hablaba pero finalmente decidió dejarme a mi royo.

Cuando llegamos a la iglesia en donde Mariah quiso hacer la ceremonia, nos dirigimos a dentro de la iglesia pero antes de que entrara, Trish me agarró del brazo para impedirme de que siguiera y al ver que los demás entraban, empezó hablarme.

Nada es imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora