Me desperté por el despertador y sentí un brazo rodeandome mi cintura. Cuándo abrí los ojos vi a Nathan durmiendo y me vino esa sonrisa tonta de cuándo estás enamorada. Empece dandole besos suaves en la boca para despertarlo y irnos al instituto, aunque no me costó mucho en despertarlo, ya que enseguida me siguió el beso y luego se puso encima mía.
-Veo que te levantaste con ganas de más.-le dije con una sonrisa y él me dio una sonrisa traviesa.
-Me levantaría así todos los días contigo a mi lado.-y lo volví a besar.
-Estoy de acuerdo con eso.
-¿Te dolió?
-Estoy bien, aunque pensaba que iba a ser peor y que me iba a levantar con un dolor que no seria capaz de andar.
-De momento eso no va a pasar, pero puede llegar un día que te lo haga y que no seas capaz de caminar.-me dijo riendose.
-¡Nathan!-le dije mientras me tapaba la cara con las manos.
-Tranquila, no haré eso.-me dijo y se acercó para besarme, cosa que seguí el beso.
Después de estar una hora besandonos, me levanté y me dirigí al baño con una sabana enroscada en mi cuerpo y sintiendo la mirada de Nathan en mí. Al verme en el espejo vi un chupón en mi cuello y lo peor es que era muy fácil de ver.
-¡Nathan!-lo llamé y enseguida apareció en el baño.
-Es normal el sangrado.-me digo pensando que lo llamé por eso.
-No es por eso, si no ¡por esto!-le dije señalando el chupón en mi cuello y él enseguida sonrió traviesamente y luego abrazandome desde la espalda, apoyando su cabeza en mi hombro.
-¿A qué te queda bien?-me dijo sin borrar esa sonrisa traviesa.
-¡No! Ahora todos me van a ver ese chupón y lo peor, ¿qué les voy a decir? Qué mi sexy vecino me hizo un chupón mientras...
-...te hice el amor.-acaba él por mi-. Así que sexy vecino, ehh.-y enseguida puse mis manos en mi cara-. Me encanta cuándo te pones así.-y me dejo besos en mi cuello. De repente me vino a la mente lo de la apuesta y me empecé a preocupar-.¿Qué pasa?-me preguntó Nathan con sus ojos muy fijos en los míos.
-Tengo miedo...-y no acabé, pero él enseguida se dio cuenta de lo que quería decir.
-No, Hannah. No es una apuesta y no le voy a decir a nadies, ¿entendido?-y me abrazó apoyándome en su pecho.
Al llegar al instituto, él se fue con sus amigos y yo fui a junta de Otis y Victoria, quienes enseguida vieron mi chupón y les conté todo, ya que empezaron a suplicar que le contará todo con detalle y eso fue lo que hice. Quedaron asombrados y tardaron en hablar.
-¿Dime que usasteís protección y qué no voy a ser tío tan joven?-me digo Otis y me eche a reír.
-Si, usamos protección.-les dije super avergonzada.
-¡Ayyy! Que linda.-grita Victoria y yo rodeé los ojos.
Era la hora de salir y yo me dirgí al aparcamiento dónde Nathan dejó el coche. Al acabo de cinco minutos veo venir Nathan con una chica rubia que iba en su clase. Los dos venían riendose y la verdad es que enseguida me puso de mal humor y mi rostro cambio en segundos. Cuándo Nathan me vío, enseguida me sonrío y me chisco un ojo, pero al ver que yo no le regalé una sonrisa, enseguida se puso serio y se despidió de la chica rubia para luego dirigirse a junta mía.
-Ey...¿qué pasa?-dijo al llegar a junta mía y poniendo sus manos en mi cintura, para a continuación dejarme un casto beso en los labios.
-Nada.-le dije sin más y luego me intenté escapar de su agarre en mi cintura, pero fue envano.
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Nada es imposible
Romantik¿Qué pasá después de haber estado todo el verano haciendo ejercicio, comiendo sano y disfrutando del verano? Bueno, pues yo sé la respuesta. Soy Hannah, una chica que nunca fui popular en el instituto y que no llamaba la atención a los chicos, pero...