Todo iba perfecto aunque no fuéramos una pareja, pero nos dábamos besos cuándo nos apetecia. Justo el viernes, me encontré a Nathan besándose con una chica del instituto y enseguida mi irá apareció. Al acabar el instituto me marché andando y me fui por el camino por dónde Nathan no va, ya que no quiero ni verlo, pero lo peor era que Rosa se iría mañana a junta su marido y yo me iría con Nathan a su apartamento o no sé dónde va a querer quedar ahora el señorito.
Cuándo llegué a casa, cerré la puerta de golpe y enseguida Rosa vino corriendo hacia la puerta alarmada.
-¿Qué pasó, cariño?-me digo mientras se acercaba a mí. Por mucho que tenía ganas de llorar, me las traje y las dejé para luego, cuándo estuviera sola.
-Nada, solo fue un mal día de clase y...lo siento por el portazo, no era mi intención cerrar así.-le dije con un tono de vergüenza y esperaba que no se lo dijese a mis padres, que por cierto, están super contentos y me suelen llamar una vez por día.
-Tranquila...anda vamos a comer, ya que Nathan se fue a comer por ahí.-me dijo mientras se daba la vuelta y se dirigía hacia el comedor, pero yo enseguida alce una ceja cuándo escuché lo que me dijo de Nathan.
-¿A sí? ¿Y con quién fue?-le pregunté y noté cómo la sangre me fervia por dentro y las ganas de coger aquella zorra por los pelos, pero Nathan tampoco se quedaría de rositas.
-Creo que fue con sus amigos y una chica, pero me dijo que no tardaría en venir, ya que quiere aprovechar hoy el día conmigo, pero tú también vas a estar con nosotros.-me digo Rosa con una tierna sonrisa, aunque con lo último no estaba de acuerdo.
-Rosa...lo siento, pero es que hoy tengo muchos deberes. Si quieres por la noche nos vamos a cenar por ahí, pero por la tarde yo no puedo, aunque así puedes disfrutar el día con Nathan, ya que se ofrece a estar contigo y lleva tiempo sin hacerlo.-y lo último parece que le dolió porque bajo la vista, pero mi intención no era hacerle daño y enseguida me vino la necesidad de disculparme-. Rosa, lo siento...no era mi intención hacerte daño...joder, soy una bocazas.
-Tranquila, cariño. Si tienes razón, pero me duele que Nathan ahora este muy distante. No quiere ni ir a ver a su padre, ya que dice que le fallo.-me dice Rosa mientras meda una triste sonrisa.
-Todo se arreglará, eso te lo aseguro.-le dijo con una sonrisa tierna y luego me pongo a comer.
Al acabar de comer le ayudé a recoger la cocina y el comedor. Después me fui a mi habitación y hice los deberes que mandaron, que la verdad fueron pocos pero no me apetecía estar con Nathan asta dentro de unas horas más, ya que necesitaba tranquilizarme, pero cómo la vida no estaba a mi favor, justo entraba Nathan por la puerta y sin tocar, que eso fue lo que más me enfadó.
-¿No te aprendieron a tocar la puerta?-le dijo mientras tengo mi atención al libro de matemáticas.
-Si estoy en mi casa no hay necesidad.-y se acerca a mí. Cuándo veo las intenciones que tiene, me aparto y él enseguida alza una ceja-.¿Qué hice ahora?
-La pregunta es, ¿qué es lo que no haces?-le dije dirigiéndole la mirada pero fulminándolo.
-¡Joder! Me quieres decir lo que hice, porque pasó de estar jugando la adivinanza.-parecía que él tampoco tenía buen día.
-Veo que no puedo confiar en ti...-y el alza una ceja-. No me veas así...porque tu sabes lo que hiciste.-le dije apuntándole en el pecho.
-Mira Hannah...vete al grano que hoy no tengo buen día.-me dijo cómo si estaba llegando a su límite.
-¡Me importa una mierda que tengas buen día o no! ¡Pero lo que no me parece normal, es que te vi dando el lote con una chica y ahora vienes aquí haciéndote el tonto! ¡¿Qué quieres que haga?! ¡¿Qué me lo guardé y siga besándote pero mientras me como las putas babas de la otra, o que te mande a la mierda y me quedó yo bien a gusto?! ¡Aunque ya da igual, porque hice la opción correcta!-le dije explotando de la irá.
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Nada es imposible
Romance¿Qué pasá después de haber estado todo el verano haciendo ejercicio, comiendo sano y disfrutando del verano? Bueno, pues yo sé la respuesta. Soy Hannah, una chica que nunca fui popular en el instituto y que no llamaba la atención a los chicos, pero...