-Si.-me dijo y eso fue la gota que colmo el vaso. Enseguida bajé la cabeza y noté cómo mis ojos estaban con lágrimas, el estómago se me cerró de golpe y quería irme de la cocina, porque se me estaba haciendo muy pequeño el espacio.
-Lo sabía.-le dije sin más.
-¿Sabías lo qué?-me dijo con un tono más serio.
-Sabía que te esta gustando otra chica y te entiendo, pero para eso no te acostaras conmigo.-y subí mi mirada con las lágrimas picando mis ojos.
-Te estas equivocando, Hannah.-me dijo Nathan y enseguida se levantó acercandose a mí, para luego poner sus manos alrededor de mi rostro y enseguida empezó a caerme las lágrimas.
-Para eso no me hubieras ilusionado....-le dije con la voz entrecortada y intentando a partar sus manos de mi cara.
-¿Por qué estás llorando sin saber la chica que me gusta? Aunque ya lo sabes.-me dijo mientras me secaba las lágrimas.
-Prefiero no saberlo, porque si la veo me va a doler más esto.-le dije viendolo a los ojos y él me ofreció una sonrisa que no entendía el porque.
-Yo creo que prefieres saberlo, porque resulta que esa chica la tengo delante de mis ojos y suele ser muy terca, pero también parece que cuándo se lo dije un día me ignoró.-me dijo y se arrimó más a mí.
-Nathan, no juegues conmigo...haber dime quién es la chica.-y enseguida estampó sus labios con los míos robandome un dulce y apasionado beso.
Era el día siguiente y me desperté por la alarma. Al abrir los ojos, los fije en Nathan, quien estaba durmiendo tranquilamente. Yo intenté safarme de sus fuertes brazos, pero fue nulo. Me acercó más a él y a continuación se puso encima mía.
-Buenos días, princesa.-me dijo mientras me dejaba besos en el cuello y también por la cara.
-Buenos días, juguetón.
-¿Yo juguetón? ¡Que va!-me dijo con picardía mientras ponía su mano en mi cintura para ir subiendola hacia mi barriga y luego hacerme cosquillas.
-¡No! Nathan, por favor.-le dije con pucheros de que no lo hiciera.
Después de estar media hora en cama, nos levantamos y Nathan fue el que se encargo de hacer el desayuno, mientras yo me iba a la ducha. Cuándo salí, escuché a Nathan hablando por teléfono y decidí escuchar la conversación aunque no debería, pero algo dentro de mi me decía que debería de escucharla.
-Aun no se lo puedo decir...es que aún no sé cierto....no, no me llamaron de momento, pero cuándo sepa se lo diré...-yo estaba echando humo, ¿que era lo que tanto le cuesta contarme?. Entonces finalmente decidí salir y haber lo que hacía.-Te avisó cuando me llamen y me acepten el tras....-y cuándo me vio entrar en la cocina, enseguida cambió de tema.-...nos vemos luego.
-¿Quién era?-le pregunté y lo veía nervioso.
-Diego.-me dijo sin más.
Diego es el chico con el que me llevaba y la verdad creo que es el único amigo decente que tiene en el grupo.
-Ahh...¿y que quería?-le dije para ver lo que me decía.
-Mmm...las tareas, cómo ya lleva tres días sin venir.-me digo mientras echaba el café en su taza.
-Interesante.-le dije y me acerqué a él-¿Por qué estas nervioso?
-Eso es lo que me provocas.-me dijo intentando poner voz sensual, pero en estos momentos no le salió, ya que no era por mi, si no por la mañana.
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Nada es imposible
Romance¿Qué pasá después de haber estado todo el verano haciendo ejercicio, comiendo sano y disfrutando del verano? Bueno, pues yo sé la respuesta. Soy Hannah, una chica que nunca fui popular en el instituto y que no llamaba la atención a los chicos, pero...