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En casa

Llegamos a casa y no había dicho nada en todo el camino. No sé qué me pasaba pero me sentí rara ver a Jimin con esa chica. Igual no me importaba porque es su vida y más quisiera yo que Jimin se busque a alguien y se valla de mi casa de una buena vez y vuelva a ni media vida pacífica de antes, media porque sigo siendo su asistente.  Aunque pensándolo bien, de alguna manera ya me había acostumbrado a su compañía, aunque estuviéramos la mayor parte del tiempo peleando por cualquier estupidez habida y por haber

— ¡hey! — Jimin como siempre me despertó de mi nube de pensamientos, esta vez chascando sus dedos en mi cara, con mi desconcierto aún reflejado le miro quitándome un auricular

— ¿que sucede?

— ¿ por que estas tan callada?

— ¿acaso tengo que hablar siempre?

— siempre haces preguntas de cualquier cosa y pensé que esta vez lo harías — a pesar de los pesares no está hablándome con su tono grosero de siempre, su tono de voz se oye más juguetón, más feliz

— pues te equivocas, es tu vida y no tengo por qué meterme en ella.

— bien, como tú digas — Jimin desvío su atención de mi y se quedó pensativo, no le di importancia y me entretuve en mi celular, últimamente me resulta muy entretenido Candy Crush, —  ya casi es la hora del almuerzo — dice Jimin interrumpiendo el repentino silencio

—  no tengo hambre, gracias — dije sin despegar mi vista de la pantalla

— ¿quien dice que lo decía por ti? Quiero que me prepares algo — le miré alzando una ceja

— tienes dos manos haztelo tú

—  tu turno acaba a las ocho y media, no lo olvides — su tono catarrino hizo que tronara mis labios con frustración, sumándole a eso que sonrió

—  aish, ¡está bien! ¿Que quieres de comer? — me quité mis artilugios, los puse en la mesa que está delante el televisor y me crucé de brazos predispuesta encarándolo

— mmm… — él, como si fuese un sabio puso un dedo en su barbilla — quiero que me hagas un sándwich de chorizo con cebolla, y una malteada... ¿sabes? mejor dos sándwich de chorizo y una malteada bien grande — le miré extrañada a la par de con sorna

— ¿ y tu dieta?

—yo no estoy a dieta

— el otro día parecías una vaquita, todo lo comías verde — me mofo, sin embargo su actitud alegre cambia a un gesto más serio, hasta que al fin logro hacerle fruncir el ceño

— ¡¿me acabas de comparar con una vaca?! — Alcé mis manos en son de paz

— tú mismo — el me miro amenazantemente — em... por cierto, mañana es mi día libre ¿verdad?

— ¿si, por? — la cita con JongIn, la cita con JongIn, ¡la cita con JongIn!

— tengo.... tengo una cita — me he arrepentido de decirle esto, y mas al ver la cara de risa que puso Jimin — ¿que es tan gracioso?

Viviendo con Park Jimin » Jimin__BTS [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora