Viviendo con Park Jimin » Jimin__BTS [COMPLETA]

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Cambio

Jimin, Jimin, Jimin. Era lo único que pasaba en mi mente, no podía dejar de pensar en lo que había pasado hace unas horas. Daba vueltas en la cama de aquí para  allá. El beso que me di con Jimin me tenía muy mal, incluso recordé a JongIn. No me gusta jugar con los sentimientos de nadie, si incluso él se despidió de mí antes de venir aquí. Me sentía muy mal, no solo emocionalmente, me dolía la cabeza, incluso estaba sudando. Miré la hora en mi celular  y eran las tres de la mañana. Me paré de la cama y fui al baño, me paré en el espejo, lave mi cara y volví a mirarme.

Creo que, que, bueno, no lo quería admitir, pero era cierto, me estaba gustando Jimin, y me estaba gustando bastante, tenía mis dudas pero lo de hace rato me lo aclaró. Tenía que hablar con JongIn cuando regrese. Salí del baño y me dirigí al balcón. Abrí la puerta siendo invadida por el frío de la noche haciendo que me abrazase a mi misma. Me paré en el barandal por unos segundos, mi cabeza era un lío y necesitaba aire puro. Me puse pensar, no me podía enamorar de Jimin, no ahora, el tenía mucho trabajo y muchas fanáticas, me pondría de seguro muy molesta por eso, además a él le gustaba esa tal Rosé, o por lo menos aún la tenía en mente y yo, yo soy poca cosa para él, estoy más que segura que él solo me ve como la chica que es su asistente personal. No, definitivamente no estaba a su alcance.

Entré de nuevo a la habitación, para por lo menos intentar dormir, pero al entrar vi a través del cristal de la puerta del balcón en una de las  sillas la guitarra de Jimin. Hay dios, estas cosas solo me pasan a mí. Salí de nuevo con el propósito de recogerla, la agarré y la cargué por unos segundos, estaba dudando en mi mente en llevársela a su habitación o no. Podría estar durmiendo y se enojaría porque le desperté en plena madrugada solo para llevarle una guitarra, o tal vez estaba estaba despierto también. Tenía un debate metal, ¿voy, o no voy? Al final la puse en la silla de nuevo y me acosté en mi cama y cerré los ojos, se la daría mañana.

*****

Ahora me encontraba en el pasillo de las habitaciones con la guitarra en mi mano, el cuarto de Jimin no estaba tal lejos del mío,aunque es la primera vez que vengo, me volvería loca si no salía de ese cuarto por lo menos unos segundos. La cosa difícil venía ahora, me paré frente a su puerta, mis nervios empezaron a molestar, me sudaban las manos, pero respiré hondo, sujeté más fuerte el objeto de madera que cargaba y cuando estaba lista para llamar a su puerta un escalofrío recorrió mi espalda. Baje mi mano me di la espalda, seguro estaba durmiendo, pero de nuevo me gire a su puerta dejaría de ser cobarde de una puñetera vez, después de todo le iba a entregar su guitarra, aunque fuese de madrugada. Ya decidida fui a su puerta, pero ahora me temblaban las piernas, está bien admitámoslo no tenía valor de verle a la cara y no quería ahora, le daría esto mañana después de todo no es tan grave. Me di la espalda otra vez y lista para irme, pero en eso la puerta se abre, quedé inmóvil en mi lugar, ¿acaso había oído que estaba aquí? Imposible, no hice ningún ruido creo, me di la vuelta lentamente y ahí estaba Jimin con una cara de sorpresa, tragué duro y me acerque a él.

— Seokmin, ¿qué haces aquí?

— em... — tranquila, calmada, no pasa nada, que no se de cuenta que estas cagada del nervio — quería despejarme un poco porque no tenía sueño, pero vi que se te quedó tu guitarra y entonces quise traértela, pero supuse que estabas dormido, digo son las tres de la mañana, pero de todas formas vine, pero cuando me iba a ir tu abriste la puerta, loco ¿no? — dije hablando muy rápido, dudo que me haya entendido pero igual lo dije todo, solté una risilla nerviosa y un poco ridícula, él me miro como si estuviera loca

—  ok —  dio una risita que en realidad parecía que se estaba burlando —solo te pregunte que hacías aquí no tenías que decirme todo eso, y tampoco traerme la guitarra, podías haberlo hecho mañana —me golpeé mentalmente, después del sufrimiento leve que tuve este idiota me sale con que podía habérsela traído mañana, le sonreí levemente y el tomo su guitarra — pero gracias