Queen of Mean

31 Capítulo

Llevaban algunas horas de la pelea, Staxx daba todo de sí para poder derrotar a Fargan, Willy y Alex; que por algunos pocos momentos, podía tener aquellos recuerdos los cuales vivió con el contrario. Por algunos momentos eran tan felices, que sentía como su corazón se estrujaba a la situación a la que habían acabado hoy en día; se sentía derrotado y completamente abatido internamente, pero aun así no comprendía porque a pesar de no tener su alma completa sentía aquel dolor en carne propia de nueva cuenta. Mientras que por otro lado, Rubius había sido abatido por Luzu hacia unos segundos atrás; no había sido lo suficientemente brusco para lastimarlo por su cría, pero había causado cierto daño para dejarlo inmovilizado por algunos momentos. Auron y Vegetta lo miraban con cuidado hacia cualquier movimiento que realizaba, estaban todos cansados y agotados por tal esfuerzo físico; sin embargo, Luzu en algunas ocasiones requería apoyarse en el césped para toser y sacar un poco más de sangre por su boca. Efectivamente, estaba muriendo internamente y todo por su venganza hacia Auron; en ocasiones tardaba más de lo debido en incorporarse, y cuando este finalmente lo lograba miraba a los otros dos con aquellos ojos rojos apagados.

- Luzu, ya detén todo esto -mencionaba Vegetta tomándose uno de los costados- No hay más culpables, solamente fue un malentendido

- ¿En serio? Me lo dices tú a mi -sonreía con dolor el contrario- ¿No recuerdas lo que hizo Willy? Como casi te quitas la vida, y Rubius se arriesgó por ti -se quejó un poco, colocándose de cuclillas-

- Pero eso ya lo hemos resuelto, y hemos quedado en buenos términos... si no, ¿no crees que Willy no estaría aquí? -argumento por última vez el ojimorado-

Luzu en cambio alzo su mirada y su mano hacia el oso, comenzando a usar un poco de su magia haciendo que el oso alzara gritos al aire por el dolor que le hacía internamente; se sentía un poco victorioso, odiaba el escuchar así a su excompañero... pero todo era parte de la venganza.

- ¡Luzu tu odio es conmigo, déjalo en paz! -grito Auron al contrario, haciendo que se detuviera y Vegetta saliera a ver a su pareja con desesperación- Es contra mí, ¿no es así?

- Siempre has sido tu -con aquella misma mano que torturo al oso, la guio al contrario para levantarlo por los aires así llamando la atención de los otros cuatro que aun peleaban- Siempre has sido tu Auron, tu eres el causante de que yo sea así y que quiera vengarme de todos -comento en una lagrima- ¿Por qué Lolito? ¿Por qué no fui yo? ¿Por qué Vegetta y Rubius tienen que estar felices a costa de su dolor con Willy? ¿Por qué Willy puede ser feliz con Fargan y su nueva hija? ¿Por qué Alex puede vivir con el recuerdo de Staxx?

- Luzu.... Mngh... -se quejó al sentir como apretaba un poco aquel agarre- todo fue gracias a ti -comento el contrario sin más, volviendo a soltar un quejido- Cuando Rubius y Vegetta se conocieron, fue por ti; el amor que siente Staxx o que en aquel momento que sintió por Alex... fue por ti, tú lo convenciste de dar el primer paso.... Willy y Fargan son felices porque ellos así lo decidieron, y porque tu encomendaste las tareas a realizar de cada uno -bajo su cabeza para tratar de localizar sus ojos- Tú fuiste el causante de toda esta felicidad, ¿Por qué ayudaste a Willy cuando empezó a entrar en crisis aquella noche?

Luzu abrió los ojos por un momento, y lo recordaba perfectamente; aquella noche que había lanzado la maldición a Willy y a Auron, era para verlos sufrir y el que ellos comenzaran a tener terror hacia él; pero tenía razón, aun dentro de este existía aquella bondad que en aquel tiempo lo caracterizo. Negando por un minuto, encontró aquella escena que lo trajo a la realidad; Vegetta se encontraba abrazando a Rubius completamente inconsciente, y en lágrimas acariciaba su cabello para que estuviera bien. Por otro lado, Fargan y Willy se veían las heridas que tenían y si no eran graves en su totalidad; mientras tanto Staxx se alejaba de ellos y Alex lo veía con tristeza una vez más. Toda aquella felicidad que le había recriminado a Auron, la entendía perfectamente; pero aún seguía aquel sentimiento de odio hacia él, que volvía a aflorar. Sin embargo, lentamente bajaba su mano y dejaba de apretarlo hasta que este toco de nueva cuenta el suelo; por un momento retrocedió para verlos, y traer a su cabeza una de las primeras fotos que tenía en un álbum de su antigua casa.