Queen of Mean

03 Capítulo

Para Vegetta ya había sido una rutina el levantarse e ir a checar al contrario, después de lo que le menciono Auron había tomado la responsabilidad de su acto tan egoísta; a lo que pidió al rubio que se quedara en su casa hasta que se curara, pero esto comenzaba a formar algo más fuerte entre ambos. Cuando Rubius se decidía levantar por cuenta propia, un instinto protector de Vegetta hacia ir a buscarle y ayudarlo; en otras ocasiones cuando Vegetta se quedaba al lado del ojiverde, podía sentir un pequeño y sutil olor a melocotón. Melocotón para Vegetta, y un intenso café amargo para Rubius; pareciera raro, pero hasta el mismo Fargan y Willy que visitaban a su hermano oscuro podían percibir ese sutil aroma mezclado... era muy embriagador para los que no estaban acostumbrados, por otro lado eran ellos dos sus destinados que no percibían de tal manera ese olor.

Rubius ya por su tercer semana acostado, decidió que ese sería el último dia que permanecería en la casa de Vegetta; no precisamente que haya sido un mal anfitrión, si no que su perro Ricardo, Coringa y Juan Carlos II no lo habían visto por un largo tiempo. A lo que tomando su ropa, comenzó a colocarla de manera lenta; unos pantalones negros rasgados que hacían reflejar tanto sus atributos traseros como frontales, unas cuantas vendas cubrían el dorso del menor pero eso no impedía que su figura se diera a reflejar. Para su mala o buena suerte, Vegetta entro al cuarto topándose al menor con un pantalón a medio abrir y el dorso semi desnudo del contrario; este involuntariamente se volteo dándole la espalda, ocultando su sonrojo que lentamente lo hacía hiperventilar.

- Perdón... no sabía que ya te estabas cambiando –tragaba saliva un poco desconcentrado-

- Perdóname tu a mi –mencionaba el rubio acomodándose su ropa, acercándose a este y darle un cálido abrazo; este cargaba con un sutil sonrojo también, gracias a que había visto la escena- Debí de haber puesto seguro, no estoy en mi casa –soltó una suave risa-

- En eso tiene razón Doblas, aparte que no fue un Alex o un Mangel el que se te aventaría a tus brazos por verte –menciono sin más desviando su mirada-

- Pero que dices, Mangel no es mi destinado después de Lolito... Alex no le llamaría la atención, aún sigue esperando por Staxx... -le fue interrumpido por el contrario-

- El traidor querrás decir –bufo sin más-

- Bueno, el caso es que nadie se me lanzaría en brazos pidiendo que sea su destinado –reía sin más, pensando en lo que decía- Soy tan problemático que ni siquiera la persona más cuerda estaría conmigo, ni Nieves quiso quedarse conmigo –rió por este último- Tu por tu lado encontraras a un destinado mejor que Willy, ese tonto se pierde de mucho a tu lado –miraba al contrario colocándose su capucha de oso-

- En verdad que eres un problemático... -menciono sin más-

- ¿Qué te puedo decir? –mencionó el otro antes de dirigirse a la puerta- No por nada los niños se me acercan para saber de mis travesuras –sonreía para darle un cálido abrazo al contrario-

- Supongo que te vas –sonreía Vegetta para abrirle la puerta, y corresponder a su abrazo- Cuídate Rubén, iré a visitarte cada cierto tiempo... tus heridas me preocupan.

El oso no tardó en hacer una de sus diabluras, acercándose al cuello de este y dejar sus colmillos incrustados en este de forma juguetona; por lo que el ojimorado sorprendido y sonrojado, lo alejo cubriendo la herida. El rubio por otro lado se disponía a despedirse de su compañero, dedicándole una mirada de melancolía y bajar las escaleras de lo más tranquilo posible; Vegetta por otro lado, tragaba saliva sintiendo aun las marcas del contrario... ¿ni un solo día podía dejar de darle problemas?

Después de salir de la propiedad del contrario, esbozó una sonrisa para encaminarse a un lugar un tanto secreto y que solamente dos de los héroes de Karmaland conocían; Willy y Fargan probablemente se encontraban en la hermandad oscura, a lo que este sin más fue a su casa para buscar una gabardina con la cual se sabía que era de la misma hermandad. No tardó mucho en ponérsela, y en tomar su pasadizo secreto para llegar a aquel lugar que había tomado tanto cariño como su segunda casa; tarareando sacaba sus alas de demonio para estirarlas, y pronto volver a sus viejas andanzas. Abriendo la puerta que llevaba a la hermandad, vio a varios del culto que se disponían a sus propios quehaceres; no tardó mucho en divisar a sus hermanos oscuros, captando su atención y haciendo que estos corrieran a abrazarle con ternura.

- Pero miren, el oso más problemático de Karmaland ha regresado –mencionaba el de la máscara de búho, arreglándole la capucha de la hermandad-

- Que va, le dije a Vegetta que debía volver a mi vida pero cualquier cosa regresaría con el –reía el contrario con naturalidad-

- Bueno, entonces acompáñanos... tenemos una nueva misión –Willy con emoción le lanzo un detonador de minas al rubio captando su atención-

- Que bien es regresar, ya extrañaba explotar cosas... -este con naturalidad se disponía a caminar con los contrarios, viendo quien sería la victima del regreso del oso-

Por otro lado, durante los últimos días Auron había sido arrastrado a las garras de Lolito; el cual estaba tomando consciencia de lo que había hecho, había traicionado a su destinado. Luzu después de aquel día siguió esperando a Auron, en donde en repetidas ocasiones lo veía con Lolito y este le ignoraba con tranquilidad; a este le causaba cierta confusión, ¿Había hecho algo malo? Sin tomarle mucha importancia, este siguió con su candidatura profesando todo lo que tenía en mente; y aunque Auron había acordado con Lolito de no reventarle la casa, nunca le había prometido los cartelones o ciertas pancartas que había hecho Luzu. Esto le causaba a Auron enojo y furia, en donde ciertas ocasiones le reclamaban a Lolito lo que había hecho con tal de destruir la candidatura del otro; mientras tanto, Luzu quitaba pensamientos rastreros y sonreía como siempre... sin importarle en lo más mínimo.

No había pasado mucho cuando Lolito platico con Auron acerca de sus propuestas de campaña, lo cual sorprendió al contrario por todo lo que proponía; era arriesgado, pero había cosas en las cuales su destinado no se había dado cuenta. Y es que si él quería ser alcalde, debía saber hasta lo que había en la más pequeña roca; Mangel se encargaba prácticamente de difundir su nombre, "Alcalde de Barrio". Mientras tanto, en la oscuridad esperaban un movimiento en falso cierta hermandad; dispuestos a hacer su llamado, y que su plan comenzara a dar frutos en un futuro no tan lejano...

-.-.-.-

Notas importantes tanto de la historia como de la vida real:

1. Por favor quédense en casa, en esta contingencia dependemos de nosotros para que la pandemia no se vuelva peor.

2. En los pequeños detalles de la historia demuestran los futuros capítulos o explicaciones de los viejos.

3. No seamos fans tóxicos hacia los youtubers, pónganse en su lugar y quiéranlos así como ellos lo hacen hacia nosotros.