06 Capítulo

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- Calma Luzu, trata de tomar algo de agua para poder entenderte un poco –mencionaba el ojimorado con algo de preocupación al ver a su amigo aun en lágrimas-

Luzu después de haber recorrido todo el pueblo de Karmaland, trataba de formular entre lágrimas y agitación lo que había visto; le dolía, le dolía en lo más profundo de su ser, aquella cierta parte de cordura le estaba comenzando a fallar. Tomando un poco de agua, trato de volver a formular de nuevo sus palabras siendo un rotundo fracaso; su cabeza le volvía a mostrar una y otra vez la imagen de Lolito y Auron en aquel beso lleno de amor. Su cabeza comenzó a dar vueltas por todo lo que había visto, a lo que atino a agarrarse un poco sus cabellos musitando una sencilla frase: "Todo está bien, solamente fue un accidente".

- Luzu, venga chaval –se acercó el rubio a abrazarle con tranquilidad, le brindo un suave beso en su frente antes de verlo echar a llorar- ¿Qué ha pasado? Te hemos entendido la parte de Auron, pero que más ha pasado.

- Auron no es mi destinado –se atrevió a decir de forma cortante, con un dolor en sus palabras que estas mismas circularon en su cabeza varias veces-

- Pero que dices Luzu, Auron está completamente enamorado de ti... ¿Por qué lo dudas? –mencionaba Vegetta enfrente de estos dos, tratando de procesar lo que había dicho-

- Por el simple hecho que lo he visto besarse con Lolito, fue un beso tan sincero... Un beso que yo tanto anhelo –mencionaba mordiéndose el labio- Los vi besándose, Auron iba en traje y Lolito también... -trataba de calmarse en lágrimas- tenía unas flores, probablemente Lolito se las dio.

- Luzu pero que dices, Lolito tiene a Mangel; no recuerdas que ese cabrón le propuso matrimonio en mi puerta, en mi mes de cumpleaños –comento Rubius tratando de apaciguar el ambiente denso- Luzu, calma... Auron te quiere bastante como para que dudes de él.

- Rubius, ¿cómo puedo quitarme esa imagen de mi cabeza? ¿Cómo puedo quitarme el pesar que tengo? ¿Cómo me puedo quitar este sentimiento? –menciono el de ojos avellana antes de apegarse más al oso-

- La verdad es que no puedes –musito Vegetta tranquilo- Rubén... déjame hablar con el –sonreía lastimeramente, con ternura y llena de tristeza-

- Claro, cualquier cosa díganme... -se levantó tranquilamente el castaño, dándole un abrazo a su amigo- Iré a hacer una llamada, necesito ver con Fargan algunas provisiones para los habitantes

Los otros dos asintieron para verlo irse por las escaleras, Vegetta le tomaba de las manos al contrario para relajarlo; sabría que no podía, era una situación muy complicada en esos momentos. A misma imagen, ambos habían presenciado la misma traición con personas totalmente diferentes; pero había una sutil diferencia, Auron y Luzu estaban enamorados ya para formar una pareja formal. Vegetta entre palabras, le pidió a Luzu que se calmara y cuando encontrara el momento oportuno hablara con Auron; no conocía a Auron del todo, pero sabía que muy adentro de este había que darle el beneficio de la duda. El contrario con tranquilidad asintió, viéndolo y dándole un cálido abrazo a como solía hacerlo; esbozando una sonrisa, suspiro aliviado.

- Se siente bien hablarlo, no puedo creer que haya corrido hasta acá y pensado lo peor de Auron –continuo el de ojos avellana-

- Cuando hay una traición de por medio, piensas lo peor de las personas –musitaba tranquilo, levantándose con naturalidad- Iré a mi casa, ya es de noche y Rubén no creo que regrese pronto...

Antes de continuar, el oso había subido deprisa e ir a su cuarto buscando una mochila y recolectar ciertas cosas; un pico, una espada, y una que otra cosa de comida. Pensando a sus adentros, no presto atención a sus invitados; solamente pasando de largo, dedicándoles un "Hasta luego, tengo una solicitud urgente", dejándolos confundidos. Vegetta para sus adentros se preocupó, sabía que no estaba aún del todo bien; pero invito a Luzu a partir a sus respectivas casas, el tramo era peligroso estando solo. Luzu por otra parte se disponía a estar en sus propios pensamientos, después de hablar con aquellos dos y que le reconfortaran un poco le habían dejado un poco más calmado; aun así algo circulaba en su mente, ¿Por qué lo había hecho Auron?

No tomándole tanta importancia a la pregunta, alzo su vista para tener cuidado con algún monstruo que se le apareciera; mirando a sus lados, pudo visualizar a Rubius caminar con Fargan y Willy en dirección a una zona peligrosa. Este sin más se atrevió a seguirlos, pensando en que lo mejor sería proteger a sus compañeros y darles una mano en dado caso lo necesitaran; pero para su sorpresa, cuando estaba cerca de la zona desaparecieron. Luzu algo extrañado, se dispuso a ponerse a buscar alguna pista de su paradero; muy por el contrario, entre las sombras comenzaron a escucharse murmullos. Este mismo en preocupación, decidió quitarse la idea de ir a buscarlos al escuchar algunas voces llamarle; no siendo lo suficiente valiente salió de aquel lugar repleto de árboles. Antes de poder dar unos pasos más lejos, sintió que lo volvían a jalar adentro del bosque; antes que pudiera dar un grito se encontraban dos personas altas con gabardinas tapándole sus caras y adentrándose de nueva cuenta.

- Vamos Luzu, no deberías porque tener miedo –mencionaba uno de estos, aun tapándole la boca- No te haremos nada malo

- Solamente queremos llevarte a un lugar especial, nada fuera de lo normal... algo que nosotros tres llamamos casa –musitaba el otro en risas, mientras su cómplice le quitaba la mano de la boca-

- ¡SUÉLTENME! –grito con fuerza, al ver que otro de estos aparecía de lo más tranquilo- Largo de aquí, tengo una espada y no dudo en usarla

- No deberías –musito el nuevo de los reunidos- No te hemos lastimado, o mucho menos amenazado a muerte; solamente queremos que escuches una propuesta, no es tan grave... pero debes jurar no decirle a nadie esto y lo siguiente, ni siquiera el lugar a donde te llevaremos. Si lo haces, serás castigado.

- Está bien, lo juro... pero suéltenme –menciono sin más el de ojos avellana antes de que lo soltaran, este al verlos se atrevió a sacar su espada listo para lo que pudiera pasar-

- Guárdala Luzu, no pasa nada... confía en mi –extendió la mano aquella persona que había entrado al último al grupo-

- Como podría confiar en ustedes, después de todo ustedes fueron los que me jalaron de nuevo para hacerme algo... ¿o no? –lentamente bajaba la espada algo desconfiado-

- Créeme, deberías confiar –soltó de nuevo este, antes de destapar su capucha y mostrar al rubio con la máscara de oso- Porque no confiar en mí, Luzu...

Queen of MeanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora