Había pasado ya alrededor una semana después de aquella rutina de chequeo, Auron había hablado con Willy en secreto; en su chequeo había aparecido al parecer un pequeño inquilino, el cual para sorpresa del albino se quedo en shock por la noticia. No tardó mucho en comprender la situación, era de Fargan y solamente de él; ya que en repetidas ocasiones lo habían hecho y no habían usado protección, el albino solo atino a tragar saliva para levantarse abruptamente. No tardó mucho en encontrar el piso, alertando a Auron y yendo a ayudarle por la condición que actualmente sabia; el castaño no tardó mucho en hablarle a la pareja de este, el cual solamente le comento que lo habían encontrado vagando por el pueblo y se desvaneció de repente.
El albino no tardó mucho en despertar, el cual al sentarse capto la atención de los otros dos; sin prestar atención, Willy se atrevió a abrir los ojos y ver a Fargan, el cual simplemente se atrevió a acercarse y volverle a recostar. Trago saliva en seco, no sabía si Auron le había dado la noticia; pero por las acciones que él tomaba, sabía que la respuesta era negativa. Después de un segundo chequeo, Auron los dejo irse; siendo que le dio la recomendación a Willy de decirle a su pareja, ya que aquel pequeño inquilino no tardaría en descomponer su figura. Fargan ensimismado en sus pensamientos, caminaba al lado de su compañero de maldades; Willy por otro lado se tomaba del brazo del otro, el cual correspondía con afecto.
- Creo que debes ir a descansar, ese desmayo me preocupa mucho Willy –menciono el de la máscara de búho, el cual se detenía en medio del pueblo- Podemos decirle a Rubius que nos vemos otro día, después de todo aun debemos planear que hacer con la misión que nos encomendaron.
- No Fargan, estoy bien... solamente fue un desmayo, probablemente me descompense de agua. Piénsalo, no he tomado la suficiente agua como para rendir; aparte no he dormido bien los últimos días, no recuerdas que me levante a mitad de la noche –reía suavemente-
- Por eso mismo digo que debes ir a descansar, me preocupa tu salud –comento el contrario sacando su celular, el cual fue arrebatado por el contrario- Willy, vamos dámelo
- Fargan confía en mi –sonreía suavemente, mientras besaba su mejilla- Si tengo algo malo, serás el primero en saberlo... ¿está bien?
- Está bien –beso sus labios suavemente- Nada malo tienes, si no Auron te hubiera llamado y me hubieras dicho –rió suavemente- Vamos a la guarida, que Rubius debe estarnos esperando... con eso que Vegetta lo tiene bien vigilado, dudo mucho que le dé más de 2 horas.
El albino asintió en sonrisa, sin embargo por dentro trago saliva amargamente; le había mentido para ir a ver a Auron, que le explicara su situación y sobre todo un tenía que seguir mintiendo hasta poder encontrar el momento oportuno. Estos emprendieron el camino, el cual no tardaron mucho en sentir un peso sobre sus hombros; Rubius los había visto a la lejanía, y para bien de este no era el que llegaría tarde por primera vez.
-.-.-.-
Una vez estando en la guarida, organizaban sus ideas con respecto al encargo que les habían hecho; era un poco arriesgado, era un atentado hacia el alcalde de Karmaland. Mientras estos discutían, Fargan se disponía a arreglar un nuevo juguete que había fabricado; unas alas estilo búho que lo harían volar y poder hacer más crímenes desde las alturas, lo cual estando tan concentrado no se había percatado que Willy le estaba llamando en repetidas ocasiones. Rubius casi en una risa estrepitosa, decidió salir de aquel recinto para buscar algo de fruta que tenían cercana; no tardaría más de dos minutos, lo cual no les importo mucho al otro par. Este con tranquilidad, se atrevió a buscar un poco de aquellos frutos que necesitaría no solamente para la hermandad sino para su casa; Vegetta le había pedido cierta fruta, y él muy inteligente le comento que tenía algo de esta... lamentablemente, solo tenía 1.
Caminando entre la oscuridad y con su máscara en la cintura, comenzó a recolectar la fruta que le había sido encomendada por su amado; lo que no tenía previsto era que una flecha se clavó en el árbol cercano a este, lo cual capto la atención y pudo divisar a otras personas con la misma capucha que estos tenían cuando iban a su escondite secreto o reclutaban a nuevos miembros.
- Hombre, casi... -rio el contrario, el cual fue apuntado de nueva cuenta- Soy parte de la hermandad, ustedes me proporcionaron este traje... díganme quienes son. –menciono casi en enojo sin recibir alguna respuesta- Maldita sea, cuál es su nombre...
- Que viva la nueva resurrección, Rubén Doblas –menciono el contrario, el cual lanzo una flecha incrustándose en su costado izquierdo-
Lanzando un alarido, cayendo de espaldas al árbol tratando de comprender sus palabras; estos se acercaban con el arma mas letal de la hermandad: una daga con diente de dragón enroscado, no dudo en tragar saliva fuertemente y retroceder sintiendo que ya no había escapatoria. Una y otra vez sintió como entraba aquella arma, viendo como su sangre se mezclaba entre el pasto; poco a poco fueron retrocediendo, viendo como el de ojos esmeralda perdía su fuerza lentamente.
- ¡¿RUBIUS?! –el albino le llamaba con preocupación- Fargan baja, no lo encuentro
- Debe estar cerca de aquí, tranquilo –mencionaba el contrario, el cual había salido para robar sus alas nuevas- No creo que haya ido a su casa...
- Rubén, déjales un mensaje a tus amiguitos... la resurrección solo es un pedazo de venganza –sonreía de nuevo el encapuchado, antes de clavar aquella daga una vez más en el hombro del contrario dando vueltas una y otra vez estando adentro del cuerpo del contrario.
Este no se inmutaba en moverse, solo se quejaba lentamente al sentir como iba entrando cada vez más; no tardó mucho en escuchar un crujido en su hombro, el cual este cayó desplomado. Habían triturado todo su cartílago dejando su daga dentro de este, antes de irse le colocaron su máscara con tranquilidad; mirándole desangrar, decidieron retirarse de aquel lugar. Mientras los otros dos buscaban por el lado contrario, cierto ojimorado caminaba con tranquilidad a su casa; no tardó mucho en escuchar un suave gemido alrededor suyo, tomándolo como un zombie al inicio... de no ser porque aquellos gemidos se volvieron murmullos y después lágrimas. Captando la atención de este, se internó más en los arboles encontrándose con aquella figura; para su asombro, pudo comprender quien era... Rubius había quitado su máscara para pedir ayuda, y Vegetta lo estaba apreciando... Rubius era de la hermandad oscura.
- Rubius... -llamo a este, el cual no creía la escena-
- Vegetta... perdón... no puedo ir a tu casa –mencionaba cansado y adolorido, sintiendo como sus fuerzas se perdían- No podre llevar manzanas... perdóname...
- Rubius –se acercó corriendo, tomándole de las mejillas le pegaba suavemente para que despertara- Despierta, cariño. Tu no me vas a dejar... a ti te gusta hacerme sufrir, solamente eso –reía amargamente- Cariño despierta...
- Lo siento... la resurrección solo... es un pedazo de venganza... -mencionaba sutilmente, mientras Fargan y Willy corrían al igual escuchar aquellos gemidos-
Para su mala suerte, había revelado su identidad y estos podían identificar la daga perfectamente; Vegetta al sentir las otras miradas, se atrevió a voltear para verle y sacar su espada para defenderle... Mientras tanto, yacía una entidad con ojos rojos entre la oscuridad; apreciando todo, y esbozando una sonrisa de oreja a oreja con lo que se aproximaba al pueblo de Karmaland...
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Queen of Mean
FanfictionDespués de que Karmaland fue creada hace mas de 500 años, 9 guerreros bajan a ayudar a este pequeño pueblo. Lamentablemente existe una leyenda de una hermandad oscura, que traerá a uno de nuestros guerreros mas puros a los brazos del mal... una vez...