27 Capítulo

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Alex completamente destrozado por lo que había vivido días atrás, aun se recriminaba en aquella instancia todo lo que en algún momento olvido; su corazón lentamente se estrujaba, con dolor y con la necesidad de olvidar de nuevo todo aquello que lo torturo. Una simple cuestión comenzó a rondar por su cabeza una y otra vez, ¿Por qué Staxx? Había pedido a los dioses el poder olvidarlo, pero sabría que ni siquiera alguien tan superior podría quitarle tal dolor que lo carcomía en piel y en vida.

Mordiéndose el labio, por primera vez se dirigió a la cocina a buscar algo de comer; sabía que no podía dejar de hacerlo, en el momento que este lo hiciera cualquiera de sus amigos le obligaría y no tendría alguna escapatoria de sus garras. Sin embargo, cuando llego a la puerta de su casa escucho un suave golpe característico; lo reconocía y por un momento contrajo las manos en timidez, nadie conocía esa manera en que tocaba, solo...

- Alex, ¿estás ahí? Soy Staxx –comentaba alegre aun tocando la puerta-

Alex por un momento retrocedió, y tapo su boca con una de sus manos tratando de hacer que su pequeño chillido no se escuchara; unas cuantas lágrimas salían por sus ojos, que lentamente comenzaban a caer de manera más fluida. Todo era juego de su mente, esto ya lo había vivido tiempo atrás; sintiendo su corazón estrujar y con una mano temblorosa quería acercarse al picaporte. Por un momento atino a retraer la mano, pero lentamente dejo de escuchar aquellos golpes que habían sido contantes unos minutos atrás; el sabía que era una ilusión, y para poder vencer aquel sentimiento tendría que abrir la puerta tal cual se lo había enseñado Vegetta años atrás.

Armándose de valor, trago saliva y abrió la puerta de su casa sintiendo una pequeña brisa y el calor característico; en donde frente de este, se encontraba aquella figura que tanto anhelo volver a ver en un pasado lejano. Lo analizaba cuidadosamente, podía sentir como su corazón lentamente salía de su ser y que aquellas lagrimas aun afloraban con más dolor que antes; mientras que el contrario, se atinaba a quitar su casco mostrando su cara y aquellos ojos esmeralda que llego a enamorar a Alex en un momento de su vida.

- Regrese, cariño –este lentamente se quitó uno de sus guantes para acariciar la mejilla del contrario, el cual negó rotundamente haciendo que este se impactara- ¿Qué pasa?

- Tu estas muerto, no es posible. –le miraba con preocupación y atónito a lo que ante sus ojos se comenzaba a presenciar- Yo te vi con mis ojos, tu moriste... tu desapareciste y me dejaste solo.

- Es una pequeñez, tú crees que te dejaría tan rápido –le miraba con algo de amor en sus ojos- ¿Dejaría al amor de mi vida?

- Entonces porque te vi morir, tú mismo estabas en aquel lugar sonriéndome; pidiéndome a gritos que me fuera, y que no viera tu sufrimiento –comenzaba a alzar su voz, la cual Staxx en un movimiento callo con su mano-

- Tú no eres el menos indicado para decirme eso –sonreía traviesamente, mientras de su espalda sacaba una pequeña daga aun escondida por su capa-

- ¿A qué te refieres? Yo siempre te espere, imploraba que Luzu te trajera de nuevo ya que el sabia de alquimia y otras artes... y el ante mis ojos me lo negó, traerte a la vida sería buscar tu alma y eso... -el contrario comenzó a reír un poco ante lo que decía-

- Pero que dices, yo no morí muy por el contrario estaba escondido entre las sombras; ese pueblucho aun me debe seguir buscando, y tratando de matarme –lentamente apretaba aquella daga- Aunque muriera, ¿No crees que yo siempre estaría aquí contigo?

- Puede ser –el contrario desvió la mirada, mientras el otro se atrevía a acercarlo a su pecho- ¿Por qué tardaste tanto?

- Porque no sabía dónde estabas –comento el contrario, mientras podía sentir como aquellas manos recorrían su espalda tratando de recordarlo- Pero no debes porque preocuparte, estoy contigo y no me iré jamás... -este sacando aquella daga, se atrevió a alzarla y tomar algo de velocidad-

Queen of MeanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora