24 Capítulo

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Luzu a paso fuerte trataba de olvidar lo que había pasado aquella noche, por algunos momentos jugaba con sus poderes para poder distraerse en lo que se encaminaba a la hermandad oscura; pero algo en él no podía olvidarlo, no le había importado el haberlo dejado solo en su casa o incluso romperle el corazón... si no que tenía la necesidad de querer aún más del contrario, como si este fuera una especie de droga. Negando súbitamente, se topó con la entrada a la hermandad en donde libero sus alas para emprender un camino más rápido al salón principal; los cuales, al verlo comenzaron a entrar en pánico por la situación reciente.

El castaño de orbes rojos no tardó mucho en darse cuenta, a lo que llamo a los guardias de la prisión para saber el estatus de Rubius y Farga; a lo cual el guardia titubeando, se atrevió a comentarle lo que había pasado hacia algunas horas atrás. Causando molestia en Luzu, se acercó al contrario de forma amenazadora... tal cual lo estuviera cazando, pero el guardia sin perder la compostura solamente trataba de respirar lo más calmado posible. Error... Luzu se acercó por detrás de este, colocando una de sus garras en el cuello del contrario y poder disfrutar de cómo esta iba perforándola lentamente y ver la sangre que comenzaba a caer.

- Bien, ¿alguna otra noticia que me quieran dar? –volteaba con autoridad, mientras e cuerpo caía a sus espaldas- Desháganse de este, y si tenía familia mándenle mis condolencias... mencionen que murió en una pelea dignamente. –con molestia hizo un ademan para que todos los guardias se retiraran-

- ¿Rey Luzu? –llamaba uno de los exploradores de campo, el cual capto su atención con rapidez- Lo hemos encontrado, no está lejos del pueblo...

- Interesante –sonreía con malicia, pasando su brazo por el hombro del contrario- Vamos a mis aposentos, necesitamos informarles de inmediato...

A pesar de su mala jugada, una pieza de ajedrez había jugado a su favor; en este punto, Rubius y Fargan ya no les era de mera importancia. Ahora debía formular otro plan, uno más minucioso y así poder obtener todas sus fuerzas; finalmente habían encontrado a la pieza principal: Araxiel.

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Mientras tanto, Auron se disponía a colocarse su bata una vez más con algo de cansancio; solamente atinaba a pensar en Luzu y como lo cruel que había sido al despojarse de este, pero aún tenía algo que hacer y era salvar la vida de Willy junto con su cría. Sin tomarle mucha importancia, se atrevió a buscarlo por todos los cuartos hasta dar con este; el cual había pasado la noche milagrosamente, y aún seguía con la poción que habían generado los otros. Auron pidió un ultrasonido para la cría, la cual no sabían el estado actual de esta y podía estar teniendo algún tipo de sufrimiento; quería descartar todo tipo de posibilidades, y para esto ocupaba de igual manera que Willy estuviera a salvo.

- Auron, buenos días –mencionaba Vegetta llegando con algo de café- ¿Willy está bien?

- Quiero hacerle unos últimos estudios, si todo esta correcto este podrá irse a su casa a descansar muy pronto –reía suavemente mientras escuchaba al contrario quejándose- Buenos días, puerco. ¿Cómo te encuentras?

- Cansado, un poco adolorido y tal vez perdido –paso una de sus manos por uno de sus ojos para tallarlo con fuerza- Pero dime, ¿Por qué tengo a Alex encima de mí? –comentaba señalándolo, el cual con todo el ruido aun no era posible levantarlo-

- Tranquilo, has pasado una noche muy difícil y al parecer Vegetta con algo de ayuda de Alex te han cuidado bastante bien –sonreía, mientras traían el ultrasonido para conocer la situación actual- Pero primero que nada, vamos a revisar a tu cría –comentaba mientras se acercaba a Willy tranquilamente-

Willy no tardó mucho en bostezar y removerse, a pesar de que no recordaba mucho de la noche anterior; sentía un pequeño dolor en su vientre, el cual no era normal. Sabía que no era una patada, ni mucho menos alguna mala postura que había hecho la noche anterior; rezaba por su cría, y que esta estuviera lo completamente ilesa posible después de aquel atentado. Sin embargo, Auron una vez empezando el estudio tardo más de lo debido en encontrar al pequeño el cual tenía un ritmo cardiaco lento e inconsistente; alertando no solamente al especialista, si no a los otros 3 involucrados. Willy por un momento estaba pensando lo peor, lentamente comenzando a tirar lagrimas por sus ojos; podía ver como su cría a pesar de que estaba más crecida duras penas podía moverse, e incluso dar una pequeña patada.

- Willy, al parecer está bien –comenzaba el contrario, el cual poco a poco comenzó a mostrar una cara más preocupada-

- ¿Pero? –mencionaba el albino, el cual pedía la mano de Alex y Vegetta para que lo sostuvieran ante una mala noticia-

- Hay sufrimiento fetal –volteaba a ver al trio, el cual el albino no tardó mucho en comenzar un llanto- Tenemos que monitorearlo, pero como bien sabes a diferencia de los humanos; nosotros al tener rango, y ser alfa, beta u omega el periodo de embarazo es aún más corto. Por lo que si vemos que no mejora en algunas horas, debemos sacarlo y dejar que se quede en una incubadora.

- Pero Auron, eso no es un poco precipitado –mencionaba Alex, el cual tocaba el vientre de Willy-

- Lo siento, pero es la única manera de salvarlo; de no se así, no solamente la cría sufriría.... Willy podría presentar una fuerte infección que lo llevaría hasta la muerte.

- Madre mía –suspiraba Vegetta con preocupación, mientras trataba de calmar al albino- Willy, mírame... tu cría estará bien, ya lo veras. Auron es el mejor, y sabes que cualquier cosa que os perjudique hará lo posible por salvarlos –besaba su cabeza aun consternado, mientras el albino se refugiaba en el pecho del contrario- Calma cabezón, pronto vendrá Fargan y harán que todo esto sea un mal sueño –reía suavemente, mientras Auron retiraba el aparato y los residuos del líquido que anteriormente había aplicado-

- Willy, sé que es difícil pero todo estará bien; he salvado bebes muchos más pequeños de madres humanas, no dudes en que tú vas a ser la excepción –sonreía con ternura, trataba de darle algunos ánimos dentro de la mala situación- Dejare instrucciones, por si en un momento llegara a pasar algo uno de los mejores obstetras te atienda lo más rápido posible por si no me encuentro cerca.

Willy no tardó mucho en componerse, el cual soltó una suave sonrisa y acariciaba su vientre como si tratara de darle ánimos de igual forma a su cría; de un momento a otro, el albino no tardó mucho en sentarse y limpiarse un poco las lágrimas. Sin embargo, una enfermera había llegado al cuarto buscando a Vegetta la cual entregaba una carta con su nombre; no había destinatario, ni mucho menos otra información. Todos comenzaron a lanzar comentarios de que probablemente sería una admiradora secreta, y que ahora que Rubius no estaba todas las mujeres de Karmaland se le abalanzarían; a lo que el ojimorado se atrevió a gruñir, y abrir la carta la cual le causo una mirada de asombro.

"Vegetta,

Finalmente pude localizar a Araxiel, probablemente él fue el causante del accidente de Willy; dile a todos que nos veamos atrás de la arboleadas de otoño, ¿Recuerdas dónde? Por la casa de Mangel, solamente siguán derecho y verán una cueva al lado derecho; no tardare mucho en volver a Karmaland, mientras tanto prepárense.

Luzu"

Por otro lado, cierto oso y búho salían de los túneles subterráneos los cuales daban a aquella zona que antes había sido comentada en la carta; era un campo abierto demasiado bello, pero por alguna extraña razón a la lejanía ambos podían notar como Araxiel se escondía de manera sigilosa dentro de la cueva... era como si estuviera esperando a alguien... o a algo...


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