09 Capítulo

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Luzu tenía bastantes dudas, tantas que no pudo conciliar el sueño como lo había hecho días atrás; removiéndose en la cama, podía escuchar claramente una risa entre la oscuridad. La había ignorado aproximadamente unos 45 minutos, pero lentamente se hacía más y más fuerte; en un punto, Luzu se hartó y decidió ir a buscar un vaso de agua en su cocina. Tomando un poco de esta, se acomodó sus pelos rebeldes que caían de su cabello; con una sonrisa risueña, tomo la decisión de ir al baño a darse un poco de agua en su cara y olvidar lo que pasaba por su cabeza. Llegando al baño, abrió el grifo y tomando un poco de agua se la restregó en su cara; una vez terminando tomo una toalla para quitarse los rastros de agua, pero al levantar la vista una sombra apareció detrás de este.

Era demasiado clara, era él... unos ojos rojos penetrantes, y una sonrisa de oreja a oreja aparecían lentamente, este con espanto apago la luz y salió de aquel lugar; trataba de formular lo que acababa de ver, tragaba saliva con fuerza. Apretaba sus ojos con fuerza, musitando en su cabeza que era solo una pesadilla y que pasaría pronto; sin embargo, aquella silueta comenzó a tomar forma poco a poco que se acercaba a Luzu. Este con tranquilidad, se atrevió a pasar de largo por el lugar e ir al cuarto del contrario; captando la atención del contrario, lentamente abrió los ojos y dirigió su vista para verla con susto.

- Me niegas, y sé que me ves perfectamente... ¿Por qué lo haces? –comento sin más, sacando su paleta de su boca- Todos ya han escogido a que raza pertenecer, y tu aun sigues con dudas... dime una cosa, ¿Acaso tu ángel te vino a visitar ya?

Esto último lo decía de una manera sarcástica, Luzu rápidamente se incorporó para verlo desde el marco de la pared; le llamaba la atención que este apareciera de la nada, y no había sido la primera aparición... lo había escuchado cuando fue a la casa de Auron. La mirada penetrante del otro se fijó en los del castaño, este con naturalidad sonrió como si no le importara lo que pensara; con calma se atrevió a extender su mano, e invitarlo a su propio cuarto.

- Por lo que veo aun no me conoces, soy tu idiota. Lastimosamente ese angelito no tardara en aparecer y decirte que no confíes en mí; pero debo aclarar algo en tu mente, y tiene algo que ver con Auroncito –menciono esto último con lascividad, llamando la atención del contrario-

- Aléjate de él, ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué ahora? –mencionaba Luzu asustado y lentamente entrando a su cuarto- Toda mi vida he vivido sin ustedes dos, no debo formar parte de ninguna raza si es lo que quieres; que no entiendes, no porque todos hayan escogido, significa que yo necesite hacerlo.

- Te equivocas –menciono sin más, levantándose y colocarse detrás de Luzu- Hay una razón querido, no por nada fuiste concebido... tú no puedes ser nada, cuando Rubius escogió fue demasiado fácil convencerlo a qué lado debe pertenecer; Willy lo dudo demasiado, su cariño a Vegetta era muy fuerte... y mira en donde termino, me alegro que escogiera él y no su estúpido corazón. De Fargan fue algo más complicado, si no convencía a Willy se iría al bien... Willy organizo la hermandad oscura...

- Cállate por favor, sé que ellos son buenos... a pesar de que escogieran ser demonios. –se tapaba sus oídos con fuerza- Ellos no tenían que escoger... ninguno de nosotros debió de haber escogido...

- Te equivocas de nuevo querido Luzu –lentamente lo llevo a un espejo que estaba a un lado de su cama- Vegetta no es un ángel del todo, y aun así su torpe corazón escogió el lado equivocado... si él hubiera decidido ser un demonio, tu no estarías en esta situación... ¿o sí?

Luzu lentamente comenzó a recordar la escena. Después de lo que había pasado con Staxx, los dioses los obligaron a escoger su raza y sería destinado su rango dentro de esta; todos eran separados, pero Vegetta había estado perdido al momento de tomar su decisión. Luzu se había acercado a hablar con el de todo lo que había pasado, y le dejo en claro algo... "No todos podían pertenecer al legado de ángeles, aunque este lo quisiera". Por esta razón, Luzu se negó a tomar la decisión y fue castigado a ser un mortal hasta que tomara la decisión; este castigo le había traído algunas consecuencias, pero se negaba siempre después de cada misión que participaba. Por otro lado la silueta se colocó detrás de este esbozando una suave sonrisa, para acercarse a su oído e incrustar sus garras en los hombros del contrario...

- Imagina lo que hubieras hecho con Lolito si fueras demonio –le miraba a través del espejo- ¿Cuántas veces te has cohibido por no hacer maldad? Podrías someter a Auron a ser tu pareja, pero tú solo te has negado esas ventajas... y siempre sucumbes a ser un niño bueno. No has pensado en ser como los otros, recuerda mis palabras: "El eclipse llegara a su punto máximo, y tú no podrás rescatarlos a todos... si no decides pronto, tú te volverás el enemigo"

Antes de que el otro reaccionara, la silueta desapareció tan rápido como apareció; Luzu por otro lado se quedó viendo en el espejo un momento más, pensando en las palabras de este. ¿Por qué no había escogido una raza? ¿A que le tenía tanto miedo? Ahorita tenía más que perder que antes, y ¿Si perdía el amor de Auron? Mientras Luzu seguía ensimismado, un aullido se escuchó en aquella noche de luna llena...

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Después de que Vegetta hablara con Alex, bajo de una de las ramas de los árboles para ver a sus lobos que aullaba ante la luna; aquella noche era Lobo Nocturno, y le tocaba hacer un rondín para apaciguar sus pensamientos... no quería hacer alguna maldad, solamente quería saber que haría con Rubén. Antes de pensar en quitare su traje he ir con Rubius, visualizo una sombra totalmente negra y con pelo blanco dirigirse a las vías del tren que había colocado el contrario; le llamaba la atención de quien era aquella figura, por lo que no tardó mucho en acercarse sigilosamente a buscar el dueño de esa silueta. Sin embargo, El Bromas lo había notado hacia unos minutos y no le caía tanto en gracia que lo siguiera; tenía la posibilidad que le descubrieran, y a este no le agradaba la idea. Sin más, se atrevió a sacar su arco y disparar una flecha a un árbol, el cual reboto y cayó a uno de los lobos de Lobo Nocturno; Rubius lo identifico...

- Lobo Nocturno... -este abrió los ojos, para ver como aparecía en su traje-

- Mis lobos no te han hecho nada, idiota –menciono sin más- ¿A dónde te diriges?

- Eso no debería importarte, después de todo tu estas en tus asuntos y yo en los míos –le dio la espalda con naturalidad- Regresa a tus cosas, iré a divertirme un momento... -estaba ansioso, y debía ir a su casa a cambiarse rápido- Probablemente le ponga unas bombas a ese oso pardo

- Ni se te ocurra –menciono Vegetta molesto, acercándose a paso firme- No dejare que des un paso más...

Rubius volteo una vez más, veía al contrario con molestia por querer huir del lugar y que este no le dejara; por otro lado Vegetta no lo dejaría ir tan rápido, prefería ocasionar una pelea en aquel lugar antes de dejarlo ir a la casa del contrario. Así fue como la rivalidad de Lobo Nocturno y el Bromas surgió, no sabiendo que muy pronto necesitarían ayuda uno del otro...

Queen of MeanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora