01 Capítulo

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Todo había sucedido demasiado rápido, no pudo reaccionar rápido; un estruendo se escuchó una vez al llegar al piso, el cuerpo inmóvil del otro yacía tirado comenzando a salir un pequeño hilo de sangre por su cabeza y su nariz. Vegetta con rapidez bajo a por el otro, tomándole con cuidado y tratando de asimilar lo que había pasado; el perro fiel de su compañero, yacía a un lado después de haber bajado por la gran colina. Chillaba con fuerza, moviendo su mano con el hocico tratando de percibir aun su calidez... aún estaba cálido, tenía un ligero pulso y trataba de respirar a cómo podía.

- Ricardo, ve al pueblo. Sé un buen chico, cuido de tu amo y te veo en mi casa; ya sabes cómo entrar travieso –menciono derramando una lagrima por su mejilla-

El pequeño perro salió corriendo en dirección al pueblo a cómo podían sus patas, mientras Vegetta guardaba sus alas y acariciaba la mejilla del contrario; ¿Por qué le había salvado? No valía la pena salvarle después de lo que vio, había sido engañado con su mejor amigo y otro de estos le había salvado la vida siendo que este la perdería...

- ¡AYUDA! ¡WILLY! ¡FARGAN! ¡ALGUIEN! –gritaba fuertemente, mientras tomaba la cabeza del otro entre sus piernas sacaba algunos sollozos fuertes y desgarradores- Cabezón, porque lo hiciste... No puedes morir...

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Con prisa el pequeño perro Ricardo pasaba con prisa por todo el pueblo jadeando, llamando la atención de varios ofreciendo agua y comida; sin embargo, sabia a sus adentros que su dueño dependía de este a toda costa. Viendo de lejos a Luzu pudo divisar de igual forma a Auron, el cual satisfactoriamente habían ayudado a una pequeña a salir de una terrible enfermedad. Luzu al ver a Ricardo, se quedó confundido de lo que pasaba.

- Pero como haz llegado hasta acá, ¿Y Rubius? –mencionaba mientras acariciaba la pequeña cabeza jadeante, recibiendo como respuesta ladridos lastimeros y uno que otro chillido- ¿Estará lastimado?

- No lo creo –se acercó Auron a revisarle, viendo que estaba perfectamente decidió levantarse- Probablemente lo anda buscando, no creo que sea de urgencia.

El perro harto de la indiferencia de este, tomo entre su hocico el bolso del doctor para salir corriendo en dirección al pueblo; Auron molesto, chirriaba los dientes mientras Luzu trataba de calmar a este. Sabía que el perro no se comportaría así a menos que fuera por una broma, o porque en verdad algo grave paso; Luzu simplemente atino a seguir al pequeño perro, y detrás de este iba Auron con furia acumulada por el posible jugueteo de Ricardo.

Después de unos minutos habían llegado a la casa de Vegetta, en donde se vio acorralado Ricardo; bajando las orejas, se dispuso a cavar con sus últimas fuerzas debajo de la casa del contrario. Pasando sin ningún problema, dejo el bolso de Auron en el piso ladrando con fuerza; llamando al dueño o a quien estuviera para recibir a los otros dos. No tardó mucho en que alguien fuera a recibirles a la puerta, siendo que este paso con tranquilidad al lado del perro dejando un bote de agua y comida por el buen trabajo que había hecho.

- Pero este perro que se cree, ¿robarme a mí? –menciono molesto Auron cruzado de brazos- Cuando vea a Rubius no se lo acabara, le hare la vida imposible...

- Vamos Auron, sabes bien que el único de los perros de Rubius que lo cuida más que su vida es Ricardo; no te has puesto a pensar que algo está mal, posiblemente solo nos quiere jugar una broma también.

- No lo sé Luzu, cuando lo vea le daré su merecido a ese calvo toxico –menciono por último, antes de que un WillyRex abriera la puerta con sangre en su ropa y tirando lagrimas- ¿¡Willy?!

- ¿Qué ha pasado macho? –se contuvo Auron de casi soltar un grito por su sorpresa-

- Rubius... Rubius está muy mal herido... -se atrevió a decir, antes de soltar una lágrima por su hermano de la hermandad oscura-

Auron y Luzu se atrevieron a cruzar la puerta lo más rápido que pudieron, el primero tomando su bolso del perro que yacía descansando de la travesía; Luzu atino a darle un cariño, y sonreírle con extrema ternura. Willy cerró la puerta de la casa del contrario, siendo que los guiaba con rapidez a la casa del ojimorado; adentro de la casa se escuchaban varios gritos por parte de Vegetta, dolido y angustiado por el otro. Fargan yacía a su lado, cuidando de que Rubius no se moviera en lo más mínimo de la cama; este último al alzar la mirada vio un pequeño rayo de esperanza, acercándose a Willy y darle un fuerte abrazo.

Auron se quedó asombrado por lo que veía, Rubius yacía postrado en una cama King Size con algunas vendas a su alrededor; Vegetta lloraba a su lado con fuerza, tomando de la mano a este con tranquilidad. Auron con algo de timidez, llamo al contrario pidiendo que saliera del cuarto junto con los otros dos; recibiendo una respuesta negativa por el otro, trataba de calmarse pero cuando veía al rubio de nueva cuenta su corazón lentamente se achicaba cada vez más.

- ¿Qué ha pasado, Vegetta? –menciono Auron sacando todo lo que tenía en su bolso que sirviera de ayuda-

- Que te lo cuente Willy, él es la razón principal del porque yo no puedo acercarme a él y yo soy la razón por la cual Rubius se ha arriesgado –tomando de la mano al contrario, pedía a los dioses que lo salvaran-

- ¿Qué tiene que ver Willy y Fargan en todo esto, Vegetta? –menciono confundido un Luzu, ayudando a Auron a destapar al rubio-

- Vegetta me ha encontrado con Fargan en el bosque... Se lo iba a decir cuando estuviéramos listos, pero... Yo ya no amo a Vegetta, Fargan es mi destinado. Él fue a buscarme... -bajo la mirada mientras Fargan lo atraía cada vez más-

- Vegetta fue a buscar a Willy para una sorpresa, y su sorpresa fue que nos vio en un beso; por lo que entiendo Vegetta se iba a lanzar por un barranco, pero Rubius llego a salvarle... tubo una fuerte caída –termino la oración de su pareja como si tratara de calmarla, siendo que este se apegaba más y pedía a Fargan que salieran del cuarto-

Fargan no tardó mucho en entender la indirecta, saliendo del cuarto y dejando a los otros cuatro por una respuesta positiva; Auron trago saliva, veía a Vegetta rezar con todas sus fuerzas con aquel escapulario que llevaba Rubius en su pecho. Este no tardó mucho en ver a Luzu y pedirle que lo sacara, no sabía en qué condiciones se encontraba; posiblemente no sería fácil, pero necesitaba tranquilidad y un cuarto vacío para hacer lo más que pudiera por este. Luzu acercándose a Vegetta logro convencerle de salir de aquel lugar, cerrando la puerta detrás de ella; Auron vio el cuerpo del rubio, tragando saliva por lo que más temor tenía.

Habían ya pasado unas cuantas horas, Vegetta había escuchado de su cuarto alaridos del rubio cuando debía acomodarle uno que otro hueso, o incluso coser algunas de las heridas que tenía por todo su cuerpo; entre quejidos y alaridos del rubio, Auron salió cansado y ya siendo pasadas las 2 de la mañana. Caminaba cansado y con algo de sangre por partes de su ropa, manos y cara; buscando a los contrarios, suspiro pegándose al marco de la puerta.

- Esta fuera de peligro, pero aun así las siguientes 48 horas serán cruciales para él; tenía varios huesos rotos, unas costillas también... moretones tiene al por mayor, igual algunos rasguños. Su golpe amas fuerte fue el de la cabeza, estará bien solamente que con reposo podrá curarse más rápido –miraba a los otros, los cuales le miraban intrigados y con cierto dolor- Por cierto... Vegetta, Rubius ha despertado y ha preguntado por ti; seria lindo que fueras a verle, no ha parado de preguntar por ti...

- Como un niño... -se levantó para salir del cuarto nervioso y dirigirse a su cuarto con preocupación; tomando un respiro largo, y tragando saliva paso a su cuarto- ¿Rubius?

- Eh macho, ¿Cómo estas Vegetta? –mencionaba el rubio calmadamente sentado, pensando en lo que había pasado y tratando de relajar el ambiente; Vegetta no tardó mucho en comenzar a llorar, e ir a abrazarlo a su cama- Calma, estoy bien... recuerda que aún no me puedo morir, no hemos terminado mi casa.

El otro en el abrazo, mostró una suave sonrisa entre sus lágrimas; estos no tardaron mucho en quedarse dormidos a la par, sintiendo calidez entre ambos. Debía aceptar Vegetta que había cometido uno de sus peores errores, iba a cometer la muerte más tonta y todo por un joven que ya no le amaba; no lo valía, ni por un millón de diamantes... el sabría cómo superar su perdida amorosa, pero no iba a poder soportar una pérdida de un amigo... un amigo que le había tomado un cariño extremadamente fuerte... 


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Creditos a la autora de la foto: All_Of_Saku

Queen of MeanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora