Queen of Mean

22 Capítulo

Fargan había quedado atónito a lo que el contrario le decía, después de todo ya conocía el estado del contrario; por un lado se emocionó el pensar que uno de sus hermanos oscuros esperaba una cría, sin embargo poco a poco fue cayendo en la cruda realidad. En un momento comenzó a buscar aquel escondite, no era tan estúpido después de todo; conocía perfectamente las cárceles, como si fuera la misma palma de su mano. Viendo por algunos rincones, se percató que debajo de un lavabo se encontraba una rejilla perfectamente grande; a lo que este sonrió de oreja a oreja, tomando su galleta se dispuso a abrir las rejillas tratando de no hacer ningún ruido.

Una vez la rejilla afuera, sonreía victorioso ante tal espectáculo; con sumo cuidado fue bajando, rasgando un poco su camisa no dándole la menor importancia por esta. Lentamente saco su celular para comenzar a iluminar la zona, en donde lentamente daba unos cuantos pasos con sigilo; de vez en cundo mirando hacia atrás en dado momento que los de la hermandad se dieran cuenta que no estaba, suspirando algo apresurado. Una vez debajo de otras rejillas se pudo dar cuenta de la posición de Rubius; causándole un poco de ternura y a la vez lastima, una grandiosa noticia había sido dada en aquella sala y no al lado de su pareja. Este tocando los barrotes, atrajo la atención del contrario completamente en lágrimas; lentamente se acercó para verlo, y ponerse en cuclillas tratando de evitar llorar de nuevo.

- Vámonos Rubius, nos espera un largo camino... solamente si quieres ver a Vegetta –sonreía, mientras el otro asentía entre mohines- Vamos tío, que necesitamos salir a la superficie antes que se den cuenta –comentaba, mientras estos se atrevían a jalar las otras rejillas que los dividían-

Como si Rubius fuera de porcelana se atrevió bajarlo con cuidado... tal y como lo haría con Willy; el cual una vez en el piso, se atrevió a darle un fuerte abrazo y una suave sonrisa. Sabia por lo que pasaba el oso, él estaba en una situación similar y quería llegar pronto a casa a ver a su pareja; esperaba que el otro le perdonara, y tal vez olvidar lo que pasaba.

- Vámonos Fargan, que esta cueva esta fría –tembló un poco, sacando su celular para iluminar mientras el otro cerraba la rejilla- ¿Sabes por donde salir, verdad? –le miraba con detenimiento-

- No lo sé exactamente, pero entre tú y yo se me da muy bien el escaparme de la cárcel –reía suave, mientras le abrazaba por el cuello- Piensa que esto podría unirnos un poco más, probablemente tu cedas el que me vuelva padrino de tu bebe –le miraba anonado mientras caminaba-

- ¿En serio lo dices? Vegetta querrá pegarte, y probablemente acepte... solamente si tú nos dejas ser los padrinos de tu cría –reía suavemente, mientras caminaban por los múltiples pasadizos-

Por un momento aquel lugar oscuro se volvía cada vez más cálido en compañía del búho, a pesar que este fuera su hermano oscuro; amaba en cierta manera en cómo le ayudaba, y sabia a sus adentros que sería un excelente padre. Lentamente este se llevó una mano a su vientre, completamente emocionado y emotivo por la noticia... conocía al ojimorado, y una vez que se enterara no se despegaría de él ni un solo momento más.

- Vamos Rubius, que quiero ver a Willy y probablemente volver unas cuantas bombas –le comentaba pensando, mientras el otro le empujaba en broma-

- Serás un mal ejemplo para tu hijo –reía el contrario, viendo como el otro se atrevía a caminar de espaldas-

- Yo nunca dije que sería un padre bueno, si no lo recuerdas soy un demonio –reía suavemente mientras caminaba calmado-

Perfectamente sabía que Fargan sería un buen padre... pero un buen padre repleto de maldad...

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Luzu podía ver a Auron enfrente de su puerta, le causaba algo de confusión y por un momento había olvidado su enojo; causando en él una cara de sorpresa, pero eso no importaba mucho. Este en un momento, lentamente frunció el ceño para chasquear su lengua con fuerza; odiaba que en cierta manera la gente aun entraba en su territorio, sin su permiso... pero lamentablemente este lo había permitido, su Luzu bueno había permitido demasiados maltratos.

- ¿Qué haces aquí? –se atrevió a decir mientras entrecerraba la puerta- Tú no eres bienvenido...

- Solo vengo a hablar –comentaba el contrario, completamente atónito por su repentino cambio de actitud- Necesito hablar de algo importante contigo

El castaño lo dudo algunos segundos, para pronto abrirle la puerta a su hogar casi azotándola; por dentro sabía que podía hacer un plan mejor, y nadie lo notaria. Era su oportunidad, era el momento de acabar con Auron de una vez por todas... pero su Luzu aun bueno en un punto, al mirarlo en aquella forma se atrevió a suspirar y tratar de calmar a su otra cara para no levantar aún ninguna sospecha...

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Writter!

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