Niño Problemas [YoonMin]

Capítulo 15

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Narra Jimin

La voz de Jin era clara y segura, pero podía oler su miedo, nunca fue una persona a la que le guste darle muchas vueltas al asunto pero en este caso, estaba muy nervioso.

—Justo tres días después de que tu madre te obligara a mudarte con ella me enteré que estaba embarazado, fui a tres hospitales diferentes, me hice como seis pruebas caseras distintas y todos me dieron la misma noticia— tenía un semblante doloroso al recordar— no estaba preparado para ser padre, solo tenía 16 años, aún no formaba mi vida y tenía mucho miedo que las personas que quería se enteraran.

—Ese alfa... Ya sabes ¿Es el padre?

—Sí, Shownu es su padre.

—¿Qué pasó con él?

—"Aceptó"— hizo comillas con sus dedos— el cargo de padre, no nos casamos pero por un tiempo vivimos juntos, éramos muy jóvenes así que mis padres me ayudaban a cuidar a mi pequeño niño cuando tenía que estudiar, tenía mucho miedo porque pensaba que ellos no iban a aceptarme pero cedieron— hizo una pausa y continuó— estaba muy enamorado de Shownu y acepte tener a nuestro hijo, me enamoré del pequeño desde la primera vez que lo tuve en mis brazos, es gentil, calmado y tierno— describió con una pequeña sonrisa.

—¿Cómo se llama el pequeño?

—Su nombre es Seoho, tiene 4 años.

—Su nombre es muy bonito, como él.

—Lo sé— inconscientemente la mirada de Jin se dirigió a la puerta de la habitación donde descansaba su pequeño hijo y sonrió nuevamente.

—¿Dónde está Shownu ahora?

La expresión de Jin se tornó trágica, sus ojos amenazaban con lágrimas y su labio sangraba por las pequeñas mordidas que le dio a este durante toda la conversación.

—Ese alfa, me marcó— soltó todas las lágrimas y alaridos de dolor que estuvo conteniendo durante la plática— me marcó y... simplemente empezó a engañarme, me golpeaba y era brusco cuando teníamos relaciones sexuales. Renovaba la marca aunque yo no quisiera, le pedía que parara, pero no me escuchaba él solo... Hacía lo que quería conmigo, mi marca ardía y picaba por las constantes aventuras que tenía, terminó marcando a una mujer y se fue con ella, poco después me enteré que lo encerraron por una pelea callejera— terminó, posando sus manos en su rostro conteniendo todo lo que podía sus hipidos lastimeros.

Sin pensarlo, lo abracé con fuerza, en mi sangre hervían tantos sentimientos, compartía el dolor, la decepción, la cólera que sentía Jin. No podía verlo así, él merece todo y ese maldito lo lastimó. Su apariencia decaída y cansada se debía a la cicatrización de la marca dejada por ese idiota. En sus ojos también podía ver los de mi padre, tantos años de abuso me hacían enrabiar sin contenerme.

Levanté un poco la cabeza de Jin y con la mirada pedí permiso para ver su marca, él acepto y bajo el cuello del buzo que llevaba.

La marca estaba casi sana, eso quiere decir que ya había pasado un tiempo desde que fue hecha, pero el dolor y la melancolía aún afectaban a su omega. ¡Crió a su hijo mientras estudiaba y lidiaba con un lazo roto!

—Debiste pasarla muy mal, yo... no te dejaré, me tienes a mí ahora y ayudaré en todo lo que esté en mis manos.

—Estudié mucho y trabajo ahora en una pastelería, no pude ir a la universidad porque mis padres ya no querían ayudar a un omega menor de edad sin alfa y con un cachorro, era una deshonra— cabeceó con tristeza.

—¿Cómo llegaste a esta ciudad?

—La pastelería dónde trabajaba se sorprendió de mis habilidades, ellos habían decidido abrir una sucursal aquí pero me cedieron el local como regalo de cumpleaños, aunque por el momento soy el único trabajando ahí hasta que tenga suficiente presupuesto. Mi anterior jefe fue muy bueno conmigo hasta que me fui y siempre se lo agradeceré, por suerte también conseguí este departamento y aunque estos días lo he pasado un poco mal con el dinero, me da lo suficiente para el sustento de mi hijo y el mío... Y hasta tal vez el de alguien más.

Lo regresé a ver con extrañeza.

—¿Alguien más? ¿Quién?— pregunté.

—Tú, tonto.

Abrí mis ojos sorprendido por la respuesta ¿Yo? 

—Te busqué muchas veces, robé los contactos de mamá y llamé de número en número hasta dar con el de la tuya, no quería rendirme— tomó mis manos y las apresó suavemente—este año cumplí mis veinte, ahora tengo suficientes recursos como darte techo y lo que necesites, además quiero ser tu tutor legal, no sabía que te encontraría aquí... es el destino.

—No Jinnie, no entiendes— dije asustado— si mi madre se entera que quieres ayudarme te hará daño.

—No lo hará, no lo hará si tenemos pruebas de que ella...—paró ahí, pensó un poco mejor lo que iba a decir y prosiguió— podemos denunciarla y se acabará, lo prometo.

—No podemos, Jin— solté cortante.

—No haré nada que no quieras, pero piensa bien en la vida que llevas con esa mujer.

—Está bien— bajé mi cabeza.

—No es momento para seguir con caras largas, ven aquí.

Nos sumimos en otro cálido y largo abrazo, me sentía en casa.

Un sonido de sollozo nos hizo que nos separemos casi al instante, Jin corrió hacia la habitación y tomó en brazos a Seoho llevándolo a la sala donde me encontraba.

—¿Quieres cargarlo? Creo que le agradas— mencionó sonriente.

Acepté y senté al pequeño en mis piernas, él me veía curioso y sonreía regresando a ver a su padre. Levantó una de sus pequeñas manitos hacia mi rostro y agarró mi nariz, sonreí al ver tanta ternura y lo bajé para que caminara por la casa.

—Es tierno, y se lleva bien con los extraños al parecer.

—En realidad no, es asustadizo con la gente nueva, no les da su confianza fácilmente.

Siempre mi aroma de palomitas de maíz y caramelo atraía a niños y ancianos, pero con Seoho era diferente. Con él me sentía especial por haberle agradado.

—Entonces me siento halagado— reí.

—También vi que no dejaba de mirar a tu amigo— mostró una risa de lado.

—¿E-en serio?— apenas habló sobre Yoongi mi cara ardió.

—Pues sí, es un alfa apuesto y fue muy amigable contigo ¿No?

—Pues y-yo, él e-es.

—Sip, te tiene loco.

—No es cierto.

—Que sí...

—NO.

-—Pff...

Ambos reímos y guardamos un poco de fuerzas mientra jugábamos con el pequeño, después de todo nos quedaban muchas cosas por hablar.