Niño Problemas [YoonMin]

Capítulo 25

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Narra Jimin

La vergonzosa escena de los preservativos daba muchas vueltas en mi mente.

Cuando vi el contenido de la funda escapé para buscar un buen lugar donde meter mi cabeza a causa del sosiego. Pero al final solo se me ocurrió volver a la habitación de Yoongi y llorar mentalmente mientras esperaba que él subiera.

Los papás de Min en serio son especiales... ¿Así se sentía tener una verdadera familia unida?

En serio estoy asustado, me siento culpable. Creo que estoy queriendo a los papás de Yoongi más que a mi propia mamá.

Esa sensación de familia que ha estado ausente tantos años al ser llevada por la brisa de la muerte prematura de mi padre aún sigue presente en mí, pero cuando estoy cerca de Tae, de los padres de Min y del propio Min Yoongi, esa sensación simplemente desaparece como si todos los golpes y la humillación que recibía de mi madre y de la vida nunca hubieran existido.

Mi felicidad momentánea me hacía querer ser más codicioso.

La puerta de la habitación se abrió repentinamente sacándome de mis pensamientos. Miré en esa dirección y vi a un apuesto alfa con dos tarros de helado entrar y caminar hacia mí con una dulce sonrisa bordeando sus labios.

—Perdón por lo que pasó abajo— me miró avergonzado— no sé que es lo que mis papás estaban pensando.

—No hay problema, solo me sorprendí un poco.

—En serio lo siento, a veces ellos pueden ser un poco pesados.

—Creo que son tiernos y graciosos— sinceré— te criaron muy bien.

—Alabas más a tus suegros que a tu novio— dijo dramático sentándose en la cama y palmeando su costado, invitándome a sentarme a su lado— puedes lanzarte si quieres.

—¡¿En serio puedo?!— exclamé con emoción.

—Claro— rio para si mismo— te vi mirando mi cama desde que entramos aquí, prueba su suavidad.

Sin pensarlo más tomé impulso y salté de panza sobre la cama. Cuando impacté en el colchón sentí que estaba recostado sobre una suave y linda nube.

Nunca en mi vida había tenido una cama con un colchón suave, los colchones de mi casa eran duros y tiesos. En mi anterior casa ni siquiera teníamos colchones, dormíamos sobre una cama sin colchón, solo armada. Aún siento como las tablas de madera eran incómodas y como algunos clavos sueltos rasgaban mi ropa y lastiman mi piel. Pero solo me di cuenta de ese dolor cuando papá se fue. Nunca sentí dolor al dormir en esa cama porque papá siempre hacía que me recueste sobre él, su cuerpo era cálido y suave, siempre me mantenía en su pecho y me abrazaba para que no me cayera y durmiera incómodo cuando dormía con él, y así dormimos hasta en mi adolescencia. Muchos dirán que es raro que alguien que ya no es un niño duerma de esa manera, pero estaba tan acostumbrado a su calor y sencillez que me reconfortaba esa posición, sin saber, que mi padre soportaba un gran dolor al cargar su peso y el mío con la espalda sobre esas  tablas y clavos.

Cuando supe cómo era dormir sin papá, no quería volver a hacerlo.

Estaba recostado en la cama de Min, era suave, pero aún no conseguía la calidez que sentía con mi padre.

—¿Divertido?— preguntó Yoongi— ¿Estás bien? Te quedaste en silencio por un momento.

-—Sí solo recordé algo.

—Ahh, está bien— respondió preocupado— el helado se va a derretir ¿Quieres ver una película?

—Siiiii— respondí emocionado.