Niño Problemas [YoonMin]

Capítulo 60

Narra Jinho

Pasos largos, mandíbula arriba, mirada severa. Pasos largos, mandíbula arriba, mirada severa. Pasos largos, mandíbula arriba, mirada severa.

Repetía en mi mente mientras caminaba por los alargados pasillos—a mi parecer eternos— junto con el alfa de gran tamaño.

Nos topamos con muchos empleados de limpieza y seguridad, ninguno nos detuvo ni preguntó acerca de la identidad de mi falso guardaespaldas, simplemente saludaban con una reverencia a lo lejos. Respiré con calma sintiendo como la ansiedad reducía al observar que el señor Park no ha emitido órdenes para capturarnos, probablemente aún no esté enterado de todo lo que pasó.

Nuestra presencia era autoritaria y tranquila, lo que provocó que de una manera sencilla llegáramos seguros hasta el estacionamiento de la mansión.

Diversos carros utilizados para transportar mercancía e invitados estaban organizados en serie. Miré a los lados e identifiqué rápidamente el lugar en el que se hallaban estacionados los del personal que trabajaba directamente con Park. Observé el que me pertenecía y le indiqué al alfa que me siguiera.

Algo más aliviados pero todavía con prisa, el alfa y yo subimos, partiendo rápidamente fuera del parqueadero, en dirección hacia el portón de la salida. Fui despacio, tratando de no levantar sospechas.

En el portón nos recibieron nada más y nada menos que los tres alfas que cuidaban la puerta de Park Jimin, sí, a los que saqué a la fuerza de sus puestos de trabajo. Naturalmente nos pararon para hacernos algunas preguntas.

—Secretario Cho— uno de ellos me miró con extrañeza— ¿Acaso no debería estar cuidando de el joven amo?

—Lo preparé como estaba en los planes— respondí con sencillez— me mandaron a tratar con un negocio imprevisto, así que, tuve que dejar ese puesto y partir rápido a la empresa física de la ciudad. Tranquilos, dejé a alguien capacitado a su cuidado.

Era una gran excusa, como trabajaba tan cerca de Park Kangdae, me veía obligado a atender asuntos de suma importancia cuando el jefe estaba ocupado o simplemente no quería tratar con clientes y aliados pesados.

—Y, ¿quién es el tipo que te acompaña?— cuestionó el alfa a quien agredí, miraba con cólera al que estaba a mi lado en el asiento de copiloto. —Nunca lo había visto por aquí.

—Le pedí a uno de los guardias de turno que no estaba realizando actividades físicas para la fiesta que me acompañe por razones de seguridad— dije seguro— trataré de regresar lo más pronto posible porque aún hay cosas que organizar para la celebración de esta noche. Es obvio que no lo hayas visto por aquí antes porque es un nuevo ingresado, genio.

Los guardias y empresas de seguridad iban y venían cuando se trataba de la mansión Park. Los ingresados a trabajar en la seguridad del alfa al mando siempre eran reemplazados al instante cuando cometían mínimos errores con él. En mi caso, se me era mucho más difícil despedir a gente y por eso los guardias me faltaban el respeto con un poco más de descaro.

—Pero aún así nos lo hubieran presentado antes— siguió tratando de contraatacar a mi acompañante— es un completo novato, creo que es mejor que lleves a alguien con más experiencia, el mundo es peligros...

—¿Podrías parar?

—¿Disculpa?

—Primero te niegas a obedecer órdenes directas y luego cuestionas mis decisiones— lo traté con dureza.—Necesito que pares ahora o sino me veré obligado a hablar con el jefe para revocarte de tu cargo. ¿Abrirás la puerta o tendré que arrastrarte por toda la mansión?