Niño Problemas [YoonMin]

Capítulo 29

Reproduzcan la canción cuando lo vean necesario 😈✌️

Narra Yoongi

El sufrimiento de la persona que amas es uno de los dolores más misteriosos para los que tienen poco conocimiento de sus propios corazones o de los ajenos.

Esa noche conocí el verdadero significado de sentir la angustia ajena y olvidar la propia.

Jimin lloraba en mis brazos, suavemente, en silencio. Y yo me sentía morir despacio con cada sollozo ahogado que sus labios vomitaban.

Lo aprisioné más a mi cuerpo y solté mi aroma, buscaba tranquilizarlo dejando leves besos en su cabello y acariciando con cuidado su espalda.

—Flecos... ¿Tu madre nunca pagó por lo que hizo?— pregunté nervioso, no quería presionarlo con muchas preguntas acerca de un tema tan serio como ese, así que traté de sonar lo más calmado y dulce posible.

Porque nada de esto tenía que quedarse así.

Él solo alzó su cabeza para mirarme a los ojos, con su mano limpió las lágrimas que se resbalaban inquietas sobre sus mejillas.

—No fue detenida porque le pagó a la policía y al hospital para que guardaran silencio— pronunció triste— yo no pude hablar hasta después de tres meses, durante mi recuperación.

—Esto... ¿Es enserio?— bufé con impotencia y rabia inmensa.

—La familia de mamá tiene mucho dinero— murmuró— pero aún así nunca nos ayudaron aunque teníamos serios problemas económicos, solo cubrieron toda la verdad porque tenían miedo que manche la reputación de su familia.

—Eso es tan asqueroso— solté molesto.

—Después de ese incidente no volvieron a contactarnos y para tratar de escapar mamá me obligó a mudarme con ella a esta ciudad, al recuperarme de mis heridas— contó nostálgico.

—¿Dolía?

—Cada día empeoraba más.

—¿Aún duele?

—Justo ahora... no siento dolor.

—¿Crees que regrese?

—Probablemente.

—¿Puedo hacer algo para ayudar?

—No lo entiendes Yoongi.

Lo miré confuso ante la respuesta ¿Era tan inútil que no quería que lo ayudara?

—Sé que no soy muy bueno consolando pero yo podría...— calló mis palabras poniendo su dedo índice sobre mis labios mientras me miraba con una pequeña sonrisa, estaba tan perdido en el tacto que todas mis inseguridades desaparecieron en un segundo.

—Definitivamente no lo entiendes— susurró— justo ahora no siento otro dolor más que el del recuerdo, porque tú estás conmigo... esa es mi más efectiva medicina.

Resoplaba tan tiernamente sus palabras que las sentía tan cercanas a mis labios, tan cercanas a mi alma.

—Oye no justo que seas tan tierno.

—Es uno de mis tantos encantos— presumió.

—¿Ah sí?— pregunté divertido— entonces te mostraré los míos.

Pasé mis manos sobre sus costados y empecé a hacerle cosquillas. Reía eufórico ante mi toque y se retorcía inquieto, su expresión deslumbrante solo lograba que quisiera molestarlo más. Tomé sus muñecas y tiré de su cuerpo, haciendo que nuestra posición cambiara.