Niño Problemas [YoonMin]

Capítulo 55

Narra Jimin

Por la mañana todos tomamos caminos separados. Nam, Jin, Yoonie y yo estábamos de camino hacia el lugar en el que nos encontraríamos con Im Yoona, mientras Tae, Kook, Hobi jugaban en la playa supervisando a Seoho, quien estaba totalmente encantado con la arena pero no tanto con el sol.

El día era luminoso y agradable, pero la atmósfera pesada que sentíamos al saber que en unos momentos íbamos a encontrarnos frente de una fuente de información vital para nosotros.

Nos sentamos en una de las mesas que se encontraban dentro de un restaurante familiar y esperamos.

Unos minutos después Yoona apareció por la puerta de entrada, al vernos se tensó un poco, pero tomando una calada de aire decidió acercarse a nosotros lentamente y tomar asiento en una de las sillas vacías.

—Nos alegramos que haya decidido ayudarnos señora Im- habló Nam— perdón por abrirle heridas del pasado que tal vez haya decidido enterrar... Muchas gracias por escucharme y hablar con nosotros ahora.

—Está bien, entiendo la situación— contestó en seco.

—Primero nos presentaremos correctamente— dijo Namjoon señalando a cada uno de nosotros mientras nos nombraba— yo soy Kim Namjoon, el abogado a cargo del caso Park; él es Kim Seokjin, tutor actual de mi cliente; él es Min Yoongi, uno de mis clientes conectado al caso y él es Park Jimin— Yoona me miró a los ojos cuando pronunció mi nombre y sentí un temblor raro en mis piernas— mi cliente.

—Un gusto conocerlos— hizo una pequeña reverencia.

—Todo lo que hablemos aquí debe estar en total confidencialidad, por favor necesitamos que no hable de esto con nadie hasta después de un juicio oficial... Espero nos entienda.

—Tranquilo señor Kim, no he hablado de esto con alguien en años, además que aún no les tengo mucha confianza— bajó su cabeza— solo con pensar que de alguna manera están conectados con esa familia del demonio siento que estallaré en ira. Pero necesito sanarme también, así que les diré lo que desean saber acerca de Park.

—Entonces...— Nam sacó una pequeña grabadora y una libreta comenzando con las preguntas. —Señora Im Yoona, usted trabajo durante muchos años en la mansión Park ¿Cómo describiría trabajar para el señor Park Kangdae?

—Era un dolor de cuello atender las necesidades de mi anterior jefe— dijo en tono deprimido— absolutamente nadie lo aguantaba, ni nosotros los sirvientes, ni siquiera su propia familia...

—¿Podría ser más específica?

—Trataba como objetos con un valor específico a cada uno de nosotros, me explico— empezó a jugar con sus manos— al ser una persona llamativa, seria y dramática siempre tuvimos que tratar de complacerlo con lo que sea que se le ocurra. Por ejemplo, un día quería que su jardín esté decorado con flores blancas, al otro día las quería rojas; un día quería pasta pero cuando se le servía el platillo en la mesa mandaba a volver a cocinar todo el menú porque de repente dejó de querer pasta y ahora quería langosta; si un día quería que su esposa e hijos fueran vestidos de una determinada manera para una fiesta formal, el día de la fiesta los hacía volver a cambiarse al no verse complacido. Lo mismo era con su familia, los obligaba a realizar trabajos de su empresa e investigaciones muy duras aunque nunca llegamos a saber bien los detalles los trabajadores de la mansión, también tengo entendido que los obligaba a casarse con personas que llamaban la atención. Incluso un día oí que regañaba a su esposa por tener sangre demasiado "común".

—Hemos escuchado mucho acerca de su obsesión con la "genética rara"... Y tengo entendido que usted sufrió una de esas injusticias ¿No es así?

—¿A qué se refiere señor Kim?