Niño Problemas [YoonMin]

Capítulo 14

[2/4]

Narra Jimin

No podía creer que la única familia de sangre que me quedaba— exceptuando a mi madre— estaba rodeándome con sus brazos y envolviéndome con un olor paternal a rosas y jazmín.

No pude evitar soltar sollozos por la conmoción, no queríamos soltarnos, nos necesitábamos desde hace demasiado tiempo. Pensé que con el tiempo había olvidado su rostro, me alegré en parte por haberlo reconocido casi al instante.

Alcé mi cabeza apreciando su rostro, no había cambiado desde la última vez que lo vi, pero por alguna razón era muy diferente. Se veía cansado, tenía grandes ojeras en su cara, se volvió mucho más delgado y su cabello estaba desordenado, cosas que se me hacían muy extrañas, ya que recuerdo que siempre cuidaba su imagen personal.

—Oh, por dios, Jinnie— murmuré con dolor al verlo tan... lastimado.

—No sabes cuánto tiempo estuve buscándote después de que esa mujer te llevara— pronunció con dificultad por las lágrimas que se rehusaban a salir en sus ojos.

De cabeza a pies seguía siento Kim Seokjin, la única persona que apreciaba de mi familia además de mi padre. Mis ojos navegaron por todo él, hasta dar con una pequeña criatura.

Mi rostro bajó encontrándose con un pequeño niño que iba agarrado a su pierna.

—Ese niño...— sí, era un pequeño y lindo niño de cabello castaño como el de su padre, ojos negros profundos y con enorme curiosidad, manitos que se aferraban a la tela asustadas por el ambiente ruidoso de la calle y mejillas rosadas típicas de alguien muy joven.

—Es mi pequeño hijo— aclaró su garganta dejándome sin muchas palabras.

—¿Tuviste un hijo?— tragué en seco pensando las mil maneras de cómo algo así pudo pasar— ¿Fue con ese alfa infame?— recordé al instante— lo mataré.

—Ya no es necesario mi pequeño, lo encerraron muy lejos y no se podrá acercar a nosotros.

Mi rabia, mi impotencia y mi dolor no dejaban de crecer ¿Por qué las personas eran tan asquerosas? Apenas acababa de reencontrarme con Jinnie hyung y el cielo me tiraba esa noticia.

Seokjin siempre ha sido una persona de carácter fuerte pero muy amable y con corazón de oro. Si alguien era capaz de hacerlo sufrir, debía pagar las consecuencias. Mi visión viajó de nuevo al adorable niño, el pequeño debería tener por lo menos unos tres años, no se veía cansado o hambriento como lo estaba Jinnie, sus mejillas estaban rellenitas, además sus ojos seguían observándome muy abiertos. Empecé a preguntarme si pasaban por una difícil situación, pero sea lo que estuviera pasando necesitaba saberlo en ese momento si es que no quería que mi cerebro explote.

—En serio, nosotros debemos hablar.

—Estoy de acuerdo— su cabeza bajo y soltó un largo suspiro—podemos ir a mi casa, está cerca de aquí.

Sonreí débilmente, pero totalmente ansioso de lo que pasó Seokjin en mi ausencia, después de que mi madre me obligara a mudarme con ella a otra ciudad.

Una figura conocida se hizo presente a mis espaldas.

Yoongi estaba ahí parado totalmente confundido por la escena, su cara era compasiva, ya que me observó llorar en los brazos de Jin. Más no se atrevió a hablar hasta que nosotros terminemos nuestro encuentro.